Friday, August 17, 2007

A long pain

There’s something about hearing those cries, those gutless desperate cries in your own language, your own way of speaking, your own accent.
There’s something about watching the streets you used to walk on destroyed, the buildings you once visited, collapsed.
There’s something about watching the devastation on a face you have never met even when the only commonality might be your nationality.
There’s something about all this.

Human suffering hurts in the gut and in the soul. It transcends races, colors, religions, geographies, political views, and everything else. But there is something about it being the country you grew up in, the place you were born. It is not the same to watch the images of a ravaging tragedy in a foreign place than it is to watch it happen in your country; even if you don’t live in that country anymore. Everybody knows this. But why? Because you can read the papers, watch the news reports, cry with a couple of videos and pictures, maybe send a donation, and then put it all away and forget about that foreign country. This is normal. I don’t think it is selfishness or irresponsibility towards our human kind. This is a self defense mechanism. We can’t be sad all the time, constantly. We can’t possibly live a life with our souls permanently aching for other people’s tragedies. We simply can’t do that. And so we put those calamities and misfortunes on the side, in the back of our brains, and go on with our lives. And this is normal; this is a way to remain emotionally and mentally stable.

But you can’t put aside your own nation. You can’t ever forget what you carry inside. You can’t avoid your country when you are your country; when you are constantly reminded of it because you are it. And thus, the sadness, the pain, the tears follow you for days, weeks, months…

I don’t believe the intensity of the pain is greater, but the longevity of it is. The sadness is longer, not deeper.

I’m in pain. An unavoidable long pain.

(No sé por qué lo escribí en inglés. Quizá porque estoy en el trabajo, quizá porque en mi cabeza les trato de explicar a mis coworkers que hoy no me siento muy bien, y que no es sólo la bronquitis que ya va pasando…)

11 comments:

Anonymous said...

Todo lo que dices es verdad. Muy buena reflexión. Muy buen texto.

Gerardo Omaña Márquez said...

Hoy no entendí pero te dejo un regalo:

Simpleza infinita que nos une
que nos llama y nos confunde.

Y es que todo nos mueve al mismo espíritu
donde el tiempo nos envuelve,
nos amarra y estremece.

Un beso para tu alma.

PD: Este es el mes en el que puedes ver al planeta marte del tamaño de la luna.
No dejes de mirar el cielo.

Gerardo.

Fr@nk M!Ch@ell said...

dicen que lo que escribiste esta muy bueno, pues querida amiga no todos sabemos ingles (aunque es una obligacion, creo...) entonces deberias de darle un enlace para su traduccion.

Sebas said...

Viendo imagenes del terremoto toda la noche en casa (comparto el depto con un amigo que es argentino pero vivio desde chiquito alla en Peru) me vino a la cabeza la idea que un dia nos va a tocar a nosotros. No a nosotros como pais sino a nosotros, a mi y a vos. Eso, a pesar que si no lo toca de cerca a uno los sentimientos se le apagan (a self-defense machanism, como bien decis), mas alla de una tristeza superficial, nos hace caer en la cuenta que la catastrofe esta a la vuelta de la esquina, y nosotros no colaboramos mucho para que no suceda. En este tipo de hechos es cuando vemos enormes actos de arrojo y valentia, como los medicos y socorristas trabajando sin descanso y sin esperar recompensa alguna salvo la que albergan en su alma, y los individuos que venden articulos de primera necesidad como velas a precios astronomicos.

Anonymous said...

You are very right on all these points. And like you said, it does make sense.

UN ENCANTO...DESENCANTO said...

Desde ayer miro el noticiero con el alma estrujada de dolor y desesperación.

Las palabras sobran es estos casos...me uno a las plegarias.

Un beso gigante a todo PERÚ a sus magníficos habitantes, a nuestros hermanos peruanos...
Fuerza Perú!!!!
Desde Argentina!!!

Pedro Ramírez P. said...

estamos igual querida sol...aun cuando hago lo posible por sonreir, por dentro tengo un dolor muy grande que no pretende dejarme en tanto el sufrimiento sigue en nuestro Peru a la distancia
animo amiga

Baakanit said...

Destila mucha emoción este post, merece una traducción para que tenga más alcance y esos que hablan tu propia lengua puedan sentir la pena.

Es lamentable cuando suceden cosas como estas, la naturaleza trabaja de forma tan extraña que siempre se las arregla para que el pobre sea el que sufra más los azotes de su rabia.

Saludos

ItoCuaz said...

...just a foreign country, just a foreign language... It´s because, at this moment, the language doesnt matter.

YEL said...

Lamento muchísimo la tragedia en el Perú...

Lo has descrito muy bien: Una persona lleva dentro su patria siempre, no importa donde esté, e invariablemente va a sentir las penas - y las alegrías - que ésta experimente.

Pero, a parte de que sentimos con mayor duración las penurias de nuestra patria, porque como dices no podemos simplemente bloquear u olvidar rápidamente esa aflicción, pienso que la intensidad del sentimiento y la profundad de la tristeza sí pueden ser también mayores. Es parte de nuestra naturaleza humana identificarnos y preocuparnos más con y por aquellos que comparten algo con nosotros: nuestros familiares, amigos, la comunidad, compatriotas, la patria…, etc., etc. Y no por ello somos realmente egoístas, por cuanto es simplemente parte de nuestra naturaleza.

Vamos a desear que el pueblo peruano se recobre pronto y retorne su alegría. La vida continúa y por más que se diga o experimente lo contrario, la vida sí es preciosa y bella.

Abrazos.

P.D. Gracias por tu reciente visita y comentarios. Siempre bienvenida.

BELMAR said...

entonces...visita "Errantes", te gustará!!!