Friday, November 30, 2007

Atorrante

- Ni hablar, son brutos. No se puede tener una conversación con ninguno de ellos. Un ratito nomás, una amistad superficial, pero después de los primeros 20 minutos… de qué hablar? No sé, son bestias.

- Pucha, qué exagerado.

- En serio, son bestias, no tenemos nada en común.

- No todos son así.

- Son bestias. Cuando les he dicho que soy de Perú me han preguntado que si queda en el Africa, o que en qué parte de México está Perú, y no saben qué idioma hablamos.

- Bueno sí, a mí también una vez un tipo me preguntó si Perú quedaba en Africa y cuando le dije que está en sudamérica, al costadito de Brasil, me puso cara de confusión.

- Ya ves? Todos son bestias.

- Y sí, varias veces me han preguntado que en qué parte de México está Perú…

- Todos son iguales de bestias.

- Pero tampoco todos pues, yo conozco gente inteligente, culta, tengo amigos con quiénes puedo conversar de todo.

- Sí, sí, pero son muy pocos.

- Has tenido mala suerte en conocer gente…


- Además son muy distintos, raros, unos aburridos. Tengo un pata que conocí en mi otra chamba y le dije para salir a tomarnos algo, me dice ‘ya, yo puedo de 6 a 8’.

- Ja ja ja ja ja!

- De 6 a 8???? Cómo de 6 a 8? Acaso es una fiestita? Una matiné? ‘Compadre, no puedes salir a tomarte unas chelitas?’
‘Sí, sí, pero puedo de 6 a 8’
‘Fuera de aquí!’
‘Es que ando organizado, tengo varias cosas que hacer…’
‘Mira, cállate, ya? Yo hago más cosas que tú en un día y tengo tiempo para salir a tomarme unos tragos en la tarde de 6 a 6’ …. De 6 a 8, por favor!

- Ja ja ja ja!! Oye, y qué tal tu viaje a NY?

- Pucha, comparado con Lima es un chancay de a veinte…

- Qué?

- Claro, yo he vivido en Lima, me he paseado por la Avenida Abancay, por el Jirón de la Unión, donde hay muchísimo gentío y edificios y las calles son bravazas, hay de todo…

- Tú piensas que Lima es más grande, loca, apestosa, y jungla que NY?

- Claro pues, Lima está más happening…

- Oye, en qué parte de NY estuviste, ah? Saliste del hotel?

- En toda la ciudad pues, me la caminé de arriba a abajo…

- Caminaste NY de arriba abajo y piensas que Lima es más grande y ‘happening’ ?

- Lima se la come viva a NY, hay todo en Lima, hay más…

- Wow…

- Claro pues, yo soy un chico de ciudad…

- Ajá. Bueno y… a qué conciertos has ido últimamente?


- Mira, ya ni voy a conciertos porque me deprimen.

- Te deprimen?

- Si pues, se paran ahí nomás los gringos, tremendo conciertazo que hay en el escenario y ellos mirando tranquilos, todos serios, de repente moviéndose ligeramente de lado a lado…

- Y a tí te gusta el loquerío…

- Claro pues, si voy a un concierto quiero estar gritando, bailando. Tú, no?

- Bueno, sí, cuando tenía 17 me gustaba eso pero ahora prefiero sentarme tranquila y bailar si me provoca sin tener que bañarme en sudores ajenos, no me gusta que me empujen…

- No pues, mira por ejemplo para el concierto de Soda, que estuvo bravazo…

- Te fuiste hasta allá a ver a Soda?

- Claro pues…

- Qué mostro!

- Manya, llegué y los gringos ahí parados… qué hacían ahí? No sé, pero paradazos, como piedras. Y yo pues, latinazo, ‘permiso, permiso’, y de codazo a codazo llegué adelantito con mis patas.

- mmmmm…

- Y la pasé bravazo porque estaba junto a unos argentinos vándalos con quiénes me juerguee buenazo!

- Ja ja ja ja ja ja!!!

- Claro pues, si voy a ir a quedarme ahí parado como un papanatas, para qué voy!?

- Pero seguro porque era un concierto de música latina, porque yo los he visto alocarse en otros conciertos.

- Como cuáles?

- Madonna, Aerosmith, Bon Jovi, Snow Patrol, Depeche Mode, U2…

- Pero no es lo mismo, los gringos no saben alocarse, no sienten la música, no saltan, no gritan…

- Yo los he visto así…además la gente es la misma en todas partes.

