- tú escribías, no? tú derramabas toda la tinta sobre tu piel. recuerdas? tú te robabas todas las palabras de los aires, silenciabas los silencios por las noches, tejías planetas entre tus manos. yo lo recuerdo. guardabas universos en ese cuaderno, latidos, gritos. tú escribías.
- déjame tranquilo.
- qué pasó?
- se murió.
- quién?
- no sé, pero se murió.
- cómo así?
- no sé, una noche se comió a sí mismo.
- no puede ser.
- por qué no?
- porque… porque no quiero.
- mira niño, se murió y punto. se le acabaron los latidos, se le secaron los ríos, no sé, la cosa es que se murió. empezó comiéndose su cola, atragantándose con sus espinas venenosas, después despedazó su espinal dorsal, se embutió sus miembros y terminó comiéndose su boca.
- se comió su propia boca?
- se comió su propio ser, por completo, no quedó nada de lo que era ni de lo que fue; ya no está, murió. déjame tranquilo.
- pero nadie puede comerse su propia boca…
- se lo comió todo.
- y el cuaderno?
- incineró el cuaderno.
- por qué?
- no sé, nunca me dio explicaciones.
- no te creo… yo sé que algo ha quedado.
- no me importa.
- tú lo viste?
- no.
- entonces cómo sabes que fue lo que pasó?
- lo leí.
- dónde?
- en mis manos.
- lo escribiste entonces?
- no, lo escribió antes de morir.
- puedo leerlo?
- no.
- pero yo…
- que no! vete. déjame seguir muriendo.
- se te acabaron las latidos?
- se me acabaron las noches, niño. déjame seguir muriendo. déjame terminar con esta última noche de universos incompletos. déjame ser río, déjame niño, déjame ser grito.
- yo no soy un niño.
- no entiendo.
- no soy un niño.
- entonces… qué eres?
- soy tu cuaderno.
- …
- soy tu cuaderno.
- déjame seguir muriendo.
- vas a comerte tus manos?
- no, ellas ya me están comiendo a mí.
- déjame tranquilo.
- qué pasó?
- se murió.
- quién?
- no sé, pero se murió.
- cómo así?
- no sé, una noche se comió a sí mismo.
- no puede ser.
- por qué no?
- porque… porque no quiero.
- mira niño, se murió y punto. se le acabaron los latidos, se le secaron los ríos, no sé, la cosa es que se murió. empezó comiéndose su cola, atragantándose con sus espinas venenosas, después despedazó su espinal dorsal, se embutió sus miembros y terminó comiéndose su boca.
- se comió su propia boca?
- se comió su propio ser, por completo, no quedó nada de lo que era ni de lo que fue; ya no está, murió. déjame tranquilo.
- pero nadie puede comerse su propia boca…
- se lo comió todo.
- y el cuaderno?
- incineró el cuaderno.
- por qué?
- no sé, nunca me dio explicaciones.
- no te creo… yo sé que algo ha quedado.
- no me importa.
- tú lo viste?
- no.
- entonces cómo sabes que fue lo que pasó?
- lo leí.
- dónde?
- en mis manos.
- lo escribiste entonces?
- no, lo escribió antes de morir.
- puedo leerlo?
- no.
- pero yo…
- que no! vete. déjame seguir muriendo.
- se te acabaron las latidos?
- se me acabaron las noches, niño. déjame seguir muriendo. déjame terminar con esta última noche de universos incompletos. déjame ser río, déjame niño, déjame ser grito.
- yo no soy un niño.
- no entiendo.
- no soy un niño.
- entonces… qué eres?
- soy tu cuaderno.
- …
- soy tu cuaderno.
- déjame seguir muriendo.
- vas a comerte tus manos?
- no, ellas ya me están comiendo a mí.
Imagen: Dark Still Life, Terri Burris
12 comments:
primero, me recuerda a alguien a quien yo conocí.
segundo, ¿se trataba de un cuaderno con boca?
:O
genial.
cada vez admiro más tu manera de escribir :)
El cuaderno como metáfora del alma, de un amor, de una inspiración... no sé. Creo que alguna vez te hablé de mi pequeño cuaderno rojo. Ése del que te hablo tiene páginas en blanco en las que escribir mis horas, pero también tiene latidos pues, ¿no es acaso el corazón un pequeño cuaderno rojo?
Besos, cada vez me encandilan más tus tejidos alfabéticos.
No, yo no quiero
que sigas muriendo...
Tu cuaderno, y nosotros
reclamamos poder seguir
leyendo, tus gritos y latidos
escritos en tinta azul,
queremos escuchar el rumor
del río, de tu corazón...
Besitos Sol:))
Yo también quiero que vivas!!!! Que derrames tus palabras en ese cuaderno que añora despertar con los sentimientos que compartes con él!!!
Un abrazo!!
Quizás lo necesite para resurgir de sus cenizas como un hermoso fénix, intentare pensar que es así, la esperanza nunca se pierde.
se metió tanto en sus escritos que se la terminó creyendo hasta deprimirse?
ay, suele pasar =(
me gustan mucho tus letras
me siento identificado
hola!
Me gusta mucho, mucho ese tipo de diálogos que haces.
Espero que no te coma tu cuaderno.
xD
saludos
Jesucristo!!! las letras te comen las manos ... apasionante, en verdad.
Post a Comment