Tuesday, January 27, 2009

El Cubículo


Qué difícil es concentrarse en una cosa solamente cuando el cerebro anda enredado entre las musarañas y los sueños inconclusos que se quedaron naciendo sobre la cama. Qué difícil continuar con esta falsa pretención de productividad cuando el propio cubículo incierto se derrumba de dudas sobre sí mismo, sobre la tarde soleada pero helada de este Martes monótono y larguísimo. Qué difícil sobrevivir hoy; pero qué fácil, sin embargo, cerrar los ojos y abrir las alas. Qué fácil sería destapar las puertas y ventanas, despedazar a gritos a la rutina ensordecida, amoldarme con el viento y beberme de un solo suspiro toda la coqueta bahía deliciosamente azul que me sonríe detrás de ese gris y deprimente estacionamiento privado. Qué fácil sería, sí, tirar la cabeza para atrás y dejarla caer por el peso de los sueños. Qué fácil volverme ola y zambullirme por debajo de ese puente que atravieza un pedacito de tierra cortada. Qué fácil abrazarme a las plumas de ese pelícano que sobrevuela las aguas heladas de este fin de Enero convencido. Qué fácil sería, sí, vivir.

Pero el teléfono le descalabra las fantasías desubicadas justo cuando acaba de comenzar a fantasearlas. Lo deja sonar. Lo ignora desdeñosamente, esperando que por fin se silencie esa atrevida interrupción ruidosa. Es solo Martes pero parece Jueves. Es solo Enero pero parece Agosto. Es solo un día pero parecen ocho. Es solo su vida pero parece mentira.

Mentira. Fantasía. Sueño. Un choque descomunal y de pronto la realidad. El tráfico, los papeleos, las meetings, las clases, los reportes, los proyectos, los calendarios y el cubículo insoportable. La realidad. Las cuatro paredes de mentira pero tan de verdad.

Hoy no. Hoy no será una pelusa más que flota en el aire extenuado de la monotonía hastiada de su vida. Hoy no será la cola inane de otro Martes insípido y agobiante. Hoy no será el náufrago que sobrevive a orillas de la cordura. Hoy no será el prisionero de un cubículo desabrido. Hoy el invierno le regala un cielo despejado y encantado. Hoy la ventana le sonríe, limpia y ancha. Hoy decide vivir. Hoy por fin abre la ventana. Hoy se lanza.



10 comments:

YEL said...

Y se lanzó. Voló. Libre. ¡Bravo!

Fantaseo con aparecerme una noche de estas, cuando esté vacía de almas y cuerpos, una maza en las manos, golpear con ganas y fuerza esa mesita linda, esa blanca pizarra, esas paredes. Dejarlos despedazados. ¿Más paredes, ventanas, puertas al fondo? También se van. (Sólo fantasía. Si por casualidad sucede, no me acusen).

Belleza y mucha fuerza en tus palabras Sol. Abrazos.

Elmo Nofeo said...

Si toda esa inspiración y dedicación la aplicaras al trabajo seguro que lo terminarías en un par de horas y no las 8 reglamentarias.
:)

Un abrazo.

AnyGlo said...

"... qué fácil, sin embargo, cerrar los ojos y abrir las alas..."

Vuela. Vuela alto...

Sal del cubículo...

Sé Libre...

Sé Feliz...

Aunque ese instante dure un segundo...Valdrá la pena!!

Metaforica said...

"Mentira. Fantasía. Sueño. Un choque descomunal y de pronto la realidad. El tráfico, los papeleos, las meetings...."
Me identifico totalmente con esta parte, y las cuatro paredes agobiantes por ocho horas..

Soy ficción said...

... Algunos días se logra, se agarra la libertad y se disfruta. Algunos días se es gaviota, ola o brisa. Lo importante es reunir el máximo posible de ellos.

Unknown said...

Hermoso relato, amiga. Un canto a la esperanza. Despliega tus alas y vuela al sol. Un beso,
V.

Mariposa said...

Hoy se lanza a vivir un dìa de rutina mas...

"pero qué fácil, sin embargo, cerrar los ojos y abrir las alas."
yo me quedo con esto... lo usare de nick por cierto eh?
què bellas letras, què bellas.

Juan said...

y voló .. que hermoso.

E. Takekami said...

Me gusta la pizarra.

dulce said...

A veces es un cubículo, una casa, un autobús, un aula... jaulas de espíritu que sólo entiende de extender las alas y volar. Hermoso.