- Nada que ver, aquí todo eso es distinto. No te gusta a tí también ponerte a saltar con la música?

- Bueno, claro que la paso bien en conciertos, me encantan, pero no me gusta el pogueo, no me gusta que me empujen, la gente se pone muy brava…

- Pero esa es la voz, así se vive un concierto…

- mmmmm… no, así no vivo yo los conciertos, pero los vivo igual, cada uno como prefiera…

- Ya estás agringada pues.

- Nada que ver, ya tengo 31… pues.

- No, este país… nada que ver, ah? Nada que ver, no hay nada como estar en Lima!

- Oye y… por qué no te regresas, ah?

- Es que…


Imagen: The Crowd, Diana Ong

Wednesday, November 28, 2007

garabato 7

estoy aquí palabra,
no me ves?

aquí esperando que
suenes en el aire otra vez
aquí esperando que
dibujes en mi tinta
aquí esperando que me
pintes las pupilas

estoy aquí palabra,
no me ves?

Chicos, gracias por sus palabras, no pasa nada, solamente que ando bien
ocupada en el trabajo por un auditoría que tiene a todos medio locos.
No he tenido tiempo de pasearme por las letras en estos días.
Pero ya vuelvo, ya vuelvo a leerlos, i promise.
Un abrazo. Paz

Sunday, November 25, 2007

tinta frustrada


Noviembre 26, 2001

silenciada

te silencias
te olvidas de mi tinta
de mi voz
de los latidos de este corazón


me silencias
esquivas mi vida
mi papel
los relámpagos sobre la piel

te silencias

y me olvidas
y me esquivas

Imagen: A Cup of Coffee, Claudia Cioli

Thursday, November 22, 2007

amalgama

yo lloré también, no soy sólo risas, no soy sólo miel
yo grité también, no soy sólo azul sobre un pedazo de papel

yo fuí bala, yo fuí espada, yo fuí puño encendido, fuí clavo enfurecido
yo fuí lluvia fría, fuí flor enternecida, fuí caricia tibia, fuí salto suicida
yo fuí abrazo largo, beso océano, beso cielo, beso infierno, beso ciego
fuí esperanza sorda, limón amargo, sueño oxidado, tinta envenenada
fuí latido, fuí suspiro, piel intoxicante, volcán, teoría del big bang
fuí rojo palpitante, negro abismal, aire grisáceo, verde primaveral
yo golpeé, destrocé, ahogué, clavé, incendié
fuí garúa, vendaval, terremoto, otoño, huracán
fuí cebolla, sandía, sacarina salada, exquisita delicia,
fuí un verano hecho trizas,
un pétalo y semilla

sí, yo lloré también, no soy sólo risas, no soy sólo miel


Imagen: Heart Puzzel, Esmeralda

Tuesday, November 20, 2007

son las 7:57 pm y sigo en la oficina,

con montañas de binders que tengo que revisar, con ríos de papeles que tengo que firmar, con cielos de documentos que tengo que actualizar, con vendavales de procedimientos que tengo que documentar, con carreteras de emails que tengo que contestar, con un océano pacífico suspirándome en la ventana, con decenas de voluntarios limpiando las costas de la bahía, con un golden gate rojo atravezando el mar, con aves cubiertas en petróleo tratando de nadar, con ganas de ayudarlas a volar, con ganas de incendiarlo todo y por fin volar, con ganas de por lo menos vivir

son las 7:59 pm y sigo en la oficina, no volé, pero viví, porque escribí

Monday, November 19, 2007

Increíblemente hoy




‘hoy el cielo y la tierra me sonríen,
hoy llega hasta el fondo de mi alma el sol…’
- Gustavo Adolfo Bécquer-

hoy soy un pálpito en el corazón
un tic tac en el reloj
corriente sanguínea feroz
oxígeno en el pulmón

hoy llevo al sol en la sonrisa
escondo una flor en los ojos
llevo los recuerdos, todos
al fondo del bolso

hoy
me resbalan los reclamos
me encantan los encantos
me persigue alguna musiquita
hoy el mundo no es tan malo

hoy
increíblemente hoy
no sé por qué
desperté así

felíz

Friday, November 16, 2007

Contigo - II

Sus ojos se estacionaron en los míos, serios, profundos, como si estuvieran llenos de palabras que yo no iba a querer oír; un baúl lleno de secretos a punto de romperse, un cielo a punto de llover, un mar a punto de derramarse. Me miró solamente. Respiró.

