Sunday, May 17, 2009

Ausencia de dios


Es el segundo poema del libro. Me quedé prendida de sus letras cuando por fin me dí el tiempo de leer la antología con detenimiento, hace 11 años, cuando una amiga me regaló el libro en una de esas despedidas tristes. Después de leerlo, me dí cuenta que me había regalado un planeta nuevo, un sentimiento nuevo, un paisaje nuevo.

Gracias por acompañarme los insomnios, las noches largas y las madrugadas eternas. La universidad y la lejanía hubieran sido de otro color sin tantos de tus poemas, Don Marito.


Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

La cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué verguenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.


- Mario Benedetti -
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9 comments:

Soy ficción said...

Llevo leidos ya algunos homenajes, es curioso como algunas personas se nos cuelan dentro sin llegar a cruzar nunca nuestros cuerpos...

Cyllan said...

Pues sí que te hicieron un buen regalo tía. Este poema no lo había leído. Es que yo mi antología no la tengo acabada de leer. Aún me queda tanto por disfrutar con él...
Benedetti por siempre.

Yo también he leído varios homenajes hoy Nausicaa. Que bonito lo que dijiste aquí.

Unknown said...

Don Mario, qué gran poeta y qué persona bella, cuántos lo vamos a extrañar y cuánto... En el dolor, te abrazo y te dejo un beso,
V.

AnyGlo said...

Gracias por compartir tus palabras abrazadas a las de Benedetti!!!

Un beso!!

Juan said...

Sol: Es ficticio como cada uno de los personajes de mi blog.

pd. una pena la muerte de un escritor, pero se a vuelto inmortal gracias a sus palabras.

F. Fabian S. said...

Fue una luz , una puerta, un deseo cumplido. Cada uno de sus textos contaba alguna historia que podia tocarnos de cerca. Cada frase era la llave para algun corazon esquivo. Aprendimos a iluminarnos en nuestras oscuras tristezas, entramos por la puerta del amor en cada letra, cumplimos nuestros deseos al llegar al silencio tibio de un beso. Cuantos de nosotros hicimos esto con algun poema de Mario en el bolsillo.?

Eria.. said...

Al final... todos tenemos una historia con Benedetti... besitos varios.

Jimmy said...

Personalmente Benedetti nunca me gustó, pero he leído muchos testimonios en diversos blogs y es interesante ver que muchos lo recuerdan como a un amigo fallecido y no como a un lejano poeta. Y eso no lo consigue cualquiera.

dulce said...

Gracias por compartir éste poema tan grato y dulce. Jimmy dice algo muy cierto. Le recordaremos como algo más que un artista. Y eso, el de acompañarnos por las noches y hundirse en nuestras lágrimas y amoldarse en nuestras nostalgias, no lo consigue cualquiera. Un beso.