Se van acumulando los demonios sin que me dé cuenta. Se van multiplicando, como bacterias, como pus. Un día desperté y me encontré con desconocidos perforándome las entrañas. ‘y estos?’ – le pregunté a los asiduos a mis rincones. No me contestaron porque a veces se hacen los interesantes, pero en sus ojos de incendios encontré dudas. No estaban seguros ellos tampoco, no estaban seguros cuándo es que aparecieron los nuevos. No estaban seguros si eran desconocidos o prolongaciones de ellos mismos, egos alternos, deseos de grandezas, no estaban seguros. Ví las dudas en sus ojos de incendios.
Era domingo y ya empezaba a despertar ese que siempre me aplasta la vida detrás de los ojos. Respiré profundo, sabía que iba a ser una mañana muy larga por su culpa. ‘deja de joderrrrrr’ – le dije en voz alta. Pero nada. Nunca me escucha, no sé por qué insisto en hablarle si sé que goza sabiendo que me tortura. Empezaba tímidamente a exprimirme el nervio ocular del ojo derecho cuando decidí que hoy no tenía ni ganas ni fuerzas para aguantarlo; ni para verlo crecer tampoco, crecer y creerse el mismo Lucifer. Me arrastré casi a ciegas al baño y busqué la poción mágica recetada por el médico. Hace un par de meses hubiera tomado un par de Excedrins simplemente, pero desde que volvió a asomarse ese maldito demonio gástrico ya ni pienso en la aspirina porque no se llevan bien. Se odian a muerte, a retorcijones acídicos y a fuegos brutales. Resultó ser que ese que yo pensé que era sólo pasajero, insaciable incendiador y acuchillador de paredes pero pasajero, era sólo el disfraz de una enormidad desgraciada, un estrujador de todo, un agitador de espasmos bárbaros. Un maldito cobarde que nunca se muestra del todo. Un maldito demonio que parece que siempre ha vivido en mí, escondido, disfrazado, pero en mí. Se parecen mucho todos, pero no son iguales; cambian de color, de forma, de método, de dolor. Mutan. Los odio a todos. No es bueno odiar, pero los odio a todos. Por eso se cuelgan de mi vida, por mi odio, que es su comida, lo sé, es un círculo de mierda.
Me tomé la poción mágica y le recé a los dedos cruzados para que haga su efecto mágico; me lavé la cara, la boca y volví a la cama. Seguían los jalones de nervios detrás del ojo derecho, ahora más intensos, y empezaban ya las náuseas. Malditos. Los odio. Los odio a todos. Con sus colores ácidos, sus uñas de cuchillos, sus venenos amargos, sus lenguas de fuego, sus chillidos estridentes, sus odios persistentes; los odio a todos. A todos.
Imagen: Wet Paint on Canvas, Diana Ong
Cosa aparte: esto me tiene muy fastidiada y triste.
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21 comments:
Sol,siento mucho lo que estás pasando,reina.Por lo que he leído padeces de dolores que te hacen sufrir.No sé cómo te puedo ayudar,cariño.Lo único que puedo hacer desde esta distancia es leer tu post que habrás escrito para desahogarte.Has hecho muy bien.Para lo que quieras,estoy donde mi blog.Por cierto,he escuchado tu voz grabada aquí,es preciosa.¿Eres locutora?Tienes una voz muy dulce.Y que tus malditos demonios se vayan a tomar viento.Visita a un médico a ver cómo te puede ayudar.Besos calmadores de dolor sólo para tí...
siento que lo estes pasando mal, yo se lo que es sufrir fuertes dolores, estuve 5 años en cama y en silla de ruedas con unos dolores muy fuertes y dos años mas despues con la rehabilitacion, y ya es una enfermedad cronica que aunque me sienta mejor que entonces no dejo de sufrir fuertes dolores a diario.
un abrazo enorme lleno de fuerza y de cariño desde lo mas profundo de mi corazon encanto de mujer, besitos de colores guapa, espero que pronto sientas mejoria, me gusta imaginarte sonriendo.