Bajé la mirada, de pronto la palanca de cambios, su color y su forma, tenía una importancia inefable y un poder inescapable. De pronto esa palanca controlaba la barrera entre las lágrimas y la compostura. Sentí que se me iban torciendo los labios y los mordí. Sentí que me empezaban a arder los ojos y maldecí mi debilidad. De pronto el aire dentro del auto no era suficiente para mi pronto ataque de nervios. De pronto sentí el conocido y pesadísimo pedazo de metal imaginario que se posaba sobre mi pecho y que anunciaba la hiperventilación. De pronto solamente el silencio y la angustia. De pronto sólo miedo.

‘Hey’ – Me dijo tocándome suavemente la mano.
No lo quise mirar. No lo pude mirar. Miré hacia el otro lado, hacia la pared de ladrillos viejos del lado de mi ventana.

‘Hey’ – repitió, esta vez volteándome el rostro hacia él.

‘Aquí tengo un trabajo que me gusta y que paga más o menos bien. Aquí están mi familia y mis amigos de toda la vida. Aquí he nacido y he crecido. Sabes qué? Aquí nada de eso me importaría mucho si no estuvieras tú.’

A pesar de que escuché cada palabra, cada sílaba con toda la atención que nunca le dí a nada en mi vida, no estaba segura de lo que decía. Busqué en sus ojos alguna clave, algún código secreto, algún diagrama que me ayudara a entender. El se dió cuenta de mi duda y me dijo ‘Estoy diciendo que te amo y que quiero hacer una vida contigo. Y que si ahora tú tienes una oportunidad en el extranjero, yo me voy contigo’

Algo dentro de mí creció instantáneamente al oír esas última palabras. ‘Yo me voy contigo’. Algo se multiplicó y explotó y pensé que iba a derramarse por entre la piel. Y él, como si después de haberme regalado esa preciosa confesión de amor no fuera suficiente, me sonrió.

Después de los abrazos y los besos y los dulces y ridículos casi-llantos nos compusimos y nos quedamos nuevamente en silencio. Sólo se oían nuestros respiros mientras yo miraba con verguenza mis ojos rojos en el espejo.
Volteó a decirme algo pero justo en ese momento abrió la puerta su primo y subió al auto.

‘Sorry chicos, no me dejaron salir a tiempo. Ya nos vamos?’
‘Nos fuimos’ – Dijo arrancando el auto y preparándose para retroceder. En la luz roja de la esquina de Benavides con Larco me cogió la mano y entre sonrisas cómplices me dijo ‘Eres dulce como la miel’
‘Tú eres mi azúcar’ – Contesté yo.

Y percibí la mueca de asco que se debe haber dibujado en el asiento de atrás y que él debe haber visto por el espejo retrovisor porque soltó la carcajada que fue la gota que derramó el inmenso mar de mi rojo y suertudo corazón.



Imagen: The Embrace II, Beate Emanuel

Thursday, November 15, 2007

Contigo - I

‘Me lo vas a decir otra vez?
‘Te quiero mi amor’
‘Me gusta que seas dulce’
‘Tú más, como miel’
‘Tú eres mi azúcar’

Volteé a buscar de donde provenía esa conversación nauseabunda que desafortunadamente llegaba a mis oídos por la ventana del auto. Eran unos adolescentes, no sé… 15… 16… apoyados en un poste junto al kiosko de la esquina. Los miré con una mueca de asco mientras se besaban en medio de la calle. ‘Chibolos’ – pensé.

‘Te quiero’
‘Yo te quiero más’
‘No, yo te quiero más, en serio’
‘Eres tan dulce, azuquítar mío’

Los dos volteamos instintivamente a buscarnos los ojos y cruzamos una recíprocra mirada de asco. Nos sonreímos. Nos reímos. La risa es una sonrisa en voz alta; y siempre me gustó, más que todo lo que me gustaba de él, su sonrisa. Su sonrisa tenía la increíble habilidad de subirme a una ridícula, hermosa y extremadamente cursi nube de alegría e invulnerabilidad. Me encantaba que me tuviera encantada con sus labios risueños. Ya antes había caído yo con algún par de ojos, serios, apasionados, juguetones, verdes, castaños. Ya antes había caído yo con alguna voz, gruesa, ronca, medio rasposa, sonidos que erizaban mis células y conquistaban mis tubos de eustaquio. Pero nunca había sido encantada por algo tan simple como una sonrisa. Nunca antes me había dado cuenta de lo poderosa que puede ser una sonrisa bien dibujada en el rostro de alguien. Nunca he sabido cómo describir una sonrisa.

