Algunos de ustedes me han recomendado libros anteriormente, en diferentes momentos; pero quisiera tener una lista completa de sus recomendaciones. Si tuvieran que recomendarme sólo uno, o dos libros, cuáles serían? Me gustaría expandir un poco mi pequeña biblioteca (en mis repisas).
A ver, quién se anima a recomendar algo? Yo empiezo diciendo que 'The God of Small Things' de Arundhati Roy es el libro más hermoso que he leído. Más que por la historia, por el lenguaje. Es una armonía de palabras tejidas a la perfección, un suspiro largo leerlo.
Y bueno, son tantos los buenos libros que existen, pero esa sería mi recomendación. Y la de ustedes?
Antes de irme a terminar con el libro de Vargas Llosa que estoy leyendo ahora (un regalo por mi cumpleaños de 'otra niña mala'), Travesuras de la Niña Mala (que me tiene atrapada desde el sábado en la noche, hoy lo termino de todas maneras, es una lectura fácil), les convido un poema que tengo aquí al lado, de Blanca Varela (creo que se llama Morir cada día):
morir cada día un poco más
recortarse las uñas
el pelo
los deseos
aprender a pensar en lo pequeño
y en lo inmenso
en las estrellas más lejanas
e inmóviles
en el cielo
manchado como un animal que huye
en el cielo
espantado por mí.
Aprovecho para mandarles un abrazote por un feliz 2008 lleno de todas esas cosas que tanto queremos; entre ellas, paz.
Monday, December 31, 2007
Friday, December 28, 2007
Cómo es que no te cansas de mí?
No te cansa el cansarme? No te hastías de hastiarme?
Demasiado oxígeno me ahoga. Demasiada agua me seca la garganta. Demasiado sol me da frío. Demasiada sal me empalaga.
No te cansas de cansarme? No te abruma el abrumarme?
Te persigo y te maldigo porque eres cruz y salvación, uña y resignación, sonrisa en medio del temblor, vacío en plena multitud. Eres todos los suspiros y todo, todo lo que escribo.
Julio 13, 2001
(del cuaderno azul)
Imagen: Smashing Light, Wil Lof
Demasiado oxígeno me ahoga. Demasiada agua me seca la garganta. Demasiado sol me da frío. Demasiada sal me empalaga.
No te cansas de cansarme? No te abruma el abrumarme?
Te persigo y te maldigo porque eres cruz y salvación, uña y resignación, sonrisa en medio del temblor, vacío en plena multitud. Eres todos los suspiros y todo, todo lo que escribo.
Julio 13, 2001
(del cuaderno azul)
Imagen: Smashing Light, Wil Lof
Wednesday, December 26, 2007
flojera
La refrigeradora repleta de comida, sobras de la tremenda cena que nos seguirá alimentando por el resto de la semana. El árbol de mentira (porque no nos gusta matar árboles todos los años), lleno de adornos todavía; a sus pies, un regalo solo esperando la visita de las manos que lo abrirán. Mi tocador cubierto de regalos nuevos que buscan un lugar en mi vida y en mi ya repletos cajones, repisas, dormitorio desordenadísimo.
Mi rincón repleto de risas, de ecos, de fresas, de calor…
Las ventanas, los noticieros, los periódicos, repletos de horror, de hambre, de sombras, de frío, de vacíos, de rencor.
Hoy siente flojera mi corazón.
Imagen: Cercle Jaune, Wassily Kandinsky
Mi rincón repleto de risas, de ecos, de fresas, de calor…
Las ventanas, los noticieros, los periódicos, repletos de horror, de hambre, de sombras, de frío, de vacíos, de rencor.
Hoy siente flojera mi corazón.
Imagen: Cercle Jaune, Wassily Kandinsky
Monday, December 24, 2007
Pero Piedra!
Yo tengo tu blog enlazado al mío, lo que significa que obviamente eres una recomendación, un blog que leo siempre que puedo. No hay necesidad que hable de tí (ni que tuviera tantos visitantes anyway), que te dedique todo un post, una entrada entera solo para tí. No hay necesidad de decirle a la gente que vayan a visitar Filosofía Nocturna por la originalidad de sus posts, por la creatividad de sus cortos relatos. Lo que pasa Piedrita linda, es que lo has tenido un poco descuidado últimamente… escribe más pues que se te extraña por estos lares. En serio. No te alejes. :)
Bueno, este país me ha enseñado (al menos trata de enseñarme) a ser ‘politically correct’ y decir ‘Happy Holidays’ en vez de ‘Feliz Navidad’ . Así que… Feliz Navidad, Feliz Hanukkha… o feliz lunes pues y martes… y todos los demás días también.
Un abrazo para todos los que pasan por aquí amenudo, los que pasan por aquí muy de vez en cuando, los que pasan por aquí de casualidad y/o por error, los que nunca han pasado ni pasarán nunca por aquí. Un abrazo para todos los Homo sapiens del universo porque no sé, tengo ganas de repartir abrazos hoy. Será tal vez la segunda botella de vino de la tarde... o la luna curiosa pintada en mi ventana, o las risas que escucho en la sala mientras escribo esto... no importa la razón, pero un abrazo grande pues.
Y paz. Siempre paz.
Bueno, este país me ha enseñado (al menos trata de enseñarme) a ser ‘politically correct’ y decir ‘Happy Holidays’ en vez de ‘Feliz Navidad’ . Así que… Feliz Navidad, Feliz Hanukkha… o feliz lunes pues y martes… y todos los demás días también.
Un abrazo para todos los que pasan por aquí amenudo, los que pasan por aquí muy de vez en cuando, los que pasan por aquí de casualidad y/o por error, los que nunca han pasado ni pasarán nunca por aquí. Un abrazo para todos los Homo sapiens del universo porque no sé, tengo ganas de repartir abrazos hoy. Será tal vez la segunda botella de vino de la tarde... o la luna curiosa pintada en mi ventana, o las risas que escucho en la sala mientras escribo esto... no importa la razón, pero un abrazo grande pues.
Y paz. Siempre paz.
Saturday, December 22, 2007
Wednesday, December 19, 2007
Aunque sea un poquito nada más
Me gustaría vivir cerca de tu casa, a una cuadra por ejemplo, o a 10, o a 15; y llamarte y decirte, con el corazón acelerado, que me acompañes a tomarme un té por ahí; y dirías que ya, con la sonrisa en la voz. Nos encontraríamos en el café de siempre, ese edificio verde de letrero marrón en la esquina al frente del parque, tú llegarías con los nervios sudándote las manos y un poquito antes porque sabes que no me gusta esperar, y a mí se me suspendería un pálpito al verte en la puerta esperándome. Nos sentaríamos junto a la ventana porque me gusta mirar por la ventana cada vez que puedo, no a la gente, no sé, las calles, las esquinas, las aves que sobrevuelan la ciudad y las que buscan pedacitos de comida entre las rendijas del cemento. Yo me tomaría un té de limón y pétalos de rosa porque es uno de mis favoritos, tú no sabrías qué pedir porque prefieres el café pero te dejarías convencer y probarías el jazmín de hoja. Compartiríamos un biscotti de chocolate y almendras y me contarías de tu día, del trabajo, de tu familia, de tus telarañas, de tus lagartijas, de tus verdes, de cómo te fastidia tu carro viejo, que quieres comprarte uno, que quizá el otro año puedas. Yo te contaría de mi próximo viaje, de mis nervios, de mis mariposas, de mis azules, de mis deudas, de que tengo que dejar de viajar tanto y ponerme a ahorrar pero la tentación siempre me gana. Después pasearíamos por las veredas frías y húmedas de Diciembre, yo con mi saco y gorrito marrón, tú de saco negro y con paraguas, ‘corre que va a empezar a llover’ – dirías bromeando. ‘Pero si me encanta la lluvia!’- diría yo. Y reirías.
Entraríamos a una librería, por ejemplo. Tú me enseñarías los libros que quieres leer y los que ya leíste y me contarías por qué te fascinan esos autores y esas lecturas que yo no entiendo del todo. Yo te llevaría a pasear por la sección de poesía en castellano y te diría que Neruda en inglés no es igual, ni Borges, ni Lorca y que cuánta gente se pierde de leerlos en su idioma original, así como yo me pierdo los detalles y nimiedades de otros que leo traducidos. Después pasearíamos por la sección de música porque querrías ver qué cosas nuevas hay. Yo diría que hace mucho no compro cds en tiendas porque es muy difícil encontrar música de Sabina por ejemplo, o de Silvio. Te contaría que hace mucho que compro sólo por amazon y que ando medio enamorada de Jorge Drexler últimamente. Tú me dirías que no te gusta mucho ese tipo de música, aunque algunas de Drexler sí te gustan pero que en definitiva te has quedado estancado en los sonidos de los 80s. Yo suspiraría que no hay nada como los 80s, pero hay tantas otras cosas bellas. Sonreirías nomás, casi derritiendo el invierno de Diciembre. Después iríamos a ver los almanaques porque ya hay que ir pensando en uno. Me enseñarías uno de gatos porque sabes que tengo uno y que lo adoro. Yo te diría que yo nunca compro calendarios de gatos o perros, que prefiero los de otros animales, elefantes por ejemplo, o pinguinos, búhos, cocodrilos. Y sonreirías otra vez, mostrándome uno de Toscana, diciendo que algún día te gustaría pasear por ahí. ‘A mí también’ - diría yo, esperando que digas que te gustaría ir conmigo. Luego te enseñaría uno de Monet y te diría que de arte no sé nada, pero que me gusta mucho Monet y Picasso y Van Gogh, por ejemplo. Tú dirías que a tí te gusta Miró y yo pondría gesto de duda… ‘no entiendo a Miró’. Me dirías que no hay nada que entender, sólo sentir. Y se tropezaría un pálpito acelerado con mi sonrisa ilusionada. ‘sólo sentir’ – repetirías. Y me sonrojaría sin saber bien por qué.
Tendríamos que irnos porque ya sería hora de cerrar y nosotros sin creer que han pasado ya 3 horas desde que entramos a la tienda porque apenas parecen 15 minutos. Me preguntarías si quiero que me acompañes a mi casa y yo te diría que no, porque soy una mujer independiente y no necesito que me cuiden; pero sabes que en el fondo sí quiero que me acompañes y espero que insistas. Así que insistirías y otra vez diría que no es necesario porque no quiero que me preguntes, quiero que tomes control y me digas que me vas a acompañar y lo hagas pese a mis negativas; así que dirías ‘te voy a acompañar a tu casa’ y yo diría ‘bueno’ - pero sería feliz. Llegaríamos a mi casa con la noche encima y los cuerpos debajo de tu paraguas porque me gusta mojarme con la lluvia pero no tanto, y yo te agradecería la amabilidad y en la puerta me dirías que me vas a llamar antes de acostarte y después de ver el reporte de deportes. Yo me sonreiría y te diría que okay, que espero tu llamada. Cerraría la puerta despacito y esucharía tus pasos alejándose entre charcos y los rojos latidos desacelerándose.
Pero no vivo cerca de tu casa, a una cuadra, o a 10 o a 15; y no tomas té conmigo, ni caminamos sobre las veredas frías o tibias, ni compartimos el paraguas en días de lluvia. No dices lo que espero que digas, me dejas siempre esperando y no me acompañas nunca a ningún lado. Pero a veces un email tuyo basta para que se aceleren los electrones de los átomos de las moléculas de las alas de esa mariposa que se alborota en medio del pecho y alrededor de la boca del estómago. A veces un email tuyo basta para que las fantasías tejan colores en la realidad. A veces un email tuyo basta para hacerme creer que me quieres un poquito, un poquito, aunque sea un poquito nada más.
Imagen: Butterfly, Diana Ong
Entraríamos a una librería, por ejemplo. Tú me enseñarías los libros que quieres leer y los que ya leíste y me contarías por qué te fascinan esos autores y esas lecturas que yo no entiendo del todo. Yo te llevaría a pasear por la sección de poesía en castellano y te diría que Neruda en inglés no es igual, ni Borges, ni Lorca y que cuánta gente se pierde de leerlos en su idioma original, así como yo me pierdo los detalles y nimiedades de otros que leo traducidos. Después pasearíamos por la sección de música porque querrías ver qué cosas nuevas hay. Yo diría que hace mucho no compro cds en tiendas porque es muy difícil encontrar música de Sabina por ejemplo, o de Silvio. Te contaría que hace mucho que compro sólo por amazon y que ando medio enamorada de Jorge Drexler últimamente. Tú me dirías que no te gusta mucho ese tipo de música, aunque algunas de Drexler sí te gustan pero que en definitiva te has quedado estancado en los sonidos de los 80s. Yo suspiraría que no hay nada como los 80s, pero hay tantas otras cosas bellas. Sonreirías nomás, casi derritiendo el invierno de Diciembre. Después iríamos a ver los almanaques porque ya hay que ir pensando en uno. Me enseñarías uno de gatos porque sabes que tengo uno y que lo adoro. Yo te diría que yo nunca compro calendarios de gatos o perros, que prefiero los de otros animales, elefantes por ejemplo, o pinguinos, búhos, cocodrilos. Y sonreirías otra vez, mostrándome uno de Toscana, diciendo que algún día te gustaría pasear por ahí. ‘A mí también’ - diría yo, esperando que digas que te gustaría ir conmigo. Luego te enseñaría uno de Monet y te diría que de arte no sé nada, pero que me gusta mucho Monet y Picasso y Van Gogh, por ejemplo. Tú dirías que a tí te gusta Miró y yo pondría gesto de duda… ‘no entiendo a Miró’. Me dirías que no hay nada que entender, sólo sentir. Y se tropezaría un pálpito acelerado con mi sonrisa ilusionada. ‘sólo sentir’ – repetirías. Y me sonrojaría sin saber bien por qué.
