Friday, September 9, 2011

victory

Afortunadamente esa mierda ya pasó.
Afortunadamente el cielo siempre, por debajo de todo, siempre azul.
Afortunadamente la sonrisa le ganó al puñal oxidado y a la ventana cerrada y a las noches abismales e infinitas de esos meses de derrota y suicidio.  De nada.  De vacío.  De gritos.

La noche es otra vez cuento de inspiración.  La luna es nuevamente la perla menguada sobre mi piel.  Este sol ha vuelto a ser sol.

Afortunadamente esa mierda ya pasó.
Afortunadamente, sí, también, en ese preciso momento en que se animaba a salir por fin el sol,
afortunadamente, así de sorpresa y disimuladamente, apareciste tú.

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5 comments:

Amylois said...

Precioso relato

Anonymous said...

y la neblina se disipo

Elmo Nofeo said...

Siempre olvidamos que después de la tormenta llega la calma.

Me alegro de que las cosas se compongan.

DéjàVu said...

Me ha gustado. Es cierto que al final las aguas vuelven a su cauce y las cosas siempre acaban yendo bien, aunque tarden años. Y todo es más fácil si aparece esa persona especial y necesaria.
Un beso!

Soy ficción said...

Al final... Pero siempre tiene que ser al final ¿por qué no al principio? Digo yo.