fue una flor en el jardín, un girasol girando hacia mí. Fue una sorpresa verde y celeste sobre la tarde de este martes descansado. Fue una sonrisa sol.
Un simple ‘hola, cómo estás’ fue un achicador de distancias y un borrador de silencios eternos entre los dos. Ves? Es tan sencillo, tan fácil volver al círculo que dibujamos hace un tiempo. Ves? Ya sin darnos cuenta estamos adentro de la cotidianidad y rozando casi la normalidad. Ves? Qué simple es dejarse llevar por el azul y extender abrazos enredados entre letras. Es sencillo, no hay necesidad de complicarse, no hay por qué guardar pasados, no hay por qué olvidar presentes. No hay razón para silenciar todas las palabras. No hay motivo para cerrar todas las puertas. No hay razón para vivir entre rendijas.
Hoy tu nombre en la pantalla fue una sonrisa sol, un celeste verdoso, un girasol girando en el corazón.
Imagen: Happy Flower, Esmeralda
Tuesday, October 30, 2007
Monday, October 29, 2007
pregunta tonta
que si te he extrañado?
esa pregunta que me haces…
no ves mis ojos?
no ves mis labios?
no ves mis letras?
desconoces el vacío de las horas que he vivido
la densidad del aire que hace días respiro
los hincones que tu ausencia me da en las sienes desde que no te veo
el azul ennegrecido
si miraras en mis ojos
si te asomaras a mis labios
si buscaras en mis letras
si escucharas…
…los latidos
que si te he extrañado
quién dice que no hay preguntas tontas?
Imagen: He loves me...he doesn't love me, Esmeralda
Wednesday, October 24, 2007
Sigue
‘Y el hombre… pobre…pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… yo no sé!’
- César Vallejo -
‘aunque sólo te haya visto una vez, te tengo mucho cariño’
Lo decías en serio. No podías ser más sincera por el msn.
‘de igual modo’- dijo él
‘se me han humedecido los ojos leyéndote’
Era mentira. No se te habían humedecido los ojos, habías llorado, tuviste que sacarte los lentes porque se empezaron a empapar con tus lágrimas. Llorabas todavía, mientras te seguía contando de su tristeza, de esa ausencia, de ese dolor que tú sólo podías imaginar. Llorabas, miles de millas al norte y frente a la lap top sobre la cama. El gato volteó a mirarte con esa curiosidad felina, deben haberlo despertado los sollozos.
‘no te pongas así’ - te dijo
‘bueno, la tristeza se comparte’
‘sí’
‘pero como tú dices, la vida sigue y así tiene que ser’
‘así es’
Por qué te dolía tanto su pérdida? Lo habías conocido por internet hace como 10 años. Eran los dos parte de una lista de literatura y habrían empezado a conversar por email quizá, no recordabas bien, no importaba ya. Después habrían conversado por el msn, no recuerdas cuándo fue eso pero se volvieron buenos amigos. Compartían algunos escritos pesonales. En algunas de tus visitas a Lima habían pasado horas hablando por teléfono, hasta la madrugada alguna vez. De qué hablaban? No recuerdas bien, pero serían conversaciones amenas, profundas quizá, lo suficientemente interesantes para mantenerte atenta y encariñada. Después de tanta voz, una vez, por fin se vieron. Una vez solamente. Se encontraron en el parque de Barranco, frente a la Iglesia. El sabía que ese era tu lugar favorito por las noches en Lima. Se sentaron en una banca y conversaron un rato. Bah, no importa cuánto trates, tienes muy mala memoria y no recordarás qué palabras se dijeron. Pero recuerdas que después caminaron un par de cuadras a La Posada del Angel, porque ese es tu pub favorito por la música sobre todo, pero también por el ambiente bohemio del lugar. Pidieron un par de cervezas y… pizza? O tequeños? Qué comieron esa noche? Lo que recuerdas bien es la canchita, típica en cualquier bar, pub y cebichería limeña. Ese maíz dorado y crujiente, medio marrón, medio amarillo, medio negro y rociado con sal que encierra tantos recuerdos de reuniones, de borracheras, abrazos, bienvenidas, despedidas… Siempre se extraña lo más cotidiano, lo más simple, lo más insignificante se vuelve sustancial, como la canchita. Es un arte elegir las más ricas, hay que buscar las que están parcialmente reventadas pero no tan quemadas. Las que sirven en La Posada tienden a ser demasiado delgadas por lo que se queman fácilmente y por lo tanto saben más a humo o a sal que a maíz. Pero para tí, que no comías canchita hacía más de un año, la sentías deliciosa.