Tendríamos que irnos porque ya sería hora de cerrar y nosotros sin creer que han pasado ya 3 horas desde que entramos a la tienda porque apenas parecen 15 minutos. Me preguntarías si quiero que me acompañes a mi casa y yo te diría que no, porque soy una mujer independiente y no necesito que me cuiden; pero sabes que en el fondo sí quiero que me acompañes y espero que insistas. Así que insistirías y otra vez diría que no es necesario porque no quiero que me preguntes, quiero que tomes control y me digas que me vas a acompañar y lo hagas pese a mis negativas; así que dirías ‘te voy a acompañar a tu casa’ y yo diría ‘bueno’ - pero sería feliz. Llegaríamos a mi casa con la noche encima y los cuerpos debajo de tu paraguas porque me gusta mojarme con la lluvia pero no tanto, y yo te agradecería la amabilidad y en la puerta me dirías que me vas a llamar antes de acostarte y después de ver el reporte de deportes. Yo me sonreiría y te diría que okay, que espero tu llamada. Cerraría la puerta despacito y esucharía tus pasos alejándose entre charcos y los rojos latidos desacelerándose.
Pero no vivo cerca de tu casa, a una cuadra, o a 10 o a 15; y no tomas té conmigo, ni caminamos sobre las veredas frías o tibias, ni compartimos el paraguas en días de lluvia. No dices lo que espero que digas, me dejas siempre esperando y no me acompañas nunca a ningún lado. Pero a veces un email tuyo basta para que se aceleren los electrones de los átomos de las moléculas de las alas de esa mariposa que se alborota en medio del pecho y alrededor de la boca del estómago. A veces un email tuyo basta para que las fantasías tejan colores en la realidad. A veces un email tuyo basta para hacerme creer que me quieres un poquito, un poquito, aunque sea un poquito nada más.
Imagen: Butterfly, Diana Ong
Monday, December 17, 2007
Cromatismos
‘explosiones de azul en las alegorías’
- Rafael Alberti –
el azul es nostalgia, es una dulce tristeza dulce, una suave calma. es exquisito y sutil, ligero y delicado, una ola suspendida, un suspiro prolongado, un lejano recuerdo azucarado, una caricia en el aire, embelasamiento, fascinación. además, es cielo y es mar.
el rojo es un un paroxismo bipolar, es pasión o grito desgarrador. es amor encendido, o dolor ensordecedor. es un pálpito, un latido, fuego, frenesí, o agonía, dinamita, puñal, suplicio, efervescencia. es rabia. es sed, arrebato, deseo, tormento, lujuria, ardor, combustión.
el amarillo es juventud, casi casi primavera, es alegría serena, es capullo, es algún principio, el primer rayo del sol. es un verano eterno. es amistad sincera, abrazo franco. es semilla.
el verde es paz. el verde es vida. el verde es sonrisa larguísima , es tranquilidad, plácida energía vital. fortaleza, continuación de existencia, el verde es un azul primaveral, un azul principio, el verde es futuro certero. es un respiro largo, eterno.
el negro es un vacío profundo, una infinita depresión, dolores crónicos, destrucción, trance agobiante. el negro es futuro incierto, mañana truncado, pesimismo suicida, es fin, perpetua ausencia, es un abismo constante, una nada abismal, es un siempre morir, un siempre sufrir…
el blanco es ingenuidad. el blanco es sencillo, simple, es pregunta, inocencia, pulcridad. el blanco es demasido irreal. impecable pureza. es casi magia.
el celeste es una suave calma inocente, un triste recuerdo ingenuamente olvidado, una dulzura tierna, una ternura dulce, es un azul muy sencillo, un cielo inocente, un casi hechizo.
el gris es negro aturdido, desorientado, es una ofuscación, un leve pesimismo desanimado, el gris quiere ser negro pero lo confunde el blanco.
el anaranjado es coqueto. es mitad pasión y mitad amarillo.
el morado es un azul alegre y divertido, un azul social, un azul sin nostalgia, un azul sonrisa. un azul enamorado, apasionado.
el marrón es tierra, es causa, es origen, es razón, es realismo, es verdad, es pisar firme, es certeza, es raíz, es fundamento, es hogar, es volver.
el rosado es rojo y blanco, amor ingenuo, deseo inocente, pálpitos, latidos sencillos y casi mágicos, el rosado es un beso en la mejilla, una caricia pulcra, una florecita encendida.
…podría seguir, pero ya me cansé.
(el cansancio es un blanco percudido)
Imagen: Color Studies, Wassily Kandinsky
- Rafael Alberti –
el azul es nostalgia, es una dulce tristeza dulce, una suave calma. es exquisito y sutil, ligero y delicado, una ola suspendida, un suspiro prolongado, un lejano recuerdo azucarado, una caricia en el aire, embelasamiento, fascinación. además, es cielo y es mar.
el rojo es un un paroxismo bipolar, es pasión o grito desgarrador. es amor encendido, o dolor ensordecedor. es un pálpito, un latido, fuego, frenesí, o agonía, dinamita, puñal, suplicio, efervescencia. es rabia. es sed, arrebato, deseo, tormento, lujuria, ardor, combustión.
el amarillo es juventud, casi casi primavera, es alegría serena, es capullo, es algún principio, el primer rayo del sol. es un verano eterno. es amistad sincera, abrazo franco. es semilla.
el verde es paz. el verde es vida. el verde es sonrisa larguísima , es tranquilidad, plácida energía vital. fortaleza, continuación de existencia, el verde es un azul primaveral, un azul principio, el verde es futuro certero. es un respiro largo, eterno.
el negro es un vacío profundo, una infinita depresión, dolores crónicos, destrucción, trance agobiante. el negro es futuro incierto, mañana truncado, pesimismo suicida, es fin, perpetua ausencia, es un abismo constante, una nada abismal, es un siempre morir, un siempre sufrir…
el blanco es ingenuidad. el blanco es sencillo, simple, es pregunta, inocencia, pulcridad. el blanco es demasido irreal. impecable pureza. es casi magia.
el celeste es una suave calma inocente, un triste recuerdo ingenuamente olvidado, una dulzura tierna, una ternura dulce, es un azul muy sencillo, un cielo inocente, un casi hechizo.
el gris es negro aturdido, desorientado, es una ofuscación, un leve pesimismo desanimado, el gris quiere ser negro pero lo confunde el blanco.
el anaranjado es coqueto. es mitad pasión y mitad amarillo.
el morado es un azul alegre y divertido, un azul social, un azul sin nostalgia, un azul sonrisa. un azul enamorado, apasionado.
el marrón es tierra, es causa, es origen, es razón, es realismo, es verdad, es pisar firme, es certeza, es raíz, es fundamento, es hogar, es volver.
el rosado es rojo y blanco, amor ingenuo, deseo inocente, pálpitos, latidos sencillos y casi mágicos, el rosado es un beso en la mejilla, una caricia pulcra, una florecita encendida.
…podría seguir, pero ya me cansé.
(el cansancio es un blanco percudido)
Imagen: Color Studies, Wassily Kandinsky
Thursday, December 13, 2007
Abres una página en blanco
porque sientes el merodeo de la araña en la energía inquieta de la mente; porque los latidos te interrumpen la concentración, la mañana, la spreadsheet que no terminas de actualizar. Abres una página en blanco porque presientes los suspiros acumulándose y preparándose para la explosión y el derrame. Abres una página en blanco y te mira ella, nívea y perfectamente vacía; te mira de frente. Divina tentación llenarla de obscenidades internas, de secretas maldiciones, de palpitantes miedos asustados y guardados, de prohibidos pensamientos furtivos, de incesantes sentimientos atrapados, los putrefactos y los jazmines.
Abres una página en blanco y te mira ella, blanquísima y puramente vacía; te mira de frente. Maldita tentación llenarla de garabatos incoherentes, de sangres verbales, de sudores y escupitajos alfabetizados. Abres una página en blanco aunque los dedos se rehúsen a su danza hoy, aunque las ganas no concuerden con la energía cósmica de los pálpitos acumulados, de los pálpitos buscadores de letras acogedoras, buscadores de amparo, de asilo.
Abres una página en blanco sabiendo que a pesar de las tempestades y primaveras, al final del día seguirá en blanco, como Microsoft Word la trajo al mundo.
Abres una página en blanco y te mira ella, blanquísima y puramente vacía; te mira de frente. Maldita tentación llenarla de garabatos incoherentes, de sangres verbales, de sudores y escupitajos alfabetizados. Abres una página en blanco aunque los dedos se rehúsen a su danza hoy, aunque las ganas no concuerden con la energía cósmica de los pálpitos acumulados, de los pálpitos buscadores de letras acogedoras, buscadores de amparo, de asilo.
Abres una página en blanco sabiendo que a pesar de las tempestades y primaveras, al final del día seguirá en blanco, como Microsoft Word la trajo al mundo.
Monday, December 10, 2007
Touched
in the corner
stripped
sore
drenched
in your scent
across the room
ebony hair
venom
sweet
tantalizing lips
intricate gaze
uncanny ability
stripped
sore
drenched
in your scent
across the room
ebony hair
venom
sweet
tantalizing lips
intricate gaze
uncanny ability
to caress
the earthquakes
the scars
the shattering crack
of the broken soul
in the corner
alone
hazel eyes
across the room
naked
nude
ebony and hazel
caress my soul
February 14, 2003
(del cuaderno azul)
Imagen: Nude, Mara McWilliams
the earthquakes
the scars
the shattering crack
of the broken soul
in the corner
alone
hazel eyes
across the room
naked
nude
ebony and hazel
caress my soul
February 14, 2003
(del cuaderno azul)
Imagen: Nude, Mara McWilliams
Friday, December 7, 2007
Adiós
Esa amistad nuestra siempre fue algo punzante, algo no completamente incómodo y no del todo franca. Nuestra amistad siempre fue de doble filo, una paradoja. A veces juntas, a veces alejadas; a veces inseparables, a veces insoportables. Recuerdo algunas desconfianzas, alguna deslealtad, algún que otro rencor.
Me fuí y nos mantuvimos en contacto por algunos años, tú siempre mantuviste la comunicación viva, al igual que yo. Y a diferencia de otras amistades, tú siempre me recibías en tus días cuando iba yo de visita; pero siempre igual, siempre oyendo o leyendo tus no del todo agrios y ácidos comentarios. Siempre alguna espinilla escondida entre las letras, no completamente imperceptible, tampoco del todo obvia. Conscientemente a veces, lo sé porque tus ojos siempre fueron transparentes, marrones muy oscuros pero transparentes, y quizá inconscientemente otras, tus palabras trataban en lo posible de hacerme sentir mal, de hincarme en algún lado, de deprimirme de alguna manera. No sé por qué duró tanto esa amistad, no lo supe antes y ahora pienso que quizá fue la inercia, la costumbre de saberte en mi vida desde la niñez. En el fondo siempre supe que eras una buena persona, de buenos sentimientos y sensible, tal vez demasiado sensible para mí; a veces esa exagerada, teatricalizada y ficticia sensiblería nauseabunda me erizaba la piel. Aunque nunca fuiste del todo mala ni del todo cruel, la envidia siempre colgaba de tus ojos, la envidia y la rivalidad, la competencia por ser siempre la mejor de las dos, en todo, la que tenía más, la que sabía más. Por qué esa rivalidad? No lo sé porque tú siempre parecías tenerlo todo. No voy a negar, porque ahora que lo recuerdo me alegra haberme sentido así, no sé, porque siento que tal vez le da un poco de color a mi personalidad, que secretamente sonreía mi orgullo y mi satisfacción cada vez que tus ojos se pegaban sobre mi examen, siempre con una nota más alta que la tuya. En eso nunca me pudiste ganar, no? Por más que trataste, y sé bien cuánto tratabas, y sé bien cómo te ardía la envidia también. Y por el contrario, yo nunca traté de ganarte en los estudios porque daba por hecho que mis notas serían, y siempre lo fueron, mejores que las tuyas.
Después te fuiste tú, y ahí se perdió la comunicación, de a pocos primero, de golpe de pronto. Por la inercia de siempre, por la costumbre de toda la vida, te mandé un par de emails que demorabas muchísimo en contestar. Y de pronto, hace unos días y después de casi un año de silencio, encontré un mail tuyo en mi inbox. Lo leí con curiosidad pero sin mucho cariño; y después hice lo inimaginable, lo impensable, algo muy inusual en mí: lo borré. Lo borré sin contestar.
Ya no me interesa tu amistad. Me dí cuenta, después de demasiados años, que tus palabras, por voz y por tinta, siempre me envenenaban algo. Ya no me interesa tu amistad. Y mira que son muy pocas personas (tal vez tú seas la segunda) con quiénes he decidido cortar la amistad.
