Wednesday, June 30, 2010

nauseabundo

A veces empieza así, como un remolino diminuto; como un pequeñísimo agujero voraz con sueños enormes de tragarse todo: las luces, las voces, las conecciones neuronales, las responsabilidades, el tiempo, el espacio, la voluntad. Todo lo desaloja del momento. Todo lo vacía del instante. Todo. Alguna vez conociste la nada? Esa energía aberrante que puebla los papeles en blanco. Esa gana de desgana. Esa náusea prescindible. Ese lapicero muerto. Ese pálpito frustrado. Saboreaste alguna vez la nada? La tuviste entre tus manos? Entre los dedos y el lapicero? Entre la espera y el suicidio?

A veces empieza así, como un remolino diminuto; pero termina, casi siempre, como un miserable gemido atragantado. Como un montoncito de suspiros mutilados. Como un puñado de latidos desperdiciados. Como un escupitajo de tinta malgastada. Como esto precisamente, completamente inútil, absolutamente innecesario, irremediablemente olvidable. Simplemente nauseabundo.
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Friday, June 18, 2010

Adiós Saramago


" Probablemente está hecho de suspiros el silencio que precede al silencio del mundo"

- De Cuadernos de Lanzarote, Diario IV, Alfaguara.


Suspiros, sí, suspiros...

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Sunday, June 13, 2010

Silvio


Bastante manoseada esta canción; pero siempre hermosa, sobre todo en vivo.
Anoche fue un sueño.

Paramount Theater, Oakland, CA. Junio 12, 2010.
(este video no es mío)

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Wednesday, June 9, 2010

esa foto

Recuerdas esa foto que nos tomamos sobre el sofá marrón de esa sala? Yo llevaba puesto el polo azul que ahora uso de pijama, y tú un chaleco negro que te quedaba un poco grande. No fue hace tanto, pero sí, fue hace mucho. Fue en una de esas despedidas tristes, de esas que te arañan de golpe la garganta, de esas que te amargan de a pocos los sueños, de esas que te arrastran inevitablemente a la nostalgia.

Recuerdas las cosas que me dijiste? Me llevaste del brazo al patio, junto a esa palmera grande, y me contaste las cosas que te marchitaban el alma. Yo te escuché en silencio y con cuidado, con los dientes apretando la lengua, con los ojos clavados en tu mentón, con la tristeza rebalsándose en cada respiro, con los nudos anudando la garganta, porque yo también me marchitaba en ese patio oscuro y frío de una Lima marrón y húmeda. De una Lima gris y dulce. De una Lima irreversiblemente cruel.

Recuerdas esa foto que nos tomamos sobre el sofá marrón de esa sala iluminada? Yo llevaba puesto el polo azul y tú un cariño que no te ví ponerte más. Nos abrazamos para la foto. Sonreimos. No fue hace tanto, pero sí, fue hace mucho. Recuerdas?

Hoy la boté a la basura.

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