En que año fue eso? 1998? 1999? No recuerdas bien… Por qué tendrás tan mala memoria? Por qué recuerdas tanto la canchita en vez de su rostro o las conversaciones sobre esa mesa? Cómo quisieras haber capturado más de esa noche. Si sólo somos nuestros recuerdos, qué eres tú entonces? Un largo momento borroso nada más? Pequeños instantes de lucidez? Breves minutos de claridad? Un papel arrugado con huellas de algunos versos borrados? Una canchita quemada sobre una mesa olvidada?
‘cuando alguien llega o se va de la vida, el mundo cambia para siempre’
‘sí’
Ya habías parado de llorar, pero la pena seguía arañándote el aire. Por qué te contagiaba tan fácilmente su tristeza? Tal vez porque siempre fue para tí un compartidor de bromas, un inventor de risas; y ahora imaginándolo ennegrecido frente a la pantalla, adivinando esa pena que sólo puedes imaginar, leyendo más allá de las palabras que tipea en la ventana, y sobre todo, teniendo la absoluta certeza de que tú estarás en el mismo lugar algún día. Que tú estarás parada en la misma calle vacía, frente al mismo abismo, combatiendo las mismas tormentas, pero sola: sin mano, sin abrazo, sin fe, sin dios.
‘estás viviendo mi miedo más grande’
‘en realidad es bastante difícil’
‘sólo puedo imaginarlo, y me cago de miedo’
‘la vida nunca será igual’
‘nunca será la misma, pero eso no significa que no sea buena’
‘no’
Tuvo que irse porque tenía que conversar con algunos profesores y recoger algunos papeles porque la vida sigue. La vida sigue. Nunca sabrás cómo, pero sigue. El planeta gira más rápido justo cuando quieres que se detenga por un instante, por un segundo solamente, por un momento nada más para poder recuperar el aliento antes de seguir, antes de montarte nuevamente sobre la vida y agarrarla por las astas, por el timón. La vida continúa. Siempre. Y eso es lo que se te hace incomprensible; que después de uno de esos ‘golpes en la vida tan fuertes’ la vida tenga el descaro de seguir, la insolencia de continuar siguiendo, de continuar perpetuamente. Y te asusta eso. No hay miedo más grande para tí. No hay nada que te paralice más que las visiones inimaginables que te imaginas en momentos así. Y vuelves a llorar. Pero no es sólo por él que lloras, no es sólo por su pena, eres egoísta, lloras por la tuya, por la que algún día vivirás, por ese dolor ahora inconcebible que algún día dolerás, por esos gritos inaudibles que algún día destrozarán tu laringe.
Sacúdete de una vez esa parálisis. Sacúdete de una vez esa cobardía. La vida sigue. Repítelo una y otra vez hasta que te la creas, hasta que estés segura que no es una desdicha, que no es un infortunio, una desgracia, una simple imposibilidad. La vida sigue. Y te va a gustar. Y no sólo la vas a vivir, sino que vas a querer vivirla. Porque así es la vida; porque sigue hasta que se acaba.
Pero nunca acaba.
Imagen: Triple Mobius, Deborah Howard
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… yo no sé!’