Espero no oír de tí más. No es cierto, sí quisiera oír de tí, saber cómo estás, saber si eres feliz, si por fin lograste cumplir con ese sueño tuyo de toda la vida, ese sueño del que hablabas desde los 8 años, ese sueño rosado y floreado, bordado de blondas y tules que me tenía harta. Espero que sí porque te deseo lo mejor para tí y para tu familia a quiénes conozco también desde la niñez. Pero no me interesa más tu amistad; quizá leer algún mail donde me cuentes de tu vida, pero no me provoca verte ni hablarte más. Ni siquiera escribirte… y mira que yo le escribo hasta a los insectos.
Me fuí y nos mantuvimos en contacto por algunos años, tú siempre mantuviste la comunicación viva, al igual que yo. Y a diferencia de otras amistades, tú siempre me recibías en tus días cuando iba yo de visita; pero siempre igual, siempre oyendo o leyendo tus no del todo agrios y ácidos comentarios. Siempre alguna espinilla escondida entre las letras, no completamente imperceptible, tampoco del todo obvia. Conscientemente a veces, lo sé porque tus ojos siempre fueron transparentes, marrones muy oscuros pero transparentes, y quizá inconscientemente otras, tus palabras trataban en lo posible de hacerme sentir mal, de hincarme en algún lado, de deprimirme de alguna manera. No sé por qué duró tanto esa amistad, no lo supe antes y ahora pienso que quizá fue la inercia, la costumbre de saberte en mi vida desde la niñez. En el fondo siempre supe que eras una buena persona, de buenos sentimientos y sensible, tal vez demasiado sensible para mí; a veces esa exagerada, teatricalizada y ficticia sensiblería nauseabunda me erizaba la piel. Aunque nunca fuiste del todo mala ni del todo cruel, la envidia siempre colgaba de tus ojos, la envidia y la rivalidad, la competencia por ser siempre la mejor de las dos, en todo, la que tenía más, la que sabía más. Por qué esa rivalidad? No lo sé porque tú siempre parecías tenerlo todo. No voy a negar, porque ahora que lo recuerdo me alegra haberme sentido así, no sé, porque siento que tal vez le da un poco de color a mi personalidad, que secretamente sonreía mi orgullo y mi satisfacción cada vez que tus ojos se pegaban sobre mi examen, siempre con una nota más alta que la tuya. En eso nunca me pudiste ganar, no? Por más que trataste, y sé bien cuánto tratabas, y sé bien cómo te ardía la envidia también. Y por el contrario, yo nunca traté de ganarte en los estudios porque daba por hecho que mis notas serían, y siempre lo fueron, mejores que las tuyas.
Después te fuiste tú, y ahí se perdió la comunicación, de a pocos primero, de golpe de pronto. Por la inercia de siempre, por la costumbre de toda la vida, te mandé un par de emails que demorabas muchísimo en contestar. Y de pronto, hace unos días y después de casi un año de silencio, encontré un mail tuyo en mi inbox. Lo leí con curiosidad pero sin mucho cariño; y después hice lo inimaginable, lo impensable, algo muy inusual en mí: lo borré. Lo borré sin contestar.
Ya no me interesa tu amistad. Me dí cuenta, después de demasiados años, que tus palabras, por voz y por tinta, siempre me envenenaban algo. Ya no me interesa tu amistad. Y mira que son muy pocas personas (tal vez tú seas la segunda) con quiénes he decidido cortar la amistad.
Espero no oír de tí más. No es cierto, sí quisiera oír de tí, saber cómo estás, saber si eres feliz, si por fin lograste cumplir con ese sueño tuyo de toda la vida, ese sueño del que hablabas desde los 8 años, ese sueño rosado y floreado, bordado de blondas y tules que me tenía harta. Espero que sí porque te deseo lo mejor para tí y para tu familia a quiénes conozco también desde la niñez. Pero no me interesa más tu amistad; quizá leer algún mail donde me cuentes de tu vida, pero no me provoca verte ni hablarte más. Ni siquiera escribirte… y mira que yo le escribo hasta a los insectos.
Tuesday, December 4, 2007
Debajo de ese lunar
quiero dormirme, sobre el volcán húmedo de tu piel, entre los otoños de tus bosques, entre los bosques de tus ojos de otoño.
Y peinarme en tu barba todas las mañanas, desayunarme la fresa roja de tu boca; pasearme por las calles de tu piel alba y perderme en tu callejón de mar.
Enredarme toda en tus furias hasta soñar cada uno de tus sueños y gritar con tus gritos mi silencio, ahogarme en la niebla de tu olor y morirme en tu beso al morirte tú.
Imagen: Embrace au Naturel, Alfred Gockel
Y peinarme en tu barba todas las mañanas, desayunarme la fresa roja de tu boca; pasearme por las calles de tu piel alba y perderme en tu callejón de mar.
Enredarme toda en tus furias hasta soñar cada uno de tus sueños y gritar con tus gritos mi silencio, ahogarme en la niebla de tu olor y morirme en tu beso al morirte tú.
Imagen: Embrace au Naturel, Alfred Gockel
Sunday, December 2, 2007
a veces no quiero ser palabra.
está bien? a veces quiero ser un rincón vacío, una telaraña. quiero ser olvido a veces, un zapato viejo, un martini sucio con dos aceitunas, un bolsillo roto o una pelusa.
a veces quiero ser pesadilla, una corbata nada fina, una mañana gris y fría, un honda accord azul del 82, una rebelde manecilla de reloj. a veces quiero ser unicornio, a veces cuervo, a veces hormiga, una taza de leche tibia, una pizca de garúa de Lima.
a veces quiero ser pesadilla, una corbata nada fina, una mañana gris y fría, un honda accord azul del 82, una rebelde manecilla de reloj. a veces quiero ser unicornio, a veces cuervo, a veces hormiga, una taza de leche tibia, una pizca de garúa de Lima.
a veces no quiero ser palabra. entiendes? hoy por ejemplo quiero ser sólo esta noche quieta, esta dulce inconsciencia, esta habitación mustia, este corazón despabilado, este silencio soberbio, este azul abstraído, este último punto suspensivo...
Imagen: Blue Train, Anke Ibe
Friday, November 30, 2007
Atorrante
- Ni hablar, son brutos. No se puede tener una conversación con ninguno de ellos. Un ratito nomás, una amistad superficial, pero después de los primeros 20 minutos… de qué hablar? No sé, son bestias.
- Pucha, qué exagerado.
- En serio, son bestias, no tenemos nada en común.
- No todos son así.
- Son bestias. Cuando les he dicho que soy de Perú me han preguntado que si queda en el Africa, o que en qué parte de México está Perú, y no saben qué idioma hablamos.
- Bueno sí, a mí también una vez un tipo me preguntó si Perú quedaba en Africa y cuando le dije que está en sudamérica, al costadito de Brasil, me puso cara de confusión.
- Ya ves? Todos son bestias.
- Y sí, varias veces me han preguntado que en qué parte de México está Perú…
- Todos son iguales de bestias.
- Pero tampoco todos pues, yo conozco gente inteligente, culta, tengo amigos con quiénes puedo conversar de todo.
- Sí, sí, pero son muy pocos.
- Has tenido mala suerte en conocer gente…
- Además son muy distintos, raros, unos aburridos. Tengo un pata que conocí en mi otra chamba y le dije para salir a tomarnos algo, me dice ‘ya, yo puedo de 6 a 8’.
- Ja ja ja ja ja!
- De 6 a 8???? Cómo de 6 a 8? Acaso es una fiestita? Una matiné? ‘Compadre, no puedes salir a tomarte unas chelitas?’
‘Sí, sí, pero puedo de 6 a 8’
‘Fuera de aquí!’
‘Es que ando organizado, tengo varias cosas que hacer…’
‘Mira, cállate, ya? Yo hago más cosas que tú en un día y tengo tiempo para salir a tomarme unos tragos en la tarde de 6 a 6’ …. De 6 a 8, por favor!
- Ja ja ja ja!! Oye, y qué tal tu viaje a NY?
- Pucha, comparado con Lima es un chancay de a veinte…
- Qué?
- Claro, yo he vivido en Lima, me he paseado por la Avenida Abancay, por el Jirón de la Unión, donde hay muchísimo gentío y edificios y las calles son bravazas, hay de todo…
- Tú piensas que Lima es más grande, loca, apestosa, y jungla que NY?
- Claro pues, Lima está más happening…
- Oye, en qué parte de NY estuviste, ah? Saliste del hotel?
- En toda la ciudad pues, me la caminé de arriba a abajo…
- Caminaste NY de arriba abajo y piensas que Lima es más grande y ‘happening’ ?
- Lima se la come viva a NY, hay todo en Lima, hay más…
- Wow…
- Claro pues, yo soy un chico de ciudad…
- Ajá. Bueno y… a qué conciertos has ido últimamente?
- Mira, ya ni voy a conciertos porque me deprimen.
- Te deprimen?
- Si pues, se paran ahí nomás los gringos, tremendo conciertazo que hay en el escenario y ellos mirando tranquilos, todos serios, de repente moviéndose ligeramente de lado a lado…
- Y a tí te gusta el loquerío…
- Claro pues, si voy a un concierto quiero estar gritando, bailando. Tú, no?
- Bueno, sí, cuando tenía 17 me gustaba eso pero ahora prefiero sentarme tranquila y bailar si me provoca sin tener que bañarme en sudores ajenos, no me gusta que me empujen…
- No pues, mira por ejemplo para el concierto de Soda, que estuvo bravazo…
- Te fuiste hasta allá a ver a Soda?
- Claro pues…
- Qué mostro!
- Manya, llegué y los gringos ahí parados… qué hacían ahí? No sé, pero paradazos, como piedras. Y yo pues, latinazo, ‘permiso, permiso’, y de codazo a codazo llegué adelantito con mis patas.
- mmmmm…
- Y la pasé bravazo porque estaba junto a unos argentinos vándalos con quiénes me juerguee buenazo!
- Ja ja ja ja ja ja!!!
- Claro pues, si voy a ir a quedarme ahí parado como un papanatas, para qué voy!?
- Pero seguro porque era un concierto de música latina, porque yo los he visto alocarse en otros conciertos.
- Como cuáles?
- Madonna, Aerosmith, Bon Jovi, Snow Patrol, Depeche Mode, U2…
- Pero no es lo mismo, los gringos no saben alocarse, no sienten la música, no saltan, no gritan…
- Yo los he visto así…además la gente es la misma en todas partes.
- Nada que ver, aquí todo eso es distinto. No te gusta a tí también ponerte a saltar con la música?
- Bueno, claro que la paso bien en conciertos, me encantan, pero no me gusta el pogueo, no me gusta que me empujen, la gente se pone muy brava…
- Pero esa es la voz, así se vive un concierto…
- mmmmm… no, así no vivo yo los conciertos, pero los vivo igual, cada uno como prefiera…
- Ya estás agringada pues.
- Nada que ver, ya tengo 31… pues.
- No, este país… nada que ver, ah? Nada que ver, no hay nada como estar en Lima!
- Oye y… por qué no te regresas, ah?
- Es que…
- Pucha, qué exagerado.
- En serio, son bestias, no tenemos nada en común.
- No todos son así.
- Son bestias. Cuando les he dicho que soy de Perú me han preguntado que si queda en el Africa, o que en qué parte de México está Perú, y no saben qué idioma hablamos.
- Bueno sí, a mí también una vez un tipo me preguntó si Perú quedaba en Africa y cuando le dije que está en sudamérica, al costadito de Brasil, me puso cara de confusión.
- Ya ves? Todos son bestias.
- Y sí, varias veces me han preguntado que en qué parte de México está Perú…
- Todos son iguales de bestias.
- Pero tampoco todos pues, yo conozco gente inteligente, culta, tengo amigos con quiénes puedo conversar de todo.
- Sí, sí, pero son muy pocos.
- Has tenido mala suerte en conocer gente…
- Además son muy distintos, raros, unos aburridos. Tengo un pata que conocí en mi otra chamba y le dije para salir a tomarnos algo, me dice ‘ya, yo puedo de 6 a 8’.
- Ja ja ja ja ja!
- De 6 a 8???? Cómo de 6 a 8? Acaso es una fiestita? Una matiné? ‘Compadre, no puedes salir a tomarte unas chelitas?’
‘Sí, sí, pero puedo de 6 a 8’
‘Fuera de aquí!’
‘Es que ando organizado, tengo varias cosas que hacer…’
‘Mira, cállate, ya? Yo hago más cosas que tú en un día y tengo tiempo para salir a tomarme unos tragos en la tarde de 6 a 6’ …. De 6 a 8, por favor!
- Ja ja ja ja!! Oye, y qué tal tu viaje a NY?
- Pucha, comparado con Lima es un chancay de a veinte…
- Qué?
- Claro, yo he vivido en Lima, me he paseado por la Avenida Abancay, por el Jirón de la Unión, donde hay muchísimo gentío y edificios y las calles son bravazas, hay de todo…
- Tú piensas que Lima es más grande, loca, apestosa, y jungla que NY?
- Claro pues, Lima está más happening…
- Oye, en qué parte de NY estuviste, ah? Saliste del hotel?
