Tuesday, November 26, 2013

Amanece

Amanece por detrás de la colina y se va iluminando el día, la neblina, el dormitorio.  La ventana cerrada se entibia bajo el sol despierto y se cuelan pedacitos de luz por entre las rendijas de la persiana blanca.  La persiana es delgada y débil y casi ni puede contra la luz impertinente y desconsiderada de un sol convencido.  La persiana se esmera  por alargar los segundos de preciosa oscuridad; pero es débil, y amanece.

Los ruidos empiezan:  los vecinos y sus pesados pies de acero, las tuberías de agua  convulsionan detrás de las delgadas paredes de maderita fina, los autos reniegan asmáticos , los gatos reclaman, a maullidos, sus cariños matutinos.  Los ruidos empiezan, impertinentes y persistentes a taladrar el silencio de la mañana quieta.  Los ruidos no respetan el tiempo que se necesita para sacudirse de los sueños y colgarse de la realidad.  Los ruidos insisten; y es que amanece.


Se cuelan pedacitos de sol por entre las rendijas de la persiana pero ella no está lista para enfrentarse a la mañana.  Quedan muchos sueños por soñar todavía.  Quedan muchos secretos en la almohada todavía;  Quedan miedos agrios, y ríos negros, y volcanes rojos, y precipicios hondos y futuros rotos; pero el tiempo no se detiene por nadie.  El planeta continúa girando sobre su maldito eje; y amanece.

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1 comment:

Elmo Nofeo said...

La situación es peor si se trata de un amanecer de lunes.