- César Vallejo -
‘aunque sólo te haya visto una vez, te tengo mucho cariño’
Lo decías en serio. No podías ser más sincera por el msn.
‘de igual modo’- dijo él
‘se me han humedecido los ojos leyéndote’
Era mentira. No se te habían humedecido los ojos, habías llorado, tuviste que sacarte los lentes porque se empezaron a empapar con tus lágrimas. Llorabas todavía, mientras te seguía contando de su tristeza, de esa ausencia, de ese dolor que tú sólo podías imaginar. Llorabas, miles de millas al norte y frente a la lap top sobre la cama. El gato volteó a mirarte con esa curiosidad felina, deben haberlo despertado los sollozos.
‘no te pongas así’ - te dijo
‘bueno, la tristeza se comparte’
‘sí’
‘pero como tú dices, la vida sigue y así tiene que ser’
‘así es’
Por qué te dolía tanto su pérdida? Lo habías conocido por internet hace como 10 años. Eran los dos parte de una lista de literatura y habrían empezado a conversar por email quizá, no recordabas bien, no importaba ya. Después habrían conversado por el msn, no recuerdas cuándo fue eso pero se volvieron buenos amigos. Compartían algunos escritos pesonales. En algunas de tus visitas a Lima habían pasado horas hablando por teléfono, hasta la madrugada alguna vez. De qué hablaban? No recuerdas bien, pero serían conversaciones amenas, profundas quizá, lo suficientemente interesantes para mantenerte atenta y encariñada. Después de tanta voz, una vez, por fin se vieron. Una vez solamente. Se encontraron en el parque de Barranco, frente a la Iglesia. El sabía que ese era tu lugar favorito por las noches en Lima. Se sentaron en una banca y conversaron un rato. Bah, no importa cuánto trates, tienes muy mala memoria y no recordarás qué palabras se dijeron. Pero recuerdas que después caminaron un par de cuadras a La Posada del Angel, porque ese es tu pub favorito por la música sobre todo, pero también por el ambiente bohemio del lugar. Pidieron un par de cervezas y… pizza? O tequeños? Qué comieron esa noche? Lo que recuerdas bien es la canchita, típica en cualquier bar, pub y cebichería limeña. Ese maíz dorado y crujiente, medio marrón, medio amarillo, medio negro y rociado con sal que encierra tantos recuerdos de reuniones, de borracheras, abrazos, bienvenidas, despedidas… Siempre se extraña lo más cotidiano, lo más simple, lo más insignificante se vuelve sustancial, como la canchita. Es un arte elegir las más ricas, hay que buscar las que están parcialmente reventadas pero no tan quemadas. Las que sirven en La Posada tienden a ser demasiado delgadas por lo que se queman fácilmente y por lo tanto saben más a humo o a sal que a maíz. Pero para tí, que no comías canchita hacía más de un año, la sentías deliciosa.
En que año fue eso? 1998? 1999? No recuerdas bien… Por qué tendrás tan mala memoria? Por qué recuerdas tanto la canchita en vez de su rostro o las conversaciones sobre esa mesa? Cómo quisieras haber capturado más de esa noche. Si sólo somos nuestros recuerdos, qué eres tú entonces? Un largo momento borroso nada más? Pequeños instantes de lucidez? Breves minutos de claridad? Un papel arrugado con huellas de algunos versos borrados? Una canchita quemada sobre una mesa olvidada?
‘cuando alguien llega o se va de la vida, el mundo cambia para siempre’
‘sí’
Ya habías parado de llorar, pero la pena seguía arañándote el aire. Por qué te contagiaba tan fácilmente su tristeza? Tal vez porque siempre fue para tí un compartidor de bromas, un inventor de risas; y ahora imaginándolo ennegrecido frente a la pantalla, adivinando esa pena que sólo puedes imaginar, leyendo más allá de las palabras que tipea en la ventana, y sobre todo, teniendo la absoluta certeza de que tú estarás en el mismo lugar algún día. Que tú estarás parada en la misma calle vacía, frente al mismo abismo, combatiendo las mismas tormentas, pero sola: sin mano, sin abrazo, sin fe, sin dios.