- En toda la ciudad pues, me la caminé de arriba a abajo…
- Caminaste NY de arriba abajo y piensas que Lima es más grande y ‘happening’ ?
- Lima se la come viva a NY, hay todo en Lima, hay más…
- Wow…
- Claro pues, yo soy un chico de ciudad…
- Ajá. Bueno y… a qué conciertos has ido últimamente?
- Mira, ya ni voy a conciertos porque me deprimen.
- Te deprimen?
- Si pues, se paran ahí nomás los gringos, tremendo conciertazo que hay en el escenario y ellos mirando tranquilos, todos serios, de repente moviéndose ligeramente de lado a lado…
- Y a tí te gusta el loquerío…
- Claro pues, si voy a un concierto quiero estar gritando, bailando. Tú, no?
- Bueno, sí, cuando tenía 17 me gustaba eso pero ahora prefiero sentarme tranquila y bailar si me provoca sin tener que bañarme en sudores ajenos, no me gusta que me empujen…
- No pues, mira por ejemplo para el concierto de Soda, que estuvo bravazo…
- Te fuiste hasta allá a ver a Soda?
- Claro pues…
- Qué mostro!
- Manya, llegué y los gringos ahí parados… qué hacían ahí? No sé, pero paradazos, como piedras. Y yo pues, latinazo, ‘permiso, permiso’, y de codazo a codazo llegué adelantito con mis patas.
- mmmmm…
- Y la pasé bravazo porque estaba junto a unos argentinos vándalos con quiénes me juerguee buenazo!
- Ja ja ja ja ja ja!!!
- Claro pues, si voy a ir a quedarme ahí parado como un papanatas, para qué voy!?
- Pero seguro porque era un concierto de música latina, porque yo los he visto alocarse en otros conciertos.
- Como cuáles?
- Madonna, Aerosmith, Bon Jovi, Snow Patrol, Depeche Mode, U2…
- Pero no es lo mismo, los gringos no saben alocarse, no sienten la música, no saltan, no gritan…
- Yo los he visto así…además la gente es la misma en todas partes.
- Nada que ver, aquí todo eso es distinto. No te gusta a tí también ponerte a saltar con la música?
- Bueno, claro que la paso bien en conciertos, me encantan, pero no me gusta el pogueo, no me gusta que me empujen, la gente se pone muy brava…
- Pero esa es la voz, así se vive un concierto…
- mmmmm… no, así no vivo yo los conciertos, pero los vivo igual, cada uno como prefiera…
- Ya estás agringada pues.
- Nada que ver, ya tengo 31… pues.
- No, este país… nada que ver, ah? Nada que ver, no hay nada como estar en Lima!
- Oye y… por qué no te regresas, ah?
- Es que…
Imagen: The Crowd, Diana Ong
Wednesday, November 28, 2007
garabato 7
estoy aquí palabra,
no me ves?
aquí esperando que
suenes en el aire otra vez
aquí esperando que
dibujes en mi tinta
aquí esperando que me
pintes las pupilas
estoy aquí palabra,
no me ves?
Chicos, gracias por sus palabras, no pasa nada, solamente que ando bien
ocupada en el trabajo por un auditoría que tiene a todos medio locos.
No he tenido tiempo de pasearme por las letras en estos días.
Pero ya vuelvo, ya vuelvo a leerlos, i promise.
Un abrazo. Paz
no me ves?
aquí esperando que
suenes en el aire otra vez
aquí esperando que
dibujes en mi tinta
aquí esperando que me
pintes las pupilas
estoy aquí palabra,
no me ves?
Chicos, gracias por sus palabras, no pasa nada, solamente que ando bien
ocupada en el trabajo por un auditoría que tiene a todos medio locos.
No he tenido tiempo de pasearme por las letras en estos días.
Pero ya vuelvo, ya vuelvo a leerlos, i promise.
Un abrazo. Paz
Sunday, November 25, 2007
Thursday, November 22, 2007
amalgama
yo lloré también, no soy sólo risas, no soy sólo miel
yo grité también, no soy sólo azul sobre un pedazo de papel
yo fuí bala, yo fuí espada, yo fuí puño encendido, fuí clavo enfurecido
yo fuí lluvia fría, fuí flor enternecida, fuí caricia tibia, fuí salto suicida
yo fuí abrazo largo, beso océano, beso cielo, beso infierno, beso ciego
fuí esperanza sorda, limón amargo, sueño oxidado, tinta envenenada
fuí latido, fuí suspiro, piel intoxicante, volcán, teoría del big bang
fuí rojo palpitante, negro abismal, aire grisáceo, verde primaveral
yo golpeé, destrocé, ahogué, clavé, incendié
fuí garúa, vendaval, terremoto, otoño, huracán
fuí cebolla, sandía, sacarina salada, exquisita delicia,
fuí un verano hecho trizas,
un pétalo y semilla
sí, yo lloré también, no soy sólo risas, no soy sólo miel
Imagen: Heart Puzzel, Esmeralda
yo grité también, no soy sólo azul sobre un pedazo de papel
yo fuí bala, yo fuí espada, yo fuí puño encendido, fuí clavo enfurecido
yo fuí lluvia fría, fuí flor enternecida, fuí caricia tibia, fuí salto suicida
yo fuí abrazo largo, beso océano, beso cielo, beso infierno, beso ciego
fuí esperanza sorda, limón amargo, sueño oxidado, tinta envenenada
fuí latido, fuí suspiro, piel intoxicante, volcán, teoría del big bang
fuí rojo palpitante, negro abismal, aire grisáceo, verde primaveral
yo golpeé, destrocé, ahogué, clavé, incendié
fuí garúa, vendaval, terremoto, otoño, huracán
fuí cebolla, sandía, sacarina salada, exquisita delicia,
fuí un verano hecho trizas,
un pétalo y semilla
sí, yo lloré también, no soy sólo risas, no soy sólo miel
Imagen: Heart Puzzel, Esmeralda
Tuesday, November 20, 2007
son las 7:57 pm y sigo en la oficina,
con montañas de binders que tengo que revisar, con ríos de papeles que tengo que firmar, con cielos de documentos que tengo que actualizar, con vendavales de procedimientos que tengo que documentar, con carreteras de emails que tengo que contestar, con un océano pacífico suspirándome en la ventana, con decenas de voluntarios limpiando las costas de la bahía, con un golden gate rojo atravezando el mar, con aves cubiertas en petróleo tratando de nadar, con ganas de ayudarlas a volar, con ganas de incendiarlo todo y por fin volar, con ganas de por lo menos vivir
son las 7:59 pm y sigo en la oficina, no volé, pero viví, porque escribí
Monday, November 19, 2007
Increíblemente hoy
‘hoy el cielo y la tierra me sonríen,
hoy llega hasta el fondo de mi alma el sol…’
- Gustavo Adolfo Bécquer-
hoy llega hasta el fondo de mi alma el sol…’
- Gustavo Adolfo Bécquer-
hoy soy un pálpito en el corazón
un tic tac en el reloj
corriente sanguínea feroz
oxígeno en el pulmón
hoy llevo al sol en la sonrisa
escondo una flor en los ojos
llevo los recuerdos, todos
al fondo del bolso
hoy
me resbalan los reclamos
me encantan los encantos
me persigue alguna musiquita
hoy el mundo no es tan malo
hoy
increíblemente hoy
no sé por qué
desperté así
felíz
un tic tac en el reloj
corriente sanguínea feroz
oxígeno en el pulmón
hoy llevo al sol en la sonrisa
escondo una flor en los ojos
llevo los recuerdos, todos
al fondo del bolso
hoy
me resbalan los reclamos
me encantan los encantos
me persigue alguna musiquita
hoy el mundo no es tan malo
hoy
increíblemente hoy
no sé por qué
desperté así
felíz
Friday, November 16, 2007
Contigo - II
Sus ojos se estacionaron en los míos, serios, profundos, como si estuvieran llenos de palabras que yo no iba a querer oír; un baúl lleno de secretos a punto de romperse, un cielo a punto de llover, un mar a punto de derramarse. Me miró solamente. Respiró.
Bajé la mirada, de pronto la palanca de cambios, su color y su forma, tenía una importancia inefable y un poder inescapable. De pronto esa palanca controlaba la barrera entre las lágrimas y la compostura. Sentí que se me iban torciendo los labios y los mordí. Sentí que me empezaban a arder los ojos y maldecí mi debilidad. De pronto el aire dentro del auto no era suficiente para mi pronto ataque de nervios. De pronto sentí el conocido y pesadísimo pedazo de metal imaginario que se posaba sobre mi pecho y que anunciaba la hiperventilación. De pronto solamente el silencio y la angustia. De pronto sólo miedo.
‘Hey’ – Me dijo tocándome suavemente la mano.
No lo quise mirar. No lo pude mirar. Miré hacia el otro lado, hacia la pared de ladrillos viejos del lado de mi ventana.
‘Hey’ – repitió, esta vez volteándome el rostro hacia él.
‘Aquí tengo un trabajo que me gusta y que paga más o menos bien. Aquí están mi familia y mis amigos de toda la vida. Aquí he nacido y he crecido. Sabes qué? Aquí nada de eso me importaría mucho si no estuvieras tú.’
A pesar de que escuché cada palabra, cada sílaba con toda la atención que nunca le dí a nada en mi vida, no estaba segura de lo que decía. Busqué en sus ojos alguna clave, algún código secreto, algún diagrama que me ayudara a entender. El se dió cuenta de mi duda y me dijo ‘Estoy diciendo que te amo y que quiero hacer una vida contigo. Y que si ahora tú tienes una oportunidad en el extranjero, yo me voy contigo’
Algo dentro de mí creció instantáneamente al oír esas última palabras. ‘Yo me voy contigo’. Algo se multiplicó y explotó y pensé que iba a derramarse por entre la piel. Y él, como si después de haberme regalado esa preciosa confesión de amor no fuera suficiente, me sonrió.
Después de los abrazos y los besos y los dulces y ridículos casi-llantos nos compusimos y nos quedamos nuevamente en silencio. Sólo se oían nuestros respiros mientras yo miraba con verguenza mis ojos rojos en el espejo.
Volteó a decirme algo pero justo en ese momento abrió la puerta su primo y subió al auto.
‘Sorry chicos, no me dejaron salir a tiempo. Ya nos vamos?’
‘Nos fuimos’ – Dijo arrancando el auto y preparándose para retroceder. En la luz roja de la esquina de Benavides con Larco me cogió la mano y entre sonrisas cómplices me dijo ‘Eres dulce como la miel’
‘Tú eres mi azúcar’ – Contesté yo.
Y percibí la mueca de asco que se debe haber dibujado en el asiento de atrás y que él debe haber visto por el espejo retrovisor porque soltó la carcajada que fue la gota que derramó el inmenso mar de mi rojo y suertudo corazón.
Bajé la mirada, de pronto la palanca de cambios, su color y su forma, tenía una importancia inefable y un poder inescapable. De pronto esa palanca controlaba la barrera entre las lágrimas y la compostura. Sentí que se me iban torciendo los labios y los mordí. Sentí que me empezaban a arder los ojos y maldecí mi debilidad. De pronto el aire dentro del auto no era suficiente para mi pronto ataque de nervios. De pronto sentí el conocido y pesadísimo pedazo de metal imaginario que se posaba sobre mi pecho y que anunciaba la hiperventilación. De pronto solamente el silencio y la angustia. De pronto sólo miedo.
‘Hey’ – Me dijo tocándome suavemente la mano.
No lo quise mirar. No lo pude mirar. Miré hacia el otro lado, hacia la pared de ladrillos viejos del lado de mi ventana.
‘Hey’ – repitió, esta vez volteándome el rostro hacia él.
‘Aquí tengo un trabajo que me gusta y que paga más o menos bien. Aquí están mi familia y mis amigos de toda la vida. Aquí he nacido y he crecido. Sabes qué? Aquí nada de eso me importaría mucho si no estuvieras tú.’
A pesar de que escuché cada palabra, cada sílaba con toda la atención que nunca le dí a nada en mi vida, no estaba segura de lo que decía. Busqué en sus ojos alguna clave, algún código secreto, algún diagrama que me ayudara a entender. El se dió cuenta de mi duda y me dijo ‘Estoy diciendo que te amo y que quiero hacer una vida contigo. Y que si ahora tú tienes una oportunidad en el extranjero, yo me voy contigo’
Algo dentro de mí creció instantáneamente al oír esas última palabras. ‘Yo me voy contigo’. Algo se multiplicó y explotó y pensé que iba a derramarse por entre la piel. Y él, como si después de haberme regalado esa preciosa confesión de amor no fuera suficiente, me sonrió.
Después de los abrazos y los besos y los dulces y ridículos casi-llantos nos compusimos y nos quedamos nuevamente en silencio. Sólo se oían nuestros respiros mientras yo miraba con verguenza mis ojos rojos en el espejo.
Volteó a decirme algo pero justo en ese momento abrió la puerta su primo y subió al auto.
‘Sorry chicos, no me dejaron salir a tiempo. Ya nos vamos?’
‘Nos fuimos’ – Dijo arrancando el auto y preparándose para retroceder. En la luz roja de la esquina de Benavides con Larco me cogió la mano y entre sonrisas cómplices me dijo ‘Eres dulce como la miel’
‘Tú eres mi azúcar’ – Contesté yo.
