Fue como un caramelo mágico esa noche en que salimos a cenar, fue una copa de vino delicioso encontrarme de a pocos en tus ojos. Garúaba fresco y caminamos despacio bajo la gotas coquetas que adornaban las veredas de Marzo ese viernes por la noche. Coqueta también tu camisa rosada que no me agradó mucho la verdad, aunque no dije nada; pero me encantó tu corbata, acuarelas colgadas de tu cuello, sonrisa nerviosa pintada en tu rostro. Te gustó a tí mi corte de cabello. Sí, es que ya se venía la primavera y llevarlo largo me da calor. Te gustó también mi anillo de flor, ese que compré hace muchísimos años no recuerdo dónde, tal vez en los hippies de Barranco, o tal vez en un ambulante cerca de la Universidad en la Benavides. Te gustó también el vino que pedí, pensando en tí, un pinot noir de Napa, sencillo y suave porque no te gusta mucho el vino complicado. A mí sí, aparentemente me gusta complicarme en todo, con todo lo que pueda, cada vez que puedo.
Esa noche los meseros limpiaban y limpiaban las mesas limpias y preguntaban si queríamos algo más a pesar de que ya habíamos pagado la cuenta; es que ya se querían ir a sus casas y obviamente nosotros no habíamos terminado de encontrarnos ni de escucharnos ni de enredarnos. No, no habíamos terminado de mirarnos. Así que paseamos un rato más bajo la garúa traviesa y nos miramos un poco más y buscamos entre nuestros horarios ridículamente ocupados un pedacito de tiempo para poder mirarnos más, y quizá más después. Y quizá otra vez.
Esa noche te besé. Te besé en la mejilla, sí, pero te besé. Y te abracé cortito, pero te abracé. Tú me invitaste la otra mejilla que dijiste estaba celosa y entonces también la besé, cortito, pero la besé. Esa noche qué larga fue, pero qué corta. Qué cuartos menguantes ni qué estrellas fugaces; dos pares de ojos solamente, dos pares de ojos descubriendo lunares y puentes, mares en la garúa, infinitos en las estrellas, árboles en las macetas, universos, universos misteriosos en los cortos y escasos silencios.
Habrá sido la sencillez del vino tinto, o la mágica garúa acaramelando las veredas iluminadas. Habrá sido una broma pesada. Habrá sido una breve intoxicación, una instantánea infección cupidal, una fiebre momentánea. Habrá sido solo un sueño, una alucinación, demasiados desvelos. Habrá sido mala suerte. Habrá sido tal vez la soledad. Cómo saberlo? Lo cierto es que la segunda vez que nos encontramos nos quedamos de pronto sin miradas. La magia se había desteñido entre tus ojos distraídos y mis suspiros aburridos. Qué día tan largo fue ese, pero qué largo. Qué cielos tan azules ni qué puente tan rojo; dos pares de ojos solamente, clavándose en el reloj y rezándole al sol que se duerma porfavor. Dos pares de ojos solamente, descubriendo sal en la azucarera, barro en la bañera, piedras en las sandalias, bomberos en el sol, razones erróneas y polillas, polillas apolillándose en los prolongados e incómodos silencios de ese largo pero larguísimo sábado de Abril.
Y sin embargo, te espero; sí, tal vez te espero todavía. Otro día entero, de negro a negro, otro día entero sin saber nada de tí. Ya no te espero, es verdad, pero quizá te espero un poco todavía. Te espero, sí, porque no tenías cambio de 50, y yo tenía uno de 20 para las limonadas después de la caminata hacia el puente, y te quedaste con el vuelto y sabes? - la gasolina está subiendo demasiado últimamente…
Imagen: Umbrella Lights, Juarez Machado
20 comments:
Qué post, Sol!!!!! Tan lleno de ilusiones vivas al comienzo y tanto desconcierto al final...
Sentimientos a flor de línea. Que crecen con un beso en las mejillas y termina esperando una "vuelta" que quizás no regrese, pero que siempre puede ser un motivo para volver a cruzar las miradas y repetir el primer encuentro.
Un abrazo, linda!!! Sé Feliz!!!
seguro que sabes de antemano que esta cuento me pondria la piel de gallina, que lo archivaria en el cuartito de mis mejores recuerdos justito al lado de una paseo que no llego a la Toscana, y el encuentro de una casa de discos a punto de cerrar.
Si, seguro que lo sabias.
Que belleza la de esos ojos que descubren arboles en las macetas, y que tambien ven bomberos en el sol. No belleza en lo desolador de la ultima parte. Si no en quien es capaz de escribir tan maravillosamente bien.
Y al final, el sentido del humor, tan necesario. El que nos ayuda a vivir cuando los tiempos vienen doblados, cuando el tipo no nos devuelve...
"Si alguna vez, la vida te maltrata
Acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
Aquel que no se cansa de mirarte".
Luis García Montero
Besitos querida Sol:)
... me parecio que tenia algo de Jose Angel Buesa.
Escribes genial.
muy buen post.
Tal vez esperarás un poco más, sólo un poco...
Pero, lo VITAL acá sería RECUPERAR el CAMBIO ;), mira que el petróleo sube cada día más.
Te abrazo,
Que bueno, que bueno!
Sol, sos una maravillosa escribidora celestial.
Me siento enteramente identificada con tus letras.
Un abrazo enorme compañera.
MaLena.
Me recuerda a mis sueños en los que participan desconocidos, a mi manera, perfectos.
Un abrazo
¿Cómo desenredar la emoción sentida al leer esto y traducirla a códigos legibles? No sé qué escribir, como tantas otras veces que te leo y no digo nada. A veces el silencio como respuesta es la mejor manera de expresar una emoción. Escribes perlas, no palabras. ¿O podríamos llamarlas palabras perladas? No sé.
Besos
Esperas sal del primer encuentro que es a quien quieres realmente recuperar pero ¿existe? o es sólo un sueño.
Un abrazo.
hermoso, Sol, me llego al alma.
un abrazo de tu amigo perdido
Anduvimos sobre la palabra marchita
y la sal se pego en los labios,
la luz se colocó como transparencia
(dehilos
y no se esforzo en dorar la vida.
Quizá no entendió el gesto de tu
(mano,
el ademán de tu tímido saludo,
pero el día se dobló por la mitad.
Fue un placer que visitarás mi Cuaderno que ya es tuyo. Seguiremos cruzando las palabras para tejer la trama amistosa.
Un beso de vida. ¡¡Sé feliz !!
Pedro Luis Ibáñez Lérida.
Hola solcita!!! precioso relato con muchas ilusiones.
Bsss.
Este me gusto en especial sobre todo el final. :)
tan lindo como siempre escribes.
Un saludo.
precioso sol, digno de quedarmelo en un huequito de mi mente.. esperar, esperar.. podemos negarlo, pero siempre queda la esperanza de que suene el móvil..
Que vivazo!!! se quedo con el vuelto. Asi no es...
Me gustó mucho esa parte: 'tal vez te espero todavia'
Creo que hay veces que nos queda eso no?...esperamos cosas que tal vez pensamos o sabemos que no van a pasar...que muchas veces ya no queremos que pasen, o creemos eso... de todas formas, en el fondo seguimos esperando.
Lo mejor q te he leido, porque me toca de cerca y porque esta lleno de belleza.
Un beso
Ya no te espero, es cierto, pero tal vez te espero todav�a.
muy bueno. :)
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