‘estás viviendo mi miedo más grande’
‘en realidad es bastante difícil’
‘sólo puedo imaginarlo, y me cago de miedo’
‘la vida nunca será igual’
‘nunca será la misma, pero eso no significa que no sea buena’
‘no’
Tuvo que irse porque tenía que conversar con algunos profesores y recoger algunos papeles porque la vida sigue. La vida sigue. Nunca sabrás cómo, pero sigue. El planeta gira más rápido justo cuando quieres que se detenga por un instante, por un segundo solamente, por un momento nada más para poder recuperar el aliento antes de seguir, antes de montarte nuevamente sobre la vida y agarrarla por las astas, por el timón. La vida continúa. Siempre. Y eso es lo que se te hace incomprensible; que después de uno de esos ‘golpes en la vida tan fuertes’ la vida tenga el descaro de seguir, la insolencia de continuar siguiendo, de continuar perpetuamente. Y te asusta eso. No hay miedo más grande para tí. No hay nada que te paralice más que las visiones inimaginables que te imaginas en momentos así. Y vuelves a llorar. Pero no es sólo por él que lloras, no es sólo por su pena, eres egoísta, lloras por la tuya, por la que algún día vivirás, por ese dolor ahora inconcebible que algún día dolerás, por esos gritos inaudibles que algún día destrozarán tu laringe.
Sacúdete de una vez esa parálisis. Sacúdete de una vez esa cobardía. La vida sigue. Repítelo una y otra vez hasta que te la creas, hasta que estés segura que no es una desdicha, que no es un infortunio, una desgracia, una simple imposibilidad. La vida sigue. Y te va a gustar. Y no sólo la vas a vivir, sino que vas a querer vivirla. Porque así es la vida; porque sigue hasta que se acaba.
Pero nunca acaba.
Imagen: Triple Mobius, Deborah Howard
Tuesday, October 23, 2007
1,618 km2... y contando...
Un incendio que se ve desde el espacio. Todos los años arde California, se pierden hogares, colegios, árboles, esfuerzos, sueños. Veo las imágenes y trato de comprender la inmensidad del infierno. Afortunadamente las pérdidas humanas suman 1. Suena un poco cruel decir 'afortunadamente' si pienso en la familia de esa persona, pero podría ser peor. Podría ser mucho peor. Ya llegaron las llamas al norte de México. Medio millón de evacuados, y contando...
Sunday, October 21, 2007
Hoy 21, 31
Lake Tahoe
Pensé que vivía enamorada del aire. Pensé que los amarillos me encandilaban las pupilas, pensé que los anaranjados me hechizaban las sonrisas, que los rojos estallaban en latidos. Pensé que conocía las delicias del otoño, que sabía de todos los verdes y todos los azules…pero no conozco nada, no sé nada. Me guardaban una sorpresa esos pinos majestuosos, me tenían preparado un espectáculo magnífico esas hojas arcoiris, ese azul trascendental… esos verdes palpitantes.
Hoy estalló el corazón en colores, estalló el corazón sobre la tierra. Hoy despilfarré pálpitos entre los troncos, entre las marañas de ramas, entre pisadas crujientes. Hoy casi me gasto todas las risas a los pies de las colinas magnificentes; casi derrocho toda el alma sobre las montañas madres, y casi ahogo todas las penas al fondo del azul más azul de ese lago azul. Hoy sólo el azul amarrado al verde, hoy sólo el azul abrazando el planeta entero, hoy sólo el azul besándome las soledades, hoy sólo el azul para mí sola; hoy todos los pálpitos del planeta sólo para mis ojos, sólo para mis venas, sólo para mis estallidos secretos.