Y percibí la mueca de asco que se debe haber dibujado en el asiento de atrás y que él debe haber visto por el espejo retrovisor porque soltó la carcajada que fue la gota que derramó el inmenso mar de mi rojo y suertudo corazón.
Imagen: The Embrace II, Beate Emanuel
Thursday, November 15, 2007
Contigo - I
‘Me lo vas a decir otra vez?
‘Te quiero mi amor’
‘Me gusta que seas dulce’
‘Tú más, como miel’
‘Tú eres mi azúcar’
Volteé a buscar de donde provenía esa conversación nauseabunda que desafortunadamente llegaba a mis oídos por la ventana del auto. Eran unos adolescentes, no sé… 15… 16… apoyados en un poste junto al kiosko de la esquina. Los miré con una mueca de asco mientras se besaban en medio de la calle. ‘Chibolos’ – pensé.
‘Te quiero’
‘Yo te quiero más’
‘No, yo te quiero más, en serio’
‘Eres tan dulce, azuquítar mío’
Los dos volteamos instintivamente a buscarnos los ojos y cruzamos una recíprocra mirada de asco. Nos sonreímos. Nos reímos. La risa es una sonrisa en voz alta; y siempre me gustó, más que todo lo que me gustaba de él, su sonrisa. Su sonrisa tenía la increíble habilidad de subirme a una ridícula, hermosa y extremadamente cursi nube de alegría e invulnerabilidad. Me encantaba que me tuviera encantada con sus labios risueños. Ya antes había caído yo con algún par de ojos, serios, apasionados, juguetones, verdes, castaños. Ya antes había caído yo con alguna voz, gruesa, ronca, medio rasposa, sonidos que erizaban mis células y conquistaban mis tubos de eustaquio. Pero nunca había sido encantada por algo tan simple como una sonrisa. Nunca antes me había dado cuenta de lo poderosa que puede ser una sonrisa bien dibujada en el rostro de alguien. Nunca he sabido cómo describir una sonrisa.
Los adolescentes terminaron con su sesión de empalagoso amor juvenil junto al poste y se acercaron al kiosko. El le compró a ella un paquete de halls de fresa y se compró para él un par de puchos que guardó en el bolsillo de la camisa. Ella lo golpeó levemente en el brazo, parece ser que no estaba de acuerdo con el mal hábito de su enamoradito. Pasaron al lado del Toyota blanco donde esperábamos a que su primo salga de trabajar para irnos a cenar a su casa, y nos sonrieron. Les sonreímos también, y otra vez cruzamos una de las miradas de hacía un momento, y otra vez esa sonrisa, medio picarezca, medio burlona, medio dueña del mundo.
‘Oye, pensaste en lo que conversamos?’ – pregunté con algo de temor y ansiedad. Hacía días que quería preguntárselo pero tenía miedo de su respuesta. Hacía días que vivía con un pedacito de angustia en el pecho, en el estómago, en la garganta, en todas partes. Una pequeña astilla, un clavito, una espinita infernal.
‘Sí’ – dijo solamente y fue tan corta la palabra que no me dió tiempo de preveer el resto de la respuesta por el tono de su voz.
Silencio. No importa si son sólo un par de segundos, siempre será cruel y eterno el silencio para un alma en espera ansiosa. Esperé. Esperé ansiosa y cruelmente. Esperé 7 segundos. Demasiado.
‘Te quiero mi amor’
‘Me gusta que seas dulce’
‘Tú más, como miel’
‘Tú eres mi azúcar’
Volteé a buscar de donde provenía esa conversación nauseabunda que desafortunadamente llegaba a mis oídos por la ventana del auto. Eran unos adolescentes, no sé… 15… 16… apoyados en un poste junto al kiosko de la esquina. Los miré con una mueca de asco mientras se besaban en medio de la calle. ‘Chibolos’ – pensé.
‘Te quiero’
‘Yo te quiero más’
‘No, yo te quiero más, en serio’
‘Eres tan dulce, azuquítar mío’
Los dos volteamos instintivamente a buscarnos los ojos y cruzamos una recíprocra mirada de asco. Nos sonreímos. Nos reímos. La risa es una sonrisa en voz alta; y siempre me gustó, más que todo lo que me gustaba de él, su sonrisa. Su sonrisa tenía la increíble habilidad de subirme a una ridícula, hermosa y extremadamente cursi nube de alegría e invulnerabilidad. Me encantaba que me tuviera encantada con sus labios risueños. Ya antes había caído yo con algún par de ojos, serios, apasionados, juguetones, verdes, castaños. Ya antes había caído yo con alguna voz, gruesa, ronca, medio rasposa, sonidos que erizaban mis células y conquistaban mis tubos de eustaquio. Pero nunca había sido encantada por algo tan simple como una sonrisa. Nunca antes me había dado cuenta de lo poderosa que puede ser una sonrisa bien dibujada en el rostro de alguien. Nunca he sabido cómo describir una sonrisa.
Los adolescentes terminaron con su sesión de empalagoso amor juvenil junto al poste y se acercaron al kiosko. El le compró a ella un paquete de halls de fresa y se compró para él un par de puchos que guardó en el bolsillo de la camisa. Ella lo golpeó levemente en el brazo, parece ser que no estaba de acuerdo con el mal hábito de su enamoradito. Pasaron al lado del Toyota blanco donde esperábamos a que su primo salga de trabajar para irnos a cenar a su casa, y nos sonrieron. Les sonreímos también, y otra vez cruzamos una de las miradas de hacía un momento, y otra vez esa sonrisa, medio picarezca, medio burlona, medio dueña del mundo.
‘Oye, pensaste en lo que conversamos?’ – pregunté con algo de temor y ansiedad. Hacía días que quería preguntárselo pero tenía miedo de su respuesta. Hacía días que vivía con un pedacito de angustia en el pecho, en el estómago, en la garganta, en todas partes. Una pequeña astilla, un clavito, una espinita infernal.
‘Sí’ – dijo solamente y fue tan corta la palabra que no me dió tiempo de preveer el resto de la respuesta por el tono de su voz.
Silencio. No importa si son sólo un par de segundos, siempre será cruel y eterno el silencio para un alma en espera ansiosa. Esperé. Esperé ansiosa y cruelmente. Esperé 7 segundos. Demasiado.
‘Y?'
Imagen: The Embrace I, Beate Emanuel
Wednesday, November 14, 2007
Recién me acabo de enterar
del terremoto en Chile. Espero que no hayan muchas pérdidas. Un abrazo para todos mis bloggeros chilenos. Un abrazo para todo Chile. Un abrazo muy grande.
Tuesday, November 13, 2007
No lo recuerdo,
pero debo haber soñado contigo porque el primer pensamiento al abrir los ojos esta mañana, fue el de tu proximidad, el de tu cuello, el del olor de tu habitación a media luz y a media persiana, el de tu media barba, el de las sábanas desordenadas y las almohadas abandonadas alrededor de la cama.
No lo recuerdo, pero debe haber sido un sueño dulce porque me sentí abrigada, acompañada, protegida, envuelta en tí. Debe haber sido realmente un sueño porque contigo nunca me sentí así.
Imagen: Embrace, Mary Ann Mercer
No lo recuerdo, pero debe haber sido un sueño dulce porque me sentí abrigada, acompañada, protegida, envuelta en tí. Debe haber sido realmente un sueño porque contigo nunca me sentí así.
Imagen: Embrace, Mary Ann Mercer
Monday, November 12, 2007
el sábado en Oakland
Fue algo así.
'...and the piano, it sounds like a carnival
and the microphone smells like a beer...'
Friday, November 9, 2007
Los odio a todos
Se van acumulando los demonios sin que me dé cuenta. Se van multiplicando, como bacterias, como pus. Un día desperté y me encontré con desconocidos perforándome las entrañas. ‘y estos?’ – le pregunté a los asiduos a mis rincones. No me contestaron porque a veces se hacen los interesantes, pero en sus ojos de incendios encontré dudas. No estaban seguros ellos tampoco, no estaban seguros cuándo es que aparecieron los nuevos. No estaban seguros si eran desconocidos o prolongaciones de ellos mismos, egos alternos, deseos de grandezas, no estaban seguros. Ví las dudas en sus ojos de incendios.
Era domingo y ya empezaba a despertar ese que siempre me aplasta la vida detrás de los ojos. Respiré profundo, sabía que iba a ser una mañana muy larga por su culpa. ‘deja de joderrrrrr’ – le dije en voz alta. Pero nada. Nunca me escucha, no sé por qué insisto en hablarle si sé que goza sabiendo que me tortura. Empezaba tímidamente a exprimirme el nervio ocular del ojo derecho cuando decidí que hoy no tenía ni ganas ni fuerzas para aguantarlo; ni para verlo crecer tampoco, crecer y creerse el mismo Lucifer. Me arrastré casi a ciegas al baño y busqué la poción mágica recetada por el médico. Hace un par de meses hubiera tomado un par de Excedrins simplemente, pero desde que volvió a asomarse ese maldito demonio gástrico ya ni pienso en la aspirina porque no se llevan bien. Se odian a muerte, a retorcijones acídicos y a fuegos brutales. Resultó ser que ese que yo pensé que era sólo pasajero, insaciable incendiador y acuchillador de paredes pero pasajero, era sólo el disfraz de una enormidad desgraciada, un estrujador de todo, un agitador de espasmos bárbaros. Un maldito cobarde que nunca se muestra del todo. Un maldito demonio que parece que siempre ha vivido en mí, escondido, disfrazado, pero en mí. Se parecen mucho todos, pero no son iguales; cambian de color, de forma, de método, de dolor. Mutan. Los odio a todos. No es bueno odiar, pero los odio a todos. Por eso se cuelgan de mi vida, por mi odio, que es su comida, lo sé, es un círculo de mierda.
Me tomé la poción mágica y le recé a los dedos cruzados para que haga su efecto mágico; me lavé la cara, la boca y volví a la cama. Seguían los jalones de nervios detrás del ojo derecho, ahora más intensos, y empezaban ya las náuseas. Malditos. Los odio. Los odio a todos. Con sus colores ácidos, sus uñas de cuchillos, sus venenos amargos, sus lenguas de fuego, sus chillidos estridentes, sus odios persistentes; los odio a todos. A todos.
Imagen: Wet Paint on Canvas, Diana Ong
Cosa aparte: esto me tiene muy fastidiada y triste.
Era domingo y ya empezaba a despertar ese que siempre me aplasta la vida detrás de los ojos. Respiré profundo, sabía que iba a ser una mañana muy larga por su culpa. ‘deja de joderrrrrr’ – le dije en voz alta. Pero nada. Nunca me escucha, no sé por qué insisto en hablarle si sé que goza sabiendo que me tortura. Empezaba tímidamente a exprimirme el nervio ocular del ojo derecho cuando decidí que hoy no tenía ni ganas ni fuerzas para aguantarlo; ni para verlo crecer tampoco, crecer y creerse el mismo Lucifer. Me arrastré casi a ciegas al baño y busqué la poción mágica recetada por el médico. Hace un par de meses hubiera tomado un par de Excedrins simplemente, pero desde que volvió a asomarse ese maldito demonio gástrico ya ni pienso en la aspirina porque no se llevan bien. Se odian a muerte, a retorcijones acídicos y a fuegos brutales. Resultó ser que ese que yo pensé que era sólo pasajero, insaciable incendiador y acuchillador de paredes pero pasajero, era sólo el disfraz de una enormidad desgraciada, un estrujador de todo, un agitador de espasmos bárbaros. Un maldito cobarde que nunca se muestra del todo. Un maldito demonio que parece que siempre ha vivido en mí, escondido, disfrazado, pero en mí. Se parecen mucho todos, pero no son iguales; cambian de color, de forma, de método, de dolor. Mutan. Los odio a todos. No es bueno odiar, pero los odio a todos. Por eso se cuelgan de mi vida, por mi odio, que es su comida, lo sé, es un círculo de mierda.
Me tomé la poción mágica y le recé a los dedos cruzados para que haga su efecto mágico; me lavé la cara, la boca y volví a la cama. Seguían los jalones de nervios detrás del ojo derecho, ahora más intensos, y empezaban ya las náuseas. Malditos. Los odio. Los odio a todos. Con sus colores ácidos, sus uñas de cuchillos, sus venenos amargos, sus lenguas de fuego, sus chillidos estridentes, sus odios persistentes; los odio a todos. A todos.
Imagen: Wet Paint on Canvas, Diana Ong
Cosa aparte: esto me tiene muy fastidiada y triste.
Thursday, November 8, 2007
Monday, November 5, 2007
Pasatiempo
Quién diablos te crees que eres?
Eres un rato a medias, sólo un pedazo de tiempo. Carne tibia y besos fríos, sólo por un instante, sólo por un momento. Qué pensaste que eras?
No eres mi vocación niño,
eres mi pasatiempo.
Ya sé que sólo buscas lo que quieres.
No eres las noches de mis días ni un verso a escondidas. No eres el poema que repito ni alguna palabra que escribo. No estás en el paisaje que miro ni en el cielo que pretendo alcanzar. No eternizas los segundos ni agitas el mar.
