Saturday, February 9, 2008

Marchitos

Me apena tu silencio constante, tu olvido monótono. Conozco muy bien tu tibia indiferencia pero creí (sí, me la creí) que después de esa última y primera conversación habíamos logrado un puente, una carretera, una callecita de piedras con escasa iluminación y carente de señalización, una veredita recóndita, un caminito disimulado pero un caminito al fin, invitador y conocido, un caminito de cariño, un puentecito de regreso del olvido.
Pero ahora sólo tu silencio, tu amnesia, tu distancia, tu nada. Y yo me voy quedando sin razones, sin excusas. Yo me voy quedando sin linternas, sin señales. Yo me voy quedando sin paciencia. Yo me voy quedando sin cariño. Yo me voy quedando igual que tú: en silencio y alejada, amnésica, sin ganas, sin nada.

Imagen: Put It In Light, Bernadette Triki

22 comments:

Yahuan said...

Yo no sé, pero tal vez la otra parte, la indiferente, necesite ser comprendida, tal vez no en la cercanía, sino desde la lejanía; entender por ejemplo que hay personas hechas de momentos determinados que les pueden hacer así, aparentemente indiferentes.

Está de moda hablar, pero las modas vienen y van.

Yo pienso que realmente se hizo ese puente, esa carrtera, esa callecita ...

1 recuerdo!!

marisa said...

prefiero la pelea a la indiferencia, duele menos

Anonymous said...

La indiferencia no dura para siempre, pueden pasar dos cosas que esa persona se aleje muy lejos para olvidarse mas de nosotros o quizas si en verdad nos comprende quizas vuelva a hablarnos. Es muy posible que ya nada llegara a ser como antes pero los menos ya sabremos que los cada uno siente cosa que es mejor que vivir engañados.

Besos Solcito que pases un lindo fin de semana azulino :)

Mario said...

Me pasó algo similar, pero el preludio fue un te llamo y no me haces caso. Me llamas y yo ya no quiero hacerte caso. Pero te extraño y te vuelvo a llamar. Esta vez tu no quieres nada. El ciclo se repite tres veces más y luego nada, ya es muy tarde.

No sé si tuviste la misma introducción, pero parece que ambos tuvimos el mismo final.

Lo peor es que no vale la pena odiar. Es energía al gas. Insistir es darse cabezasos contra la pared. La indiferencia... ¿para quién, si no está? Esforzarse por olvidar es una forma de recordar. Perdonar ¿sobre qué? Quizás solo queda aceptar y dejar que el cariño se convierta en un murmullo sordo en el pecho, hasta que un día calle finalmente. O se quede ahí. Quien sabe. Sentimientos caprichosos :-)

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) said...

Estoy en las mismas con dos amigas (o ex amigas ya, no sé)
Piense que tal vez ese silencio constante y olvido monótono sean señal inequívoca de que no hay verdadero interés ni cariño por la otra parte, como creía. Así que de penas nada. Busque el lado positivo y adelante, amiga.
Mil besos

Kety said...

Empezamos con pequeños silencios, que poco a poco van alargándose hasta convertirlos en indiferencia. Y claro, al final ese puente se rompe.
Lo suyo sería dialogar ¡Pero nos cuesta tanto dar ese paso!
Hay que ver lo cabezotas que somos a veces.

Quiero creer que es pura ficción. He ahí la magia de escritor
Un abrazo

F. Fabian S. said...

Muy lindo..
Siempre te leo.

AnyGlo said...

Hoy tus palabras destilan tristeza...
Te dejo un abrazo!!!

jorge said...

A veces "la" persona que te interesa crea un vacio, no solo entre los dos, sino tambien en el corazon.
Y sus constantes desatenciones acaban con tu interes, tu entusiasmo...con tu alegria, con tu confianza.
¡Y lo dificil que es reemplazar a esa persona!
Beso animoso (en bermudas)

JR said...

toda la lucha interior es melancolía enterrada por las normas del Amor...
besos

Druid said...

Los acuerdos de minimos, los pequeños puentes, siempre acaban siendo cuellos de botella, por lo que se acaban haciendo mas pequeños... mas minimos.
Nada peor que dilatar el cortar puentes y arrasar senderos....
eso puede perjudicar seriamente el que nazcan carreteras bien comunicadas.
Besos.

Sibyla said...

Sol, te quedas con nuestro cariño.
Siento que no te pueda dar señales de luz, quien tú deseas.

Besotes grandes!:)

Juan said...

la indeferencia, que profundo dolor causa, las palabras lo hacen pero la falta de ellas es fatal.

Gaviota said...

y cuando uno se queda sin ganas,se queda con nada..
saludos

Miguelo said...

un poco triste. animo! un abrazo

Soy ficción said...

Y la pesadez hace casi imposible elevar la voz, hacer un gesto e incluso mantener los ojos abiertos...

Mariposa said...

Sin amor... puede ser.
Bueno, dicen que el amor es reciclable ;)
cómo ves?
besitos

Mariposa said...

Bueno, esa de arriba también soy yo.

YEL said...

Hola Sol,

Me gustó tu texto. Quizás es que a veces nos quedamos en esto:

La Fulana: Bueno, como El Fulano no me ha hablado, ni escrito hace tiempo, no voy a ser quien rompa el silencio. Voy a esperar a que lo haga primero para responder.

El Fulano: Pero bueno, qué se cree la Fulana, ¿que yo tengo que ser el primero en hablarle o escribirle?

La Fulana: Ya empieza a preocuparme, ¿cuándo es que El Fulano va a llamarme? ¿Le escribo o no le escribo?

El Fulano: Han pasado ya unas semanas, ¿ya tendría “otros intereses” La Fulana? ¿Le doy un telefonazo?




El Ser Supremo que lo está viendo todo: Qué tontos y tercos son estas criaturas humanas. ¿Cuándo es que van a aprender a comunicarse bien?

¡Un fuerte abrazo Sol!

Tony said...

Quedamos en la vastedad de la amnesia dual.

Mariposa said...

Bueno, todos quisieramos unas pastillas para no soñar, porqué no habriamos de querer ser amnesicos para algunas convenientes cosas.

:)

Soledad said...

Hermoso texto, lleno de dolor y soledad, y con mucha fuerza también. No es fácil decir lo que se siente y menos decírselo a quién nos lo hace sentir.