Hoy soy La Tierra. Hoy soy todo el planeta pero apenas una célula. Hoy soy todo el planeta pero apenas un corazón. Hoy soy todo el planeta pero apenas un electrón. Hoy soy increíblemente microscópica, ínfimamente insignificante, nada casi nada, una partícula de tiempo, un pedacito de espacio, infinitamente mínima, minúsculamente diminuta; pero soy todo el planeta.
Hoy podría creer en dios. Hoy podría creerme dios.
Wednesday, October 17, 2007
Alma terca
ya se qué no es suficiente
con tenerte en mis manos
esta noche
ya sé que no es suficiente
con que llueva
y me cantes
y me abraces
ya sé que no es suficiente
con amarte
siempre que quieras
siempre amarte
tendrías que quererme
tú también
pero no es suficiente
ya sé que no es suficiente
pero qué quieres que haga
con esta terca alma?
Agosto 27, 2000
Imagen: Soul, D-StruktIV
con tenerte en mis manos
esta noche
ya sé que no es suficiente
con que llueva
y me cantes
y me abraces
ya sé que no es suficiente
con amarte
siempre que quieras
siempre amarte
tendrías que quererme
tú también
pero no es suficiente
ya sé que no es suficiente
pero qué quieres que haga
con esta terca alma?
Agosto 27, 2000
Imagen: Soul, D-StruktIV
Tuesday, October 16, 2007
Un video
Entre vivos y plebeyos. Un video algo sarcástico sobre la realidad peruana, limeña, más que nada. A mí me gustó por la manera divertida de mostrar algo triste y patético. Aún así, desde aquí arriba se le extraña al Perú.
A ver qué les parece a ustedes.
Paz.
ps- un pedacito de 'El Plebeyo' de Felipe Pinglo:
"Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano
tiene algo de divino,
amar no es un delito
porque hasta dios amó.
Y si el cariño es puro
y el deseo es sincero
Por qué robarme quieren
la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya
también tiñe de rojo
el alma en que se anida
mi incomparable amor.
Ella de noble cuna y yo,
humilde plebeyo,
no es distinta la sangre
ni es otro el corazón.
Señor, por qué los seres
no son de igual valor?"
A ver qué les parece a ustedes.
Paz.
ps- un pedacito de 'El Plebeyo' de Felipe Pinglo:
"Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano
tiene algo de divino,
amar no es un delito
porque hasta dios amó.
Y si el cariño es puro
y el deseo es sincero
Por qué robarme quieren
la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya
también tiñe de rojo
el alma en que se anida
mi incomparable amor.
Ella de noble cuna y yo,
humilde plebeyo,
no es distinta la sangre
ni es otro el corazón.
Señor, por qué los seres
no son de igual valor?"
Friday, October 12, 2007
La primera lluvia
‘Esta tarde llueve, como nunca; y no tengo ganas de vivir, corazón’
- César Vallejo -
Hoy no puedo. Hoy llueve violentamente; furiosas caen las gotas sobre el sucio pavimento oscuro, furiosas. Se precipitan como queriendo perforarme la ciudad, la rutina, como queriendo empalagarme esta tarde vacía, pero no puedo. El cielo parece Lima hoy y alguna nostalgia pretende pintarse en la memoria. Dejo que me abrace esa melancolía, dejo que me acaricie la distancia dulcemente, tristemente; pero me roza solamente y se va, se desvanece, se evapora en el olvido apenas aparece.
Me hipnotizo con el golpeteo de esas gotas que salpican y dibujan un borroso vaho sobre la pista. Yo las miro caer desde el lobby del edificio, a travez de las puertas de vidrio; y quisiera ser una gota enfurecida precipitándome sobre la tierra, quisiera ser todas las gotas violentándome contra el asqueroso plomo de las calles, contra los cementos inmundos, violentándome… aunque sea sólo violentándome. Es la primera lluvia de este otoño exquisito, es el primer aguacero que tanto he esperado, pero aún así no puedo. Quiero salir a empaparme en esas grandes y gruesas chispas de agua, quiero bañarme en su arrebato, contagiarme de su cólera cristalina, pero tampoco puedo.