Eres un rato a medias, sólo un pedazo de tiempo. Carne tibia y besos fríos, sólo por un instante, sólo por un momento. Qué pensaste que eras?
Huracán? Tormenta?
Mi voz? Mi aliento?
No eres mi vocación niño,
eres mi pasatiempo.
Abril 15, 2001
(del cuaderno azul)
Friday, November 2, 2007
Abrazos
‘en aquel cajón está tu foto
llenándose de tierra
hace tanto que no la veo
como a vos, como a vos…’
- Enanitos Verdes -
Yo conozco esas sonrisas, son mías. Yo conozco esas risas, siguen colgadas de mis oídos todavía. Ah…yo conozco esos rostros, esas alegrías, esos abrazos…
Es increíble cómo a la nostalgia no le incumban los relojes ni las geografías. Es un tren de tul, un avión de sueños, un gran globo de recuerdos que viaja y lleva y trae como el viento, como un veloz pensamiento, como un río bravío, como dios. Es increíble que ahora, así de pronto, estén caminando a mi lado por estos blancos pasillos ya casi vacíos; hace un instante eran sólo fotos y ahora sentados todos a mi lado, riéndose de las palabras que escribo, haciéndome reír a mí también, soplándome ese asqueroso humo de cigarrillo, contagiándome las ganas de tener 18 otra vez. Es increíble que esa energía tan tangible sea invisible. Es increíble que hace un momento yo estaba frente a la computadora en un laboratorio de una ciudad de la bahía de california y ahora estoy en todos los lugares donde nos hemos carcajeado y donde algunos lloramos. Es increíble cómo se puede viajar instantáneamente por todo el continente y por todos los instantes que algún reloj alguna vez dibujó. Estoy sobre una banca de cemento, sobre un gran sofa marrón-dorado, jugando cartas, compartiendo un 3 en el chifa, juntando centavos, encontrando un rin, caminando por la panamericana, mordiéndome los abismos en el aeropuerto, abrazando fuertísimo en cada vuelta, embriagándonos…
Es increíble que haya tanto en el corazón, tanto guardado, tanto eco apaciguado, tanto cariño a la espera; a la espera de un abrazo porque las palabras no pueden con tanto.
Imagen: Diciembre 7, 1995
llenándose de tierra
hace tanto que no la veo
como a vos, como a vos…’
- Enanitos Verdes -
Yo conozco esas sonrisas, son mías. Yo conozco esas risas, siguen colgadas de mis oídos todavía. Ah…yo conozco esos rostros, esas alegrías, esos abrazos…
Es increíble cómo a la nostalgia no le incumban los relojes ni las geografías. Es un tren de tul, un avión de sueños, un gran globo de recuerdos que viaja y lleva y trae como el viento, como un veloz pensamiento, como un río bravío, como dios. Es increíble que ahora, así de pronto, estén caminando a mi lado por estos blancos pasillos ya casi vacíos; hace un instante eran sólo fotos y ahora sentados todos a mi lado, riéndose de las palabras que escribo, haciéndome reír a mí también, soplándome ese asqueroso humo de cigarrillo, contagiándome las ganas de tener 18 otra vez. Es increíble que esa energía tan tangible sea invisible. Es increíble que hace un momento yo estaba frente a la computadora en un laboratorio de una ciudad de la bahía de california y ahora estoy en todos los lugares donde nos hemos carcajeado y donde algunos lloramos. Es increíble cómo se puede viajar instantáneamente por todo el continente y por todos los instantes que algún reloj alguna vez dibujó. Estoy sobre una banca de cemento, sobre un gran sofa marrón-dorado, jugando cartas, compartiendo un 3 en el chifa, juntando centavos, encontrando un rin, caminando por la panamericana, mordiéndome los abismos en el aeropuerto, abrazando fuertísimo en cada vuelta, embriagándonos…
Es increíble que haya tanto en el corazón, tanto guardado, tanto eco apaciguado, tanto cariño a la espera; a la espera de un abrazo porque las palabras no pueden con tanto.
Imagen: Diciembre 7, 1995
Tuesday, October 30, 2007
Hoy tu nombre en la pantalla
fue una flor en el jardín, un girasol girando hacia mí. Fue una sorpresa verde y celeste sobre la tarde de este martes descansado. Fue una sonrisa sol.
Un simple ‘hola, cómo estás’ fue un achicador de distancias y un borrador de silencios eternos entre los dos. Ves? Es tan sencillo, tan fácil volver al círculo que dibujamos hace un tiempo. Ves? Ya sin darnos cuenta estamos adentro de la cotidianidad y rozando casi la normalidad. Ves? Qué simple es dejarse llevar por el azul y extender abrazos enredados entre letras. Es sencillo, no hay necesidad de complicarse, no hay por qué guardar pasados, no hay por qué olvidar presentes. No hay razón para silenciar todas las palabras. No hay motivo para cerrar todas las puertas. No hay razón para vivir entre rendijas.
Hoy tu nombre en la pantalla fue una sonrisa sol, un celeste verdoso, un girasol girando en el corazón.
Imagen: Happy Flower, Esmeralda
Un simple ‘hola, cómo estás’ fue un achicador de distancias y un borrador de silencios eternos entre los dos. Ves? Es tan sencillo, tan fácil volver al círculo que dibujamos hace un tiempo. Ves? Ya sin darnos cuenta estamos adentro de la cotidianidad y rozando casi la normalidad. Ves? Qué simple es dejarse llevar por el azul y extender abrazos enredados entre letras. Es sencillo, no hay necesidad de complicarse, no hay por qué guardar pasados, no hay por qué olvidar presentes. No hay razón para silenciar todas las palabras. No hay motivo para cerrar todas las puertas. No hay razón para vivir entre rendijas.
Hoy tu nombre en la pantalla fue una sonrisa sol, un celeste verdoso, un girasol girando en el corazón.
Imagen: Happy Flower, Esmeralda
Monday, October 29, 2007
pregunta tonta
que si te he extrañado?
esa pregunta que me haces…
no ves mis ojos?
no ves mis labios?
no ves mis letras?
desconoces el vacío de las horas que he vivido
la densidad del aire que hace días respiro
los hincones que tu ausencia me da en las sienes desde que no te veo
el azul ennegrecido
si miraras en mis ojos
si te asomaras a mis labios
si buscaras en mis letras
si escucharas…
…los latidos
que si te he extrañado
quién dice que no hay preguntas tontas?
Imagen: He loves me...he doesn't love me, Esmeralda
Wednesday, October 24, 2007
Sigue
‘Y el hombre… pobre…pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… yo no sé!’
- César Vallejo -
‘aunque sólo te haya visto una vez, te tengo mucho cariño’
Lo decías en serio. No podías ser más sincera por el msn.
‘de igual modo’- dijo él
‘se me han humedecido los ojos leyéndote’
Era mentira. No se te habían humedecido los ojos, habías llorado, tuviste que sacarte los lentes porque se empezaron a empapar con tus lágrimas. Llorabas todavía, mientras te seguía contando de su tristeza, de esa ausencia, de ese dolor que tú sólo podías imaginar. Llorabas, miles de millas al norte y frente a la lap top sobre la cama. El gato volteó a mirarte con esa curiosidad felina, deben haberlo despertado los sollozos.
‘no te pongas así’ - te dijo
‘bueno, la tristeza se comparte’
‘sí’
‘pero como tú dices, la vida sigue y así tiene que ser’
‘así es’
Por qué te dolía tanto su pérdida? Lo habías conocido por internet hace como 10 años. Eran los dos parte de una lista de literatura y habrían empezado a conversar por email quizá, no recordabas bien, no importaba ya. Después habrían conversado por el msn, no recuerdas cuándo fue eso pero se volvieron buenos amigos. Compartían algunos escritos pesonales. En algunas de tus visitas a Lima habían pasado horas hablando por teléfono, hasta la madrugada alguna vez. De qué hablaban? No recuerdas bien, pero serían conversaciones amenas, profundas quizá, lo suficientemente interesantes para mantenerte atenta y encariñada. Después de tanta voz, una vez, por fin se vieron. Una vez solamente. Se encontraron en el parque de Barranco, frente a la Iglesia. El sabía que ese era tu lugar favorito por las noches en Lima. Se sentaron en una banca y conversaron un rato. Bah, no importa cuánto trates, tienes muy mala memoria y no recordarás qué palabras se dijeron. Pero recuerdas que después caminaron un par de cuadras a La Posada del Angel, porque ese es tu pub favorito por la música sobre todo, pero también por el ambiente bohemio del lugar. Pidieron un par de cervezas y… pizza? O tequeños? Qué comieron esa noche? Lo que recuerdas bien es la canchita, típica en cualquier bar, pub y cebichería limeña. Ese maíz dorado y crujiente, medio marrón, medio amarillo, medio negro y rociado con sal que encierra tantos recuerdos de reuniones, de borracheras, abrazos, bienvenidas, despedidas… Siempre se extraña lo más cotidiano, lo más simple, lo más insignificante se vuelve sustancial, como la canchita. Es un arte elegir las más ricas, hay que buscar las que están parcialmente reventadas pero no tan quemadas. Las que sirven en La Posada tienden a ser demasiado delgadas por lo que se queman fácilmente y por lo tanto saben más a humo o a sal que a maíz. Pero para tí, que no comías canchita hacía más de un año, la sentías deliciosa.
En que año fue eso? 1998? 1999? No recuerdas bien… Por qué tendrás tan mala memoria? Por qué recuerdas tanto la canchita en vez de su rostro o las conversaciones sobre esa mesa? Cómo quisieras haber capturado más de esa noche. Si sólo somos nuestros recuerdos, qué eres tú entonces? Un largo momento borroso nada más? Pequeños instantes de lucidez? Breves minutos de claridad? Un papel arrugado con huellas de algunos versos borrados? Una canchita quemada sobre una mesa olvidada?
‘cuando alguien llega o se va de la vida, el mundo cambia para siempre’
‘sí’
Ya habías parado de llorar, pero la pena seguía arañándote el aire. Por qué te contagiaba tan fácilmente su tristeza? Tal vez porque siempre fue para tí un compartidor de bromas, un inventor de risas; y ahora imaginándolo ennegrecido frente a la pantalla, adivinando esa pena que sólo puedes imaginar, leyendo más allá de las palabras que tipea en la ventana, y sobre todo, teniendo la absoluta certeza de que tú estarás en el mismo lugar algún día. Que tú estarás parada en la misma calle vacía, frente al mismo abismo, combatiendo las mismas tormentas, pero sola: sin mano, sin abrazo, sin fe, sin dios.
‘estás viviendo mi miedo más grande’
‘en realidad es bastante difícil’
‘sólo puedo imaginarlo, y me cago de miedo’
‘la vida nunca será igual’
‘nunca será la misma, pero eso no significa que no sea buena’
‘no’
Tuvo que irse porque tenía que conversar con algunos profesores y recoger algunos papeles porque la vida sigue. La vida sigue. Nunca sabrás cómo, pero sigue. El planeta gira más rápido justo cuando quieres que se detenga por un instante, por un segundo solamente, por un momento nada más para poder recuperar el aliento antes de seguir, antes de montarte nuevamente sobre la vida y agarrarla por las astas, por el timón. La vida continúa. Siempre. Y eso es lo que se te hace incomprensible; que después de uno de esos ‘golpes en la vida tan fuertes’ la vida tenga el descaro de seguir, la insolencia de continuar siguiendo, de continuar perpetuamente. Y te asusta eso. No hay miedo más grande para tí. No hay nada que te paralice más que las visiones inimaginables que te imaginas en momentos así. Y vuelves a llorar. Pero no es sólo por él que lloras, no es sólo por su pena, eres egoísta, lloras por la tuya, por la que algún día vivirás, por ese dolor ahora inconcebible que algún día dolerás, por esos gritos inaudibles que algún día destrozarán tu laringe.
Sacúdete de una vez esa parálisis. Sacúdete de una vez esa cobardía. La vida sigue. Repítelo una y otra vez hasta que te la creas, hasta que estés segura que no es una desdicha, que no es un infortunio, una desgracia, una simple imposibilidad. La vida sigue. Y te va a gustar. Y no sólo la vas a vivir, sino que vas a querer vivirla. Porque así es la vida; porque sigue hasta que se acaba.
Pero nunca acaba.
Imagen: Triple Mobius, Deborah Howard
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… yo no sé!’
- César Vallejo -
‘aunque sólo te haya visto una vez, te tengo mucho cariño’
Lo decías en serio. No podías ser más sincera por el msn.
‘de igual modo’- dijo él
‘se me han humedecido los ojos leyéndote’
Era mentira. No se te habían humedecido los ojos, habías llorado, tuviste que sacarte los lentes porque se empezaron a empapar con tus lágrimas. Llorabas todavía, mientras te seguía contando de su tristeza, de esa ausencia, de ese dolor que tú sólo podías imaginar. Llorabas, miles de millas al norte y frente a la lap top sobre la cama. El gato volteó a mirarte con esa curiosidad felina, deben haberlo despertado los sollozos.