Los adolescentes terminaron con su sesión de empalagoso amor juvenil junto al poste y se acercaron al kiosko. El le compró a ella un paquete de halls de fresa y se compró para él un par de puchos que guardó en el bolsillo de la camisa. Ella lo golpeó levemente en el brazo, parece ser que no estaba de acuerdo con el mal hábito de su enamoradito. Pasaron al lado del Toyota blanco donde esperábamos a que su primo salga de trabajar para irnos a cenar a su casa, y nos sonrieron. Les sonreímos también, y otra vez cruzamos una de las miradas de hacía un momento, y otra vez esa sonrisa, medio picarezca, medio burlona, medio dueña del mundo.

‘Oye, pensaste en lo que conversamos?’ – pregunté con algo de temor y ansiedad. Hacía días que quería preguntárselo pero tenía miedo de su respuesta. Hacía días que vivía con un pedacito de angustia en el pecho, en el estómago, en la garganta, en todas partes. Una pequeña astilla, un clavito, una espinita infernal.

‘Sí’ – dijo solamente y fue tan corta la palabra que no me dió tiempo de preveer el resto de la respuesta por el tono de su voz.

Silencio. No importa si son sólo un par de segundos, siempre será cruel y eterno el silencio para un alma en espera ansiosa. Esperé. Esperé ansiosa y cruelmente. Esperé 7 segundos. Demasiado.


‘Y?'

Imagen: The Embrace I, Beate Emanuel

Wednesday, November 14, 2007

Recién me acabo de enterar

del terremoto en Chile. Espero que no hayan muchas pérdidas. Un abrazo para todos mis bloggeros chilenos. Un abrazo para todo Chile. Un abrazo muy grande.

Tuesday, November 13, 2007

No lo recuerdo,

pero debo haber soñado contigo porque el primer pensamiento al abrir los ojos esta mañana, fue el de tu proximidad, el de tu cuello, el del olor de tu habitación a media luz y a media persiana, el de tu media barba, el de las sábanas desordenadas y las almohadas abandonadas alrededor de la cama.

No lo recuerdo, pero debe haber sido un sueño dulce porque me sentí abrigada, acompañada, protegida, envuelta en tí. Debe haber sido realmente un sueño porque contigo nunca me sentí así.

Imagen: Embrace, Mary Ann Mercer

Monday, November 12, 2007

el sábado en Oakland




Fue algo así.

'...and the piano, it sounds like a carnival

and the microphone smells like a beer...'

Friday, November 9, 2007

Los odio a todos

Se van acumulando los demonios sin que me dé cuenta. Se van multiplicando, como bacterias, como pus. Un día desperté y me encontré con desconocidos perforándome las entrañas. ‘y estos?’ – le pregunté a los asiduos a mis rincones. No me contestaron porque a veces se hacen los interesantes, pero en sus ojos de incendios encontré dudas. No estaban seguros ellos tampoco, no estaban seguros cuándo es que aparecieron los nuevos. No estaban seguros si eran desconocidos o prolongaciones de ellos mismos, egos alternos, deseos de grandezas, no estaban seguros. Ví las dudas en sus ojos de incendios.