Se escapa un suspiro desabrido, un suspiro insípido e imperceptible que sería un tibio aire suspendido y visible enfriándose allá afuera; pero aquí no se ve, aquí adentro no se ve, no se oye de pronto nada. No puedo aunque el hechizo de esta lluvia me intoxique, no puedo aunque los murmullos de las gotas me ericen cada uno de los átomos en la piel. No puedo porque hoy llueve violentamente, enfurecidamente y no soy agua, ni furia, nisiquiera nostalgia en una tarde gris y borrascosa; sólo un montón de células sin fuerzas, sin alma, sin ganas; sólo un agujero ausente oxidándose en una tarde vacía y descosiéndose gradual y repentinamente de la vida.
Imagen: Golden Gate 3, Tim Caynes
- César Vallejo -
Hoy no puedo. Hoy llueve violentamente; furiosas caen las gotas sobre el sucio pavimento oscuro, furiosas. Se precipitan como queriendo perforarme la ciudad, la rutina, como queriendo empalagarme esta tarde vacía, pero no puedo. El cielo parece Lima hoy y alguna nostalgia pretende pintarse en la memoria. Dejo que me abrace esa melancolía, dejo que me acaricie la distancia dulcemente, tristemente; pero me roza solamente y se va, se desvanece, se evapora en el olvido apenas aparece.
Me hipnotizo con el golpeteo de esas gotas que salpican y dibujan un borroso vaho sobre la pista. Yo las miro caer desde el lobby del edificio, a travez de las puertas de vidrio; y quisiera ser una gota enfurecida precipitándome sobre la tierra, quisiera ser todas las gotas violentándome contra el asqueroso plomo de las calles, contra los cementos inmundos, violentándome… aunque sea sólo violentándome. Es la primera lluvia de este otoño exquisito, es el primer aguacero que tanto he esperado, pero aún así no puedo. Quiero salir a empaparme en esas grandes y gruesas chispas de agua, quiero bañarme en su arrebato, contagiarme de su cólera cristalina, pero tampoco puedo.
Se escapa un suspiro desabrido, un suspiro insípido e imperceptible que sería un tibio aire suspendido y visible enfriándose allá afuera; pero aquí no se ve, aquí adentro no se ve, no se oye de pronto nada. No puedo aunque el hechizo de esta lluvia me intoxique, no puedo aunque los murmullos de las gotas me ericen cada uno de los átomos en la piel. No puedo porque hoy llueve violentamente, enfurecidamente y no soy agua, ni furia, nisiquiera nostalgia en una tarde gris y borrascosa; sólo un montón de células sin fuerzas, sin alma, sin ganas; sólo un agujero ausente oxidándose en una tarde vacía y descosiéndose gradual y repentinamente de la vida.
Imagen: Golden Gate 3, Tim Caynes
Wednesday, October 10, 2007
Cuando te vayas
los cielos gritarán enrojecidos, la tierra buscará sus venas para cortarlas, el aire triturará todo el oxígeno que dejaste.
Cuando te vayas el azul quedará hecho trizas, la hedionda luna perseguirá otro planeta, el último suspiro se descolgará de los espejos. Al universo le nacerán cuchillos. A los cuchillos le nacerán universos.
Cuando te vayas sólo quedará tu nombre perforándose las letras, incinerándose en el genoma de la nada. Cuando te vayas... ya nada,
ya nada.
Imagen: Broken Dreams, Theo Den Boon
Cuando te vayas el azul quedará hecho trizas, la hedionda luna perseguirá otro planeta, el último suspiro se descolgará de los espejos. Al universo le nacerán cuchillos. A los cuchillos le nacerán universos.
