intermitente

tu amor intermitente
me empaña
las ganas
de quererte

tu amor olvidadizo
me araña
el olvido
impaciente

tu amor intermitente
quédatelo

Ya estaba así antes de esa llamada,

ya estaba así. En un rincón del mundo, en un rincón de esta oficina hastiada, detrás de las esquinas, detrás de esto que pretende ser sonrisa, detrás de esta pared desconocida que sabe a vacío existencial. Ya estaba así antes de esa llamada, ya estaba así de pensativa, de silenciosa, de mirada fija en los átomos que flotan en el aire, ya estaba así. Observando cada superficie de cada objeto dentro de esta habitación blanca, como buscando un secreto en cada cosa, como buscando una razón, un acertijo, un enigma, una puerta falsa. Ya estaba así de reflexiva, así de apartada de la realidad, así de ensueño. Ya respiraba profundo y suspiraba largo antes de esa llamada. Ya me conocía enteramente sola antes de esa llamada. Ya empañaba la mañana la incertidumbre antes de esa llamada. Ya estiraba los brazos al abismo antes de esa llamada.
Ya estaba así, así de agujero negro, así de azul grisácea, así, ya estaba así antes de esa llamada. Ya estaba así.


Imagen: The Thinker, Roudolf Kharatian

35

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida.

- Alejandra Pizarnik -

Yo también soy vida

Aproveché un estornudo y escapé. Arriesgué mi vida, lo sé, pero tenía sueños posibles que quería alcanzar. Sueños enormes que lograr. Metas, horizontes. Un destino. Salí disparado; me aventé al aire esperando aterrizar sobre otra nariz o garganta. Ella estaba ahí cerca, riéndose a pierna suelta, feliz, sana. La ví voltearse cuando oyó el estornudo del desconocido junto a ella, pero aterrizé sobre la epidermis de su mano derecha. Fue el destino. Solo faltó un poco de paciencia para que llevara sus manos a su nariz por algún estornudo propio de sus alergias. Y la tuve hecha. Se me abrieron las puertas del paraíso nasal, de la tierra prometida. Y como un gerrero heroíco, como un soberano merecido, entré.

Lo demás es historia. Encontré la primera célula que se cruzó por mi camino y la invadí. Performé su membrana celular y me estacioné en el citoplasma. Confundí a los ribosomas celulares y los convencí de que me sintetizaran las proteínas necesarias para mi multiplicación. La razón de mi existencia, el motor que me empuja, es la de multiplicarme; así que lo hice, a costa de todo. Mis clones abandonaron la célula en busca de otras para perforar, invadir y donde poder multiplicarse también. Y así sucesivamente. Así es la vida, así hemos ganado ya un nicho en la historia. Solo así seguiremos ganando.

Ya llevo toda una vida aquí. Escucho las batallas entre mis otros yo contra los malditos leucocitos allá afuera, es una pelea a muerte, una barbarie, un viruscidio. No nos dejan vivir en paz. Nosotros solo buscamos las necesidades básicas de la vida, propagarnos, dejar huella. Es la base de toda existencia, por qué no lo comprenden? Malditos xenofóbicos.

La escucho a ella quejarse, toser, estornudar. Yo también la pasé difícil algunas veces. Yo también me quejé. Yo también he tenido problemas, percances, retos. Yo tuve que nadar velozmente, perseguido por los macrófagos y atrapado entre el moco del tracto respiratorio. Yo nadé, corrí, volé, salté por mi vida. Fue así como llegué a las fosas nasales anteriores. Pero hay que tomar riesgos en esta vida. Me arriesgué y gané. Y quizá ahora mi trayecto termine aquí, quizá mi historia individual llegue pronto a su fin, pero mis otros yo conquistarán mas células, buscarán otros estornudos, causarán otras toses, dejarán sus huellas, mis huellas en esta batalla que se llama vida. Porque pese a lo que diga la ciencia, yo estoy vivo. Yo también soy vida.

Ps1- resfriada

Ps2- gracias al lindo George por crear mi nuevo banner. Me gusta mucho. :)

Imagen: Photo Copyright(c) Purdue University

pregunta

- Te acuerdas si este diciembre que pasó tuvo 31?
- … qué?
- Que si el diciembre que pasó tuvo 31. You know how algunos meses sólo tienen 30 algunas veces?
- …
- No te acuerdas?
- ………

espejo

sabes?
si me dejaras un día
no me reconocería

tú has moldeado mi vida
le has dado forma a mi alma
como arcilla
y como tinta indeleble
me has marcado la frente

si un día decidieras irte
se destejería
mi piel de mi aura
mi voz de mis palabras
mis ojos de mi mirada

qué haría con el espacio
que siempre has ocupado?
no me reconocería
el espejo
ni la tristeza
ni el silencio

si me dejaras un día
sabes?
no me soportaría

Diciembre 7, 2001

(del cuaderno azul)