Mi querida Sol!!! No puedo imaginar la tristeza que es capaz de transmitir tus palabras. Yo te veo así, como tu nombre, luminosa y feliz surcando el cielo azul sin dejar que nada te turbe. No tengo remedios para tu mal, pero desde mi rinconcito chiquito te envío toda la energía positiva que puedo darte. Un abrazo y cuídate mucho!!!
A mi me pasaba lo mismo. Ahora ya no. O mi estomago se acostumbro a que no me lo tome en serio, o se fue corriendo.
Yo también estoy buscando mi poción mágica.
Lo sé, cuando la encuentre acabaré con todos los demonios.
Quizá está debajo de mi almohada...
yo ayer me molesté con una magia y sin razón... creo que ahora me odia.
Hola Sol. Que triste lo que cuentas. Ojalá estés bien o mejor.
entiendo ... es duro o triste o lo que sea, pero es, y nosotros también somos, así que ...
Las pociones mágicas médicas a veces no son tan mágicas... Suerte con ese demonio gástrico, niña. Besitos y cuídese mucho.
Vuelvo para volver a desearte que estés muuuucccchhhhhooooo mejor,guapa...
El dolor es odioso, el odio colleva más odio, sólo queda resistir como se pueda...
Cruzare los dedos por ti, suerte preciosa con las pociones.
Hola sol yo de nuevo...
Espero no me odies a mi jejeje ntc.
Oye con respecto a mi CD pues puedes comprarlo conmigo solamente, pero creo que te sale mejor si te mando las canciones...
Dime cuales y con mucho gusto..
A y muchas gracias, que bueno que te gustó mi trabajo en serio... y que buena onda que firmaste varias entradas, gracias...
Sol:
Haré dos comentarios.
Espero que este post ojála sea sólo ficción y que te encuentres re bien de salud y emocional.
si es de ficcion solamente, me trasmitió todas las sensaciones del dolor.
te espero por mi casa
un abrazo muy fuerte
reina imposible
Espero que la magia consiga que puedas disfrutar de la vida, ya que el dolor lo impide.
Si pudiera encontrar remedio para tu dolor...pero solo es posible solidarizarse y ofrecerme para lo que necesites.
Lo siento no se me ocurre ninguna frase original.
Tambien sigo lo del vertido, no parece la temporada de California
si algun dia quieres hablar dejame tu correo y nos agregamos y hablamos tesoro, te dejo un millon de abrazos para que te suba el animo dulzura.
Gracias por salir a verme.Espero que estés mejor.Y haz lo que me has dicho de poner en una tarjeta que ella te atendió bien,pues sólo protestamos por lo malo y no nos acordamos de alabar el buen trabajo y la simpatía.Besos de corazón.
tu demonio no se llamará Migraña, verdad? es que me da que compartimos en tu casa y en la mía similares diablos... quién coño habrá dejado las puertas del infierno abiertas?
En fin, habrá que hablar con algún dios arcano para que se ocupe de esto, porque parece que lo que es la sociedad de los hombres no lo arregla ni a patadas... que me digan a mí con los ruidos y demás...
suerte en tu lucha, que sepas que somos legión también los que cada día intentamos no ceder un paso más a la locura bajo la presión de esos a los que odias tanto.
un saludo desde el lejano sur.
Hola Sol. Si el relato es ficción, felicidades por su descripción, pero si no fuese así, te recomiendo por experiencia, TRANQUILIDAD. Los nervios juegan malas pasadas, simulando dolores donde no los hay.
Un abrazo
Kety
Espero de verdad, mi querida Inti, que este relato no sea más que una obra imaginativa de su autora... Que el dolor no vaya más allá de lo corporal. Por otro lado, reconozco, una excelente calidad narrativa en el relato, pero sobre todo, por el tono, sabría sin conocerte que lo escribió una mujer. Esa manera que tienen de escribir...
Quién dijo que es tan malo odiar?
I'm not so sure
a mi me encanta odiarme y luego quererme, luego me acuesto y sueño que me enfado conmigo y me despierto de mal humor, desayuno y me vuelvo a odiar y a querer...
espero que estes bien preciosa.
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