Cuando te vayas sólo quedará tu nombre perforándose las letras, incinerándose en el genoma de la nada. Cuando te vayas... ya nada,
ya nada.
Imagen: Broken Dreams, Theo Den Boon
Sunday, October 7, 2007
Sí,
un 'insomnio titubeante'. Y sí, 'a lo mejor' Benedetti, 'a lo mejor'...
Posibles
A lo peor nadie me atiende
nadie recibe los mensajes
nadie se alegra nadie llora
nadie enciende su sangre
con estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor alguna alguno
en un insomnio titubeante
halla que dos o tres palabras
le entregan algo de alguien
desde estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor
quién sabe
- Mario Benedetti -
Posibles
A lo peor nadie me atiende
nadie recibe los mensajes
nadie se alegra nadie llora
nadie enciende su sangre
con estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor alguna alguno
en un insomnio titubeante
halla que dos o tres palabras
le entregan algo de alguien
desde estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor
quién sabe
- Mario Benedetti -
Friday, October 5, 2007
No, hoy no me provoca,
hoy no quiero escribir, déjame tranquila. No sé…leer algo, ver algo en la televisión o algún dvd, escuchar alguno de mis cds nuevos, pero no tengo ganas de escribir. Pues porque no simplemente, no es una obligación, es un placer, lo sabes bien, y en este momento no me causa placer jugar con las letras. No sé, no me da el corazón hoy, no me dan los dedos, no me dan las fantasías, no me da el aire, déjame tranquila. No, no te voy a hacer caso, guárdate la tinta para otro día, quizá más tarde si se asoma la luna, pero no te prometo nada, nada es seguro nunca, ya sabes; lo siento, no puedo devolverte ningún favor hoy. Si sigues cargoseándome me vas a poner de mal humor, o es esa tu táctica? Quieres sacarme aunque sea un poco de fuego, no? De rabia? Corres el riesgo de que te estrelle contra la pared si sigues molestándome; hoy que estoy tan tranquila…
Ya te dije, hoy no vamos a soñar, hoy no te puedo exprimir, no sé, me siento un poco exprimida ya; no, no es culpa del papel, serán los días, las tardes vacías, los noticieros grises, las bullas cotidianas, no sé, pero algo exprimida. No son celos esos, no? Del monitor? Del teclado? Sabes que no hay nada como palabras garabateadas sobre un papel…
Paciencia lapicero, ya volverán los suspiros a enredarse en tu tinta. Paciencia, cualquiera de estas noches te sorprendo; te sorprendo y dejo que me sorprendas.
Ya te dije, hoy no vamos a soñar, hoy no te puedo exprimir, no sé, me siento un poco exprimida ya; no, no es culpa del papel, serán los días, las tardes vacías, los noticieros grises, las bullas cotidianas, no sé, pero algo exprimida. No son celos esos, no? Del monitor? Del teclado? Sabes que no hay nada como palabras garabateadas sobre un papel…
Paciencia lapicero, ya volverán los suspiros a enredarse en tu tinta. Paciencia, cualquiera de estas noches te sorprendo; te sorprendo y dejo que me sorprendas.
Wednesday, October 3, 2007
garabato 5
a veces
yo no sé
qué pesa más
tu silencio
o tu mirada
a veces
yo no sé
qué duelen más
tus palabras
o tus manos de espada
yo no sé
qué pesa más
tu silencio
o tu mirada
a veces
yo no sé
qué duelen más
tus palabras
o tus manos de espada
Y tenemos 2 ganadores:
Alexis e Ixba. Aplausos! ;)
Paz.
Parece que los dos alcanzaron a ser la visita #: 4444 anoche.
Alexis ya me mandó su dirección; Ixba, mándame la tuya por email cuando puedas. Les haré llegar a los dos una pequeñez.
Y bueno, eso es todo. A los que participaron, gracias por participar. Yo me entretuve leyendo algunos emails y comentarios. Gracias por entretenerme. :)
Paz.
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