‘no te pongas así’ - te dijo
‘bueno, la tristeza se comparte’
‘sí’
‘pero como tú dices, la vida sigue y así tiene que ser’
‘así es’
Por qué te dolía tanto su pérdida? Lo habías conocido por internet hace como 10 años. Eran los dos parte de una lista de literatura y habrían empezado a conversar por email quizá, no recordabas bien, no importaba ya. Después habrían conversado por el msn, no recuerdas cuándo fue eso pero se volvieron buenos amigos. Compartían algunos escritos pesonales. En algunas de tus visitas a Lima habían pasado horas hablando por teléfono, hasta la madrugada alguna vez. De qué hablaban? No recuerdas bien, pero serían conversaciones amenas, profundas quizá, lo suficientemente interesantes para mantenerte atenta y encariñada. Después de tanta voz, una vez, por fin se vieron. Una vez solamente. Se encontraron en el parque de Barranco, frente a la Iglesia. El sabía que ese era tu lugar favorito por las noches en Lima. Se sentaron en una banca y conversaron un rato. Bah, no importa cuánto trates, tienes muy mala memoria y no recordarás qué palabras se dijeron. Pero recuerdas que después caminaron un par de cuadras a La Posada del Angel, porque ese es tu pub favorito por la música sobre todo, pero también por el ambiente bohemio del lugar. Pidieron un par de cervezas y… pizza? O tequeños? Qué comieron esa noche? Lo que recuerdas bien es la canchita, típica en cualquier bar, pub y cebichería limeña. Ese maíz dorado y crujiente, medio marrón, medio amarillo, medio negro y rociado con sal que encierra tantos recuerdos de reuniones, de borracheras, abrazos, bienvenidas, despedidas… Siempre se extraña lo más cotidiano, lo más simple, lo más insignificante se vuelve sustancial, como la canchita. Es un arte elegir las más ricas, hay que buscar las que están parcialmente reventadas pero no tan quemadas. Las que sirven en La Posada tienden a ser demasiado delgadas por lo que se queman fácilmente y por lo tanto saben más a humo o a sal que a maíz. Pero para tí, que no comías canchita hacía más de un año, la sentías deliciosa.
En que año fue eso? 1998? 1999? No recuerdas bien… Por qué tendrás tan mala memoria? Por qué recuerdas tanto la canchita en vez de su rostro o las conversaciones sobre esa mesa? Cómo quisieras haber capturado más de esa noche. Si sólo somos nuestros recuerdos, qué eres tú entonces? Un largo momento borroso nada más? Pequeños instantes de lucidez? Breves minutos de claridad? Un papel arrugado con huellas de algunos versos borrados? Una canchita quemada sobre una mesa olvidada?
‘cuando alguien llega o se va de la vida, el mundo cambia para siempre’
‘sí’
Ya habías parado de llorar, pero la pena seguía arañándote el aire. Por qué te contagiaba tan fácilmente su tristeza? Tal vez porque siempre fue para tí un compartidor de bromas, un inventor de risas; y ahora imaginándolo ennegrecido frente a la pantalla, adivinando esa pena que sólo puedes imaginar, leyendo más allá de las palabras que tipea en la ventana, y sobre todo, teniendo la absoluta certeza de que tú estarás en el mismo lugar algún día. Que tú estarás parada en la misma calle vacía, frente al mismo abismo, combatiendo las mismas tormentas, pero sola: sin mano, sin abrazo, sin fe, sin dios.
‘estás viviendo mi miedo más grande’
‘en realidad es bastante difícil’
‘sólo puedo imaginarlo, y me cago de miedo’
‘la vida nunca será igual’
‘nunca será la misma, pero eso no significa que no sea buena’
‘no’
Tuvo que irse porque tenía que conversar con algunos profesores y recoger algunos papeles porque la vida sigue. La vida sigue. Nunca sabrás cómo, pero sigue. El planeta gira más rápido justo cuando quieres que se detenga por un instante, por un segundo solamente, por un momento nada más para poder recuperar el aliento antes de seguir, antes de montarte nuevamente sobre la vida y agarrarla por las astas, por el timón. La vida continúa. Siempre. Y eso es lo que se te hace incomprensible; que después de uno de esos ‘golpes en la vida tan fuertes’ la vida tenga el descaro de seguir, la insolencia de continuar siguiendo, de continuar perpetuamente. Y te asusta eso. No hay miedo más grande para tí. No hay nada que te paralice más que las visiones inimaginables que te imaginas en momentos así. Y vuelves a llorar. Pero no es sólo por él que lloras, no es sólo por su pena, eres egoísta, lloras por la tuya, por la que algún día vivirás, por ese dolor ahora inconcebible que algún día dolerás, por esos gritos inaudibles que algún día destrozarán tu laringe.
Sacúdete de una vez esa parálisis. Sacúdete de una vez esa cobardía. La vida sigue. Repítelo una y otra vez hasta que te la creas, hasta que estés segura que no es una desdicha, que no es un infortunio, una desgracia, una simple imposibilidad. La vida sigue. Y te va a gustar. Y no sólo la vas a vivir, sino que vas a querer vivirla. Porque así es la vida; porque sigue hasta que se acaba.
Pero nunca acaba.
Imagen: Triple Mobius, Deborah Howard
Tuesday, October 23, 2007
1,618 km2... y contando...
Un incendio que se ve desde el espacio. Todos los años arde California, se pierden hogares, colegios, árboles, esfuerzos, sueños. Veo las imágenes y trato de comprender la inmensidad del infierno. Afortunadamente las pérdidas humanas suman 1. Suena un poco cruel decir 'afortunadamente' si pienso en la familia de esa persona, pero podría ser peor. Podría ser mucho peor. Ya llegaron las llamas al norte de México. Medio millón de evacuados, y contando...
Sunday, October 21, 2007
Hoy 21, 31
Lake Tahoe
Pensé que vivía enamorada del aire. Pensé que los amarillos me encandilaban las pupilas, pensé que los anaranjados me hechizaban las sonrisas, que los rojos estallaban en latidos. Pensé que conocía las delicias del otoño, que sabía de todos los verdes y todos los azules…pero no conozco nada, no sé nada. Me guardaban una sorpresa esos pinos majestuosos, me tenían preparado un espectáculo magnífico esas hojas arcoiris, ese azul trascendental… esos verdes palpitantes.
Hoy estalló el corazón en colores, estalló el corazón sobre la tierra. Hoy despilfarré pálpitos entre los troncos, entre las marañas de ramas, entre pisadas crujientes. Hoy casi me gasto todas las risas a los pies de las colinas magnificentes; casi derrocho toda el alma sobre las montañas madres, y casi ahogo todas las penas al fondo del azul más azul de ese lago azul. Hoy sólo el azul amarrado al verde, hoy sólo el azul abrazando el planeta entero, hoy sólo el azul besándome las soledades, hoy sólo el azul para mí sola; hoy todos los pálpitos del planeta sólo para mis ojos, sólo para mis venas, sólo para mis estallidos secretos.
Hoy soy La Tierra. Hoy soy todo el planeta pero apenas una célula. Hoy soy todo el planeta pero apenas un corazón. Hoy soy todo el planeta pero apenas un electrón. Hoy soy increíblemente microscópica, ínfimamente insignificante, nada casi nada, una partícula de tiempo, un pedacito de espacio, infinitamente mínima, minúsculamente diminuta; pero soy todo el planeta.
Hoy podría creer en dios. Hoy podría creerme dios.
Wednesday, October 17, 2007
Alma terca
ya se qué no es suficiente
con tenerte en mis manos
esta noche
ya sé que no es suficiente
con que llueva
y me cantes
y me abraces
ya sé que no es suficiente
con amarte
siempre que quieras
siempre amarte
tendrías que quererme
tú también
pero no es suficiente
ya sé que no es suficiente
pero qué quieres que haga
con esta terca alma?
Agosto 27, 2000
Imagen: Soul, D-StruktIV
con tenerte en mis manos
esta noche
ya sé que no es suficiente
con que llueva
y me cantes
y me abraces
ya sé que no es suficiente
con amarte
siempre que quieras
siempre amarte
tendrías que quererme
tú también
pero no es suficiente
ya sé que no es suficiente
pero qué quieres que haga
con esta terca alma?
Agosto 27, 2000
Imagen: Soul, D-StruktIV
Tuesday, October 16, 2007
Un video
Entre vivos y plebeyos. Un video algo sarcástico sobre la realidad peruana, limeña, más que nada. A mí me gustó por la manera divertida de mostrar algo triste y patético. Aún así, desde aquí arriba se le extraña al Perú.
A ver qué les parece a ustedes.
Paz.
ps- un pedacito de 'El Plebeyo' de Felipe Pinglo:
"Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano
tiene algo de divino,
amar no es un delito
porque hasta dios amó.
Y si el cariño es puro
y el deseo es sincero
Por qué robarme quieren
la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya
también tiñe de rojo
el alma en que se anida
mi incomparable amor.
Ella de noble cuna y yo,
humilde plebeyo,
no es distinta la sangre
ni es otro el corazón.
Señor, por qué los seres
no son de igual valor?"
A ver qué les parece a ustedes.
Paz.
ps- un pedacito de 'El Plebeyo' de Felipe Pinglo:
"Trémulo de emoción dice así en su canción:
El amor siendo humano
tiene algo de divino,
amar no es un delito
porque hasta dios amó.
Y si el cariño es puro
y el deseo es sincero
Por qué robarme quieren
la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya
también tiñe de rojo
el alma en que se anida
mi incomparable amor.
Ella de noble cuna y yo,
humilde plebeyo,
no es distinta la sangre
ni es otro el corazón.
Señor, por qué los seres
no son de igual valor?"
Friday, October 12, 2007
La primera lluvia
‘Esta tarde llueve, como nunca; y no tengo ganas de vivir, corazón’
- César Vallejo -
Hoy no puedo. Hoy llueve violentamente; furiosas caen las gotas sobre el sucio pavimento oscuro, furiosas. Se precipitan como queriendo perforarme la ciudad, la rutina, como queriendo empalagarme esta tarde vacía, pero no puedo. El cielo parece Lima hoy y alguna nostalgia pretende pintarse en la memoria. Dejo que me abrace esa melancolía, dejo que me acaricie la distancia dulcemente, tristemente; pero me roza solamente y se va, se desvanece, se evapora en el olvido apenas aparece.
Me hipnotizo con el golpeteo de esas gotas que salpican y dibujan un borroso vaho sobre la pista. Yo las miro caer desde el lobby del edificio, a travez de las puertas de vidrio; y quisiera ser una gota enfurecida precipitándome sobre la tierra, quisiera ser todas las gotas violentándome contra el asqueroso plomo de las calles, contra los cementos inmundos, violentándome… aunque sea sólo violentándome. Es la primera lluvia de este otoño exquisito, es el primer aguacero que tanto he esperado, pero aún así no puedo. Quiero salir a empaparme en esas grandes y gruesas chispas de agua, quiero bañarme en su arrebato, contagiarme de su cólera cristalina, pero tampoco puedo.
Se escapa un suspiro desabrido, un suspiro insípido e imperceptible que sería un tibio aire suspendido y visible enfriándose allá afuera; pero aquí no se ve, aquí adentro no se ve, no se oye de pronto nada. No puedo aunque el hechizo de esta lluvia me intoxique, no puedo aunque los murmullos de las gotas me ericen cada uno de los átomos en la piel. No puedo porque hoy llueve violentamente, enfurecidamente y no soy agua, ni furia, nisiquiera nostalgia en una tarde gris y borrascosa; sólo un montón de células sin fuerzas, sin alma, sin ganas; sólo un agujero ausente oxidándose en una tarde vacía y descosiéndose gradual y repentinamente de la vida.
Imagen: Golden Gate 3, Tim Caynes
- César Vallejo -
Hoy no puedo. Hoy llueve violentamente; furiosas caen las gotas sobre el sucio pavimento oscuro, furiosas. Se precipitan como queriendo perforarme la ciudad, la rutina, como queriendo empalagarme esta tarde vacía, pero no puedo. El cielo parece Lima hoy y alguna nostalgia pretende pintarse en la memoria. Dejo que me abrace esa melancolía, dejo que me acaricie la distancia dulcemente, tristemente; pero me roza solamente y se va, se desvanece, se evapora en el olvido apenas aparece.
Me hipnotizo con el golpeteo de esas gotas que salpican y dibujan un borroso vaho sobre la pista. Yo las miro caer desde el lobby del edificio, a travez de las puertas de vidrio; y quisiera ser una gota enfurecida precipitándome sobre la tierra, quisiera ser todas las gotas violentándome contra el asqueroso plomo de las calles, contra los cementos inmundos, violentándome… aunque sea sólo violentándome. Es la primera lluvia de este otoño exquisito, es el primer aguacero que tanto he esperado, pero aún así no puedo. Quiero salir a empaparme en esas grandes y gruesas chispas de agua, quiero bañarme en su arrebato, contagiarme de su cólera cristalina, pero tampoco puedo.
Se escapa un suspiro desabrido, un suspiro insípido e imperceptible que sería un tibio aire suspendido y visible enfriándose allá afuera; pero aquí no se ve, aquí adentro no se ve, no se oye de pronto nada. No puedo aunque el hechizo de esta lluvia me intoxique, no puedo aunque los murmullos de las gotas me ericen cada uno de los átomos en la piel. No puedo porque hoy llueve violentamente, enfurecidamente y no soy agua, ni furia, nisiquiera nostalgia en una tarde gris y borrascosa; sólo un montón de células sin fuerzas, sin alma, sin ganas; sólo un agujero ausente oxidándose en una tarde vacía y descosiéndose gradual y repentinamente de la vida.