Imagen: Shadow of her former self, Diana Ong

Para nada

En realidad no importa, no importa ya. No importa que no me hayas contestado. No importa que haya dejado la puerta abierta solo para que entre el aire. Y las moscas. No importa. No importa que ya no nos conozcamos, que se haya desnutrido todo lo que nos unía, que se hayan incinerado los puentes, que la bomba atómica haya acabo con todo signo de vida. No importa nada de eso. No eres la primera persona que se va de mi vida. No serás la última tampoco. Cada año son menos los cumpleaños que tengo que recordar. Cada año son más los números que borro de mi celular. No importa que yo te haya esperado, que te haya buscado, que te haya perdonado. No importa que me hayas dolido en algún lado, hace mucho, sí, hace tanto. No importa nada, sabes? No importan las veces que le soplé viento a tus alas, que le regalé mis oídos a tus frustraciones, mis palabras a tu impaciencia. No importan las madrugradas que me desvelé con tu desvelo, la atención que le presté a tus sueños, la fuerza que inventé para arrullar tus miedos. No importan ya las palabras que no se dijeron ni las que se dijeron demasiado. No importan nisiquiera las que no dijiste en mi cara, si no a mis espaldas, a oídos de otros. No importa tampoco la rabia que te provoqué, la franqueza con la que te expliqué, la sinceridad con la que dijiste haber entendido. No importan ya ninguna de esas mentiras.

Ayer te ví y tú no estabas. Tú ya no eres. Ya no importas, ya no importas para nada. Créeme.


Imagen: Eternal Travelers, Roudolf Kharatian

En cada latido

Tu corazón es un músculo; pero seguramente ya sabías eso, no? Es un músculo estriado hueco envuelto completamente en el pericardio. Cada uno de tus latidos forma un ciclo de eventos llamado ciclo cardíaco. Cada ciclo cardíaco consta de una contracción y una relajación muscular que se repite aproximadamente 75 veces por minuto.

Tu corazón, así como el mío, se divide en 4 cavidades: dos cavidades superiores llamadas aurículas y dos inferiores llamadas ventrículos. Tu sangre, conformada entre otras cosas por eritrocitos, leucocitos y plasma, se pasea por tu corazón, entre aurículas y ventrículos y visita todas las esquinas de tu cuerpo gracias a tus latidos. Tu aurícula derecha, como sabrás, se relaja y al relajarse recibe, por medio de tus venas cavas, la sangre proveniente de todo tu cuerpo, sangre impregnada de dióxido de carbono y otros deshechos. La sangre fluye desde tu aurícula derecha, cuando esta se contrae, a tu ventrículo derecho, cuando este se relaja. Inmediatamente después, tu ventrículo derecho se contrae y dispara la sangre hacia tus pulmones por medio de la arteria pulmonar, donde los átomos de hierro, enredados entre las ramas de toda la hemoglobina que reside en tus células rojas, se abrazan a cuantas moléculas de oxígeno puedan antes de introducirse a tu aurícula izquierda. Tu aurícula izquierda se relaja entonces y recibe la sangre oxigenada que regresa de tus pulmones a tu corazón, y al contraerse, la manda a tu ventrículo izquierdo, considerablemente más poderoso que el derecho. Lo sabías? Las paredes de tu ventrículo izquierdo son el doble o el triple del grosor de las paredes del derecho. Tu ventrículo izquierdo ahora se relaja para recibir la sangre oxigenada y luego contrae sus gruesísimas paredes y expulsa, por medio de la arteria aorta, la sangre oxigenada a todos los rincones de tu cuerpo. Más o menos cada 60 segundos, todas y cada una de las células de todos los órganos de tu cuerpo reciben oxígeno gracias a los latidos de tu corazón.

Tu corazón es un músculo miogénico; te explico: significa que a diferencia de otros músculos esqueléticos, tu corazón no necesita de un estímulo externo, como del cerebro, pues se estimula a sí mismo. A parte de otros sorprendentes y mágicos atributos, tu corazón tiene esta increíble capacidad de autoestimulación que es coordinada por tu sistema nervioso autónomo. Las secuencias de las contracciones de tu corazón se producen por una despolarización que ocurre en las membranas de tus células cardíacas, y esta despolarización da lugar a un potencial de acción. Este potencial de acción es un impulso eléctrico que se genera en tu nódulo sinusal, una pequeña masa de tejido especializado que se encuentra en la parte superior de tu aurícula derecha. Tus células cardíacas están comunicadas de tal manera que forman una magnífica red de conducción, y el potencial de acción se propaga por todas ellas. La corriente eléctrica producida por la despolarización, o sea, el potencial de acción, se transmite a lo largo de tus dos aurículas primero, estas se contraen y luego se estimulan tus ventrículos, y entonces estos se contraen. Cada contracción de tus ventrículos representa un latido tuyo. Este sistema de conducción eléctrico explica la regularidad de tu ritmo cardíaco y asegura así la coordinación de tus contracciones auriventriculares. Fascinante, no? En cada uno de tus latidos, tus aurículas se contraen una fracción de segundo antes que tus ventrículos, ya que la sangre recibida por tus aurículas tiene que ser vaciada a tus ventrículos antes que estos se contraigan para después ser expulsada ya sea a tus pulmones o al resto de tu cuerpo. Todo esto en cada latido tuyo.

Es por eso que late tu corazón. Lo sabías? Mi corazón en cambio, late solamente porque existes tú.


Imagen: I have your heart with me, Esmeralda

de pronto

el cuaderno no es suficiente
la noche no es suficiente
la ventana no es suficiente

de pronto
el aire no es suficiente
el grito no es suficiente
el sueño no es suficiente

de pronto
el mundo entero
descascarado
frente a mí
y no es suficiente