Era domingo y ya empezaba a despertar ese que siempre me aplasta la vida detrás de los ojos. Respiré profundo, sabía que iba a ser una mañana muy larga por su culpa. ‘deja de joderrrrrr’ – le dije en voz alta. Pero nada. Nunca me escucha, no sé por qué insisto en hablarle si sé que goza sabiendo que me tortura. Empezaba tímidamente a exprimirme el nervio ocular del ojo derecho cuando decidí que hoy no tenía ni ganas ni fuerzas para aguantarlo; ni para verlo crecer tampoco, crecer y creerse el mismo Lucifer. Me arrastré casi a ciegas al baño y busqué la poción mágica recetada por el médico. Hace un par de meses hubiera tomado un par de Excedrins simplemente, pero desde que volvió a asomarse ese maldito demonio gástrico ya ni pienso en la aspirina porque no se llevan bien. Se odian a muerte, a retorcijones acídicos y a fuegos brutales. Resultó ser que ese que yo pensé que era sólo pasajero, insaciable incendiador y acuchillador de paredes pero pasajero, era sólo el disfraz de una enormidad desgraciada, un estrujador de todo, un agitador de espasmos bárbaros. Un maldito cobarde que nunca se muestra del todo. Un maldito demonio que parece que siempre ha vivido en mí, escondido, disfrazado, pero en mí. Se parecen mucho todos, pero no son iguales; cambian de color, de forma, de método, de dolor. Mutan. Los odio a todos. No es bueno odiar, pero los odio a todos. Por eso se cuelgan de mi vida, por mi odio, que es su comida, lo sé, es un círculo de mierda.

Me tomé la poción mágica y le recé a los dedos cruzados para que haga su efecto mágico; me lavé la cara, la boca y volví a la cama. Seguían los jalones de nervios detrás del ojo derecho, ahora más intensos, y empezaban ya las náuseas. Malditos. Los odio. Los odio a todos. Con sus colores ácidos, sus uñas de cuchillos, sus venenos amargos, sus lenguas de fuego, sus chillidos estridentes, sus odios persistentes; los odio a todos. A todos.


Imagen: Wet Paint on Canvas, Diana Ong

Cosa aparte: esto me tiene muy fastidiada y triste.

Thursday, November 8, 2007

garabato 6

A esa sombra, dile que se vaya,
que no tengo rincones para cobijarla hoy

Monday, November 5, 2007

Pasatiempo

Quién diablos te crees que eres?
Ya sé que sólo buscas lo que quieres.

No eres las noches de mis días ni un verso a escondidas. No eres el poema que repito ni alguna palabra que escribo. No estás en el paisaje que miro ni en el cielo que pretendo alcanzar. No eternizas los segundos ni agitas el mar.

Eres un rato a medias, sólo un pedazo de tiempo. Carne tibia y besos fríos, sólo por un instante, sólo por un momento. Qué pensaste que eras?
Huracán? Tormenta?
Mi voz? Mi aliento?

No eres mi vocación niño,
eres mi pasatiempo.


Abril 15, 2001
(del cuaderno azul)

Friday, November 2, 2007

Abrazos

‘en aquel cajón está tu foto
llenándose de tierra
hace tanto que no la veo
como a vos, como a vos…’
- Enanitos Verdes -

Yo conozco esas sonrisas, son mías. Yo conozco esas risas, siguen colgadas de mis oídos todavía. Ah…yo conozco esos rostros, esas alegrías, esos abrazos…

Es increíble cómo a la nostalgia no le incumban los relojes ni las geografías. Es un tren de tul, un avión de sueños, un gran globo de recuerdos que viaja y lleva y trae como el viento, como un veloz pensamiento, como un río bravío, como dios. Es increíble que ahora, así de pronto, estén caminando a mi lado por estos blancos pasillos ya casi vacíos; hace un instante eran sólo fotos y ahora sentados todos a mi lado, riéndose de las palabras que escribo, haciéndome reír a mí también, soplándome ese asqueroso humo de cigarrillo, contagiándome las ganas de tener 18 otra vez. Es increíble que esa energía tan tangible sea invisible. Es increíble que hace un momento yo estaba frente a la computadora en un laboratorio de una ciudad de la bahía de california y ahora estoy en todos los lugares donde nos hemos carcajeado y donde algunos lloramos. Es increíble cómo se puede viajar instantáneamente por todo el continente y por todos los instantes que algún reloj alguna vez dibujó. Estoy sobre una banca de cemento, sobre un gran sofa marrón-dorado, jugando cartas, compartiendo un 3 en el chifa, juntando centavos, encontrando un rin, caminando por la panamericana, mordiéndome los abismos en el aeropuerto, abrazando fuertísimo en cada vuelta, embriagándonos…

Es increíble que haya tanto en el corazón, tanto guardado, tanto eco apaciguado, tanto cariño a la espera; a la espera de un abrazo porque las palabras no pueden con tanto.


Imagen: Diciembre 7, 1995