Imagen: Golden Gate 3, Tim Caynes
Wednesday, October 10, 2007
Cuando te vayas
los cielos gritarán enrojecidos, la tierra buscará sus venas para cortarlas, el aire triturará todo el oxígeno que dejaste.
Cuando te vayas el azul quedará hecho trizas, la hedionda luna perseguirá otro planeta, el último suspiro se descolgará de los espejos. Al universo le nacerán cuchillos. A los cuchillos le nacerán universos.
Cuando te vayas sólo quedará tu nombre perforándose las letras, incinerándose en el genoma de la nada. Cuando te vayas... ya nada,
ya nada.
Imagen: Broken Dreams, Theo Den Boon
Cuando te vayas el azul quedará hecho trizas, la hedionda luna perseguirá otro planeta, el último suspiro se descolgará de los espejos. Al universo le nacerán cuchillos. A los cuchillos le nacerán universos.
Cuando te vayas sólo quedará tu nombre perforándose las letras, incinerándose en el genoma de la nada. Cuando te vayas... ya nada,
ya nada.
Imagen: Broken Dreams, Theo Den Boon
Sunday, October 7, 2007
Sí,
un 'insomnio titubeante'. Y sí, 'a lo mejor' Benedetti, 'a lo mejor'...
Posibles
A lo peor nadie me atiende
nadie recibe los mensajes
nadie se alegra nadie llora
nadie enciende su sangre
con estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor alguna alguno
en un insomnio titubeante
halla que dos o tres palabras
le entregan algo de alguien
desde estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor
quién sabe
- Mario Benedetti -
Posibles
A lo peor nadie me atiende
nadie recibe los mensajes
nadie se alegra nadie llora
nadie enciende su sangre
con estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor alguna alguno
en un insomnio titubeante
halla que dos o tres palabras
le entregan algo de alguien
desde estos versos que se rompen
en los papeles
y en el aire
a lo mejor
quién sabe
- Mario Benedetti -
Friday, October 5, 2007
No, hoy no me provoca,
hoy no quiero escribir, déjame tranquila. No sé…leer algo, ver algo en la televisión o algún dvd, escuchar alguno de mis cds nuevos, pero no tengo ganas de escribir. Pues porque no simplemente, no es una obligación, es un placer, lo sabes bien, y en este momento no me causa placer jugar con las letras. No sé, no me da el corazón hoy, no me dan los dedos, no me dan las fantasías, no me da el aire, déjame tranquila. No, no te voy a hacer caso, guárdate la tinta para otro día, quizá más tarde si se asoma la luna, pero no te prometo nada, nada es seguro nunca, ya sabes; lo siento, no puedo devolverte ningún favor hoy. Si sigues cargoseándome me vas a poner de mal humor, o es esa tu táctica? Quieres sacarme aunque sea un poco de fuego, no? De rabia? Corres el riesgo de que te estrelle contra la pared si sigues molestándome; hoy que estoy tan tranquila…
Ya te dije, hoy no vamos a soñar, hoy no te puedo exprimir, no sé, me siento un poco exprimida ya; no, no es culpa del papel, serán los días, las tardes vacías, los noticieros grises, las bullas cotidianas, no sé, pero algo exprimida. No son celos esos, no? Del monitor? Del teclado? Sabes que no hay nada como palabras garabateadas sobre un papel…
Paciencia lapicero, ya volverán los suspiros a enredarse en tu tinta. Paciencia, cualquiera de estas noches te sorprendo; te sorprendo y dejo que me sorprendas.
Ya te dije, hoy no vamos a soñar, hoy no te puedo exprimir, no sé, me siento un poco exprimida ya; no, no es culpa del papel, serán los días, las tardes vacías, los noticieros grises, las bullas cotidianas, no sé, pero algo exprimida. No son celos esos, no? Del monitor? Del teclado? Sabes que no hay nada como palabras garabateadas sobre un papel…
Paciencia lapicero, ya volverán los suspiros a enredarse en tu tinta. Paciencia, cualquiera de estas noches te sorprendo; te sorprendo y dejo que me sorprendas.
Wednesday, October 3, 2007
garabato 5
a veces
yo no sé
qué pesa más
tu silencio
o tu mirada
a veces
yo no sé
qué duelen más
tus palabras
o tus manos de espada
yo no sé
qué pesa más
tu silencio
o tu mirada
a veces
yo no sé
qué duelen más
tus palabras
o tus manos de espada
Y tenemos 2 ganadores:
Alexis e Ixba. Aplausos! ;)
Paz.
Parece que los dos alcanzaron a ser la visita #: 4444 anoche.
Alexis ya me mandó su dirección; Ixba, mándame la tuya por email cuando puedas. Les haré llegar a los dos una pequeñez.
Y bueno, eso es todo. A los que participaron, gracias por participar. Yo me entretuve leyendo algunos emails y comentarios. Gracias por entretenerme. :)
Paz.
Sunday, September 30, 2007
Distante
[ un flechazo de silencio al corazón ]
Amor,
estuviste tan cerca
y tan lejos hoy
Estuviste hielo
y distante,
distante
y sol
Te pusiste los lentes
en el cuello
y en los ojos
una flor
Entraste
como si fueras
un cielo
y te quedaste
como dios
Estuviste tan cerca
y tan lejos hoy
Estuviste olvido y candela
candela y sol
hielo y distante
distante
distante,
amor.
Mayo 28, 2001
(del cuaderno azul)
Imagen: Far Away, Michael F. Wood
Amor,
estuviste tan cerca
y tan lejos hoy
Estuviste hielo
y distante,
distante
y sol
Te pusiste los lentes
en el cuello
y en los ojos
una flor
Entraste
como si fueras
un cielo
y te quedaste
como dios
Estuviste tan cerca
y tan lejos hoy
Estuviste olvido y candela
candela y sol
hielo y distante
distante
distante,
amor.
Mayo 28, 2001
(del cuaderno azul)
Imagen: Far Away, Michael F. Wood
Saturday, September 29, 2007
súbdita
en la sangre hierve una letra
una letra que busca tinta
la tinta le palpita al papel
el papel abraza al cuaderno
el cuaderno pateando el cajón
y yo
súbdita
una letra que busca tinta
la tinta le palpita al papel
el papel abraza al cuaderno
el cuaderno pateando el cajón
y yo
súbdita
Friday, September 28, 2007
Otro premio!
…wow! Me gané un Premio Nobel A! A? Significa que hay también premios B, C, D, E… etc? Maybe. No sé, yo no sé mucho sobre este mundo todavía, recién estoy aprendiendo cómo funciona y cómo colgar canciones, pero no me sale bien…
Pero me voy por las ramas! Gracias Mapasito por este lindo premio que me entregas. Qué bonita sorpresa! Claro, como todo premio, viene con ciertas reglas, que, disculpénme todos, voy a romper. Sí, las voy a romper. Tendría que elegir a 7 bloggers para pasarles este premio, pero como lo hice antes, voy a elegir sólo a uno y espero que no me tachen de sus listas, de sus ojos y de sus rutinas cibernéticas. Voy a elegir sólo a un blogger no porque pienso que sólo uno se lo merece, sino porque pienso que los premios se devalúan si se entregan a muchas personas. Es mi opinión, sé que no todos la comparten.
Se lo quisiera regalar a un blogger que escribe como un sueño. Sus relatos, historias, crónicas son siempre una simbiósis de realidad y magia, de suelo y cielo, de rojo y negro, de imágenes y músicas fantásticas que bailan en cada palabra. Nunca me pierdo ninguno de sus posts porque cada uno de ellos me lleva a pasear a un lugar misterioso, a un lugar místico donde me crecen alas y nunca quiero terminar de leer. Y aunque este blogger haya amenazado con tomarse unas vacaciones y dejar por un tiempo su país mágico, igual se lo quiero dar porque se lo merece. No sé si lo aceptará, pero igual se lo doy. Este lugar mágico es El País de los Magos. Vayan a visitar, quedarán como yo, encantados.
Pero me voy por las ramas! Gracias Mapasito por este lindo premio que me entregas. Qué bonita sorpresa! Claro, como todo premio, viene con ciertas reglas, que, disculpénme todos, voy a romper. Sí, las voy a romper. Tendría que elegir a 7 bloggers para pasarles este premio, pero como lo hice antes, voy a elegir sólo a uno y espero que no me tachen de sus listas, de sus ojos y de sus rutinas cibernéticas. Voy a elegir sólo a un blogger no porque pienso que sólo uno se lo merece, sino porque pienso que los premios se devalúan si se entregan a muchas personas. Es mi opinión, sé que no todos la comparten.
Se lo quisiera regalar a un blogger que escribe como un sueño. Sus relatos, historias, crónicas son siempre una simbiósis de realidad y magia, de suelo y cielo, de rojo y negro, de imágenes y músicas fantásticas que bailan en cada palabra. Nunca me pierdo ninguno de sus posts porque cada uno de ellos me lleva a pasear a un lugar misterioso, a un lugar místico donde me crecen alas y nunca quiero terminar de leer. Y aunque este blogger haya amenazado con tomarse unas vacaciones y dejar por un tiempo su país mágico, igual se lo quiero dar porque se lo merece. No sé si lo aceptará, pero igual se lo doy. Este lugar mágico es El País de los Magos. Vayan a visitar, quedarán como yo, encantados.
Wednesday, September 26, 2007
No vale hacer trampa
Muy gracioso querido Alexis, muy gracioso.
La verdad que me hiciste reír mucho. :)
Pero ya saben, eh? No vale hacer trampa.
Yo calculo que quizá en un par de semanas estaremos cerca del 4444...
así que falta todavía.
Alguien aparte de Alexis está prestando atención al contador?
I wonder...
La verdad que me hiciste reír mucho. :)
Pero ya saben, eh? No vale hacer trampa.
Yo calculo que quizá en un par de semanas estaremos cerca del 4444...
así que falta todavía.
Alguien aparte de Alexis está prestando atención al contador?
I wonder...
En tí
Eso debería hacer, hoy que no tengo muchos pendientes, eso debería hacer, ponerme a escribir. Ponerme a escribir pensando en tí. En tí. En tí que caminas sobre otros suelos, allá lejos, con otros acentos, al otro lado de ese océano, en tí que respiras otros aires, fríos e insípidos, extranjeros, ajenos. En tí. En tí que tuviste que silenciar la ternura y guardarte el cariño. Pensar en tí y en tus ojos claros, en tus pestañas envidiables, en los hoyitos sonrientes de tus mejillas, en el mar de tu mirada. En tí, y en los pétalos de tus manos, en el laberinto certero de tu mente, en el desacierto de tu corazón. En el abismo en tu corazón.
Eso debería hacer, hoy que no tengo casi nada pendiente, eso debería hacer, ponerme a pensar en tí. En tí, porque te debo planetas de minutos, mares de cariño, cielos de palabras, montones de bolsillos vacíos, montañas de silencios, tazones de abrazos, litros de sonrisas, toneladas de paciencia, y una pizca de besos.
Eso debería hacer, hoy que no tengo absolutamente nada, pensar en tí. Pero no lo haré, no sé por qué, nunca sabré por qué.
Imagen: The World is a Stage IV, Roudolf Kharatian
Eso debería hacer, hoy que no tengo casi nada pendiente, eso debería hacer, ponerme a pensar en tí. En tí, porque te debo planetas de minutos, mares de cariño, cielos de palabras, montones de bolsillos vacíos, montañas de silencios, tazones de abrazos, litros de sonrisas, toneladas de paciencia, y una pizca de besos.
Eso debería hacer, hoy que no tengo absolutamente nada, pensar en tí. Pero no lo haré, no sé por qué, nunca sabré por qué.
Imagen: The World is a Stage IV, Roudolf Kharatian
Tuesday, September 25, 2007
Ouch
Cómo duele este dolor. Es un huracán de fuego, un volcán histérico, un terremoto gástrico, ácido clorhídrico carcomiendo las paredes.
Cómo duele este dolor. Me parte en dos. En tres. En cuatro. Me parte y me exprime quejidos y llantos, sudores y puños en el aire, uñas como clavos, muelas rechinando. Me parte y mastica mis respiros.
Cómo duele este dolor. Me corta la fuerza. Me corta el sueño. Pero este dolor que me atravieza todo, este dolor que me encoge el cuerpo, este dolor que me convierte en bulto, en grito, este dolor va a pasar.
Y vivir dejará de ser un esfuerzo sobrehumano.
Cómo duele este dolor. Me parte en dos. En tres. En cuatro. Me parte y me exprime quejidos y llantos, sudores y puños en el aire, uñas como clavos, muelas rechinando. Me parte y mastica mis respiros.
Cómo duele este dolor. Me corta la fuerza. Me corta el sueño. Pero este dolor que me atravieza todo, este dolor que me encoge el cuerpo, este dolor que me convierte en bulto, en grito, este dolor va a pasar.
Y vivir dejará de ser un esfuerzo